–Todos los años
salen en Semana Santa «católicos» desviados con la misma argumentación.
–Repiten lo que
otros famosos maestros, Olegario, Pagola, etc. vienen diciendo hace años
impunemente.
–DIOS NO QUISO LA CRUZ DE CRISTO
Me escribe ayer, Martes Santo,
con pena desde Chile una amiga muy apreciada, esposa y madre de familia,
cristiana católica y apostólica: «Le mando la carta
que el párroco de la Parroquia de Santa Teresita de los Andes de Santiago,
publicó esta semana en la web parroquial».
Habla de este modo un señor
Párroco, que por el Orden sacramental, fue potenciado especialmente por obra
del Espíritu Santo como ministro de la
Palabra divina, para confesar la fe católica en la predicación y
catequesis, en sus escritos y en toda ocasión.
«Al entrar
nuevamente en las celebraciones de la Semana Santa, es muy apropiado
preguntarnos ¿por qué murió Jesús?
«La pregunta no
es menor, escuchamos constantemente en los evangelios la bondad de su actuar,
los milagros que realiza, su defensa de los más débiles. ¿Cómo es posible que
lo quieran matar? Algunos tienden a atribuir la razón de su muerte a una
misteriosa voluntad del Padre: para perdonar los pecados de la humanidad
necesitaba que corriera sangre de un inocente. Pero esto es absurdo. Pensar que
el Padre envió a su Hijo al mundo a morir para salvarnos, pone a nuestro Dios
al mismo nivel que otros pueblos, donde los dioses no se contentan con los
sacrificios humanos, agregándole la gravedad de la muerte de su propio Hijo.
Esto no tiene sentido» […]
«Entonces ¿por qué murió
Jesús? Jesús no muere porque su Padre lo envió a morir por nosotros. Son los
hombres quienes quisieron terminar con su vida», etc.
A no pocos de ustedes les
habrá llegado esta herejía, y volverá a llegarles estos días, expuesta con unos
u otros acentos. No me animo a transcribir más de ese texto citado: ya tienen
el enlace si quieren leerlo entero. En todas su variantes, esta tesis. «desmitologizadora» de la sagrada Pasión de Cristo,
expresa siempre que lo que anuncian los profetas de Dios, lo que afirman
evangelistas y apóstoles, lo que los Padres y la Liturgia de Oriente y de
Occidente, así como lo que ha sido siempre y en todas partes enseñado por el
Magisterio apostólico hasta nuestros días, es una enorme estupidez, más aún:
una aberración perversa. «Absurdo. No tiene
sentido».
–DIOS QUISO LA CRUZ DE CRISTO
Dos artículos de mi blog Reforma o apostasía, publicados en mayo de
2011, reafirman en esta grave cuestión la fe católica y reprueban los
argumentos de quienes la rechazan. Doy el enlace y el esquema de ambos artículos.
-Dios quiso que Cristo muriese
en la cruz. -Las Escrituras antiguas y nuevas lo dicen claramente. -La Liturgia
antigua y actual de la Iglesia lo dicen. -La Tradición católica, el Magisterio
y los grandes maestros espirituales lo dicen. -Cristo quiso morir por nosotros
en la cruz. -La Sagrada Escritura lo dice. -La Liturgia también. -Los Padres y
el Magisterio apostólico lo dicen. -Si así «dicen» la
Escritura y el Magisterio, los Padres y la Liturgia ¿cuál
será el atrevimiento insensato de quienes «contra-dicen» una Palabra de Dios
tan clara? -El lenguaje de la fe católica debe ser siempre fiel al
lenguaje de la Sagrada Escritura. -El teólogo pervierte su propia misión
si contra-dice lo que la Palabra divina dice. -El
deterior intelectual y verbal de la teología siembra en el pueblo cristiano la
confusión y a veces la apostasía.
-1. Para revelar el Amor divino. -2. Para expiar por el pecado del mundo, y expiarlo
sobreabundamente. -3. Para revelar todas las
virtudes. -4. Para revelar la verdad a los
hombres. -5. Para revelar el horror del pecado y
del infierno. -6. Para revelar a los hombres que
solo por la cruz pueden salvarse.
–QUÉDENSE CON SANTA TERESA DE JESÚS, DOCTORA DE LA
IGLESIA
«En la cruz está la vida y el
consuelo, - y ella sola es el camino para el cielo.
«En la cruz está el Señor de
cielo y tierra - y el gozar de mucha paz, aunque haya guerra. / Todos los males
destierra en este suelo, - y ella sola es el camino para el cielo.
«De la cruz dice la Esposa a su
Querido - que es una palma preciosa donde ha subido, / y su fruto le ha sabido
a Dios del cielo, - y ella sola es el camino para el cielo.
«Es una oliva preciosa la santa
cruz, - que con su aceite nos unta y nos da luz. / Toma, alma mía, la cruz con
gran consuelo, - que ella sola es el camino para el cielo.
«Es la cruz el árbol verde y
deseado - de la Esposa, que a su sombra se ha sentado / para gozar de su amado,
el Rey del cielo, - y ella sola es el camino para el cielo.
«El alma que a Dios está toda
rendida, - y muy de veras del mundo desasida, / la cruz le es árbol de vida y
de consuelo, - y un camino deleitoso para el cielo.
«Después que se
puso en cruz el Salvador, - en la cruz está la gloria y el honor, / y en el
padecer dolor, vida y consuelo, - y el camino más seguro para el cielo».
Los santos son los únicos que
piensan y caminan según «los pensamientos y caminos
de Dios» ( Is 55,8-9). No había recibido todavía Pedro al Espíritu
Santo cuando mostró su horror por la cruz. Por eso Jesús le dijo: «Apártate de mí, Satanás… Tú piensas como los hombres, no
como Dios» (Mt 16,23).
José María Iraburu, sacerdote.
Post
post.-
Tempranito
he subido este post y me he ido a celebrar la santa Misa. En ella he rezado la
oración colecta del Miércoles santo: «Oh Dios, que
para librarnos del poder del enemigo,
quisiste que tu Hijo soportase por nosotros el suplicio de la cruz,
concédenos a tus siervos alcanzar la gracia de la resurrección». Por Jesucristo nuestro Señor.
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