El Papa Francisco invitó a mirar el ejemplo de la
Virgen María para llevar “fraternidad a todos los rincones de la nuestra
sociedad”. Así lo dijo a una delegación de la Real Archicofradía de la
Virgen de la Cinta de Tortosa (España) recibida en audiencia en la Sala
Clementina del Vaticano este 12 de abril.
“Vivir de esta manera, como hermanos unidos, supone
esfuerzo y renuncia, pero les aseguro que merece la pena, porque es un signo ante la sociedad que siempre
está dividida, no es moda de ahora, siempre estuvo y es un pecado social
dividirnos”, expresó el Pontífice.
En esta línea, el Papa dijo que cualquier “manifestación
de hermandad, de solidaridad ayuda” por lo que los animó “para que sean signo ante el mundo de esa fraternidad que
viene de Dios”.
Al comienzo de su discurso, el Santo Padre expresó su alegría por
recibir a esta “asociación de fieles consagrada al
culto de nuestra Madre” que peregrinaron a Roma por el cuarto centenario de fundación. Grupo
que estuvo encabezado por el Obispo de Tortosa, Mons. Enrique Benavent, y la
alcaldesa de la ciudad, Meritxell Roigé.
En esta línea, el Papa recordó que “la
Cofradía de Nuestra Señora de la Cinta ha estado desde su comienzo vinculada al
sucesor de Pedro. Pocos meses después de la constitución de la hermandad,
aprobada por el obispo de esa ciudad, Luis de Tena, quisieron que fuese
confirmada por el Papa Pablo V.
Y ahora, con esta peregrinación a la tumba de Pedro, desean renovar ese vínculo
de comunión”.
“Este gesto de adhesión no es algo del pasado que
suscita solo un mero interés histórico, sino que mantiene viva su actualidad.
Ustedes se llaman hermanos, cofrades, y de esa manera ponen de manifiesto la
realidad fundamental de nuestras vidas, que todos somos hijos de Dios”, explicó.
Por ello, el Pontífice advirtió que Cofradía significa etimológicamente ‘unión de hermanos’, pero señaló que “no basta con
decir que somos hermanos, sino que hay que recordar siempre esa unidad
‘fundacional’ que nos marca como tales”.
“Los hermanos -sabemos-
con frecuencia discuten, y se pelean por tantas
cosas, pero aún cuando eso suceda, saben mantener siempre viva esa búsqueda de
un bien que no puede excluir la paz y la concordia entre ellos. Y cuando no
logran hacerlo, sufren”, afirmó.
Por ello, Francisco destacó que “el vínculo de la caridad que en cuanto
cofrades los une con su Obispo y, a través de él, con el Papa, constituye un
don importante que los enriquece pero que también comporta una misión: la de ser
fermento de solidaridad en la sociedad”.
“Mirando el ejemplo de María estamos llamados a llevar esa fraternidad
a todos los rincones de la nuestra sociedad. Ustedes están presentes en
diferentes realidades eclesiales en su diócesis, de esa manera colaboran para
que la Iglesia sea ante todo casa, familia, lugar de acogida y de amor, en la
que todos, especialmente los pobres y marginados, puedan sentirse parte y jamás
verse excluidos ni rechazados”, indicó el Papa.
De este modo, vivir la fraternidad “se convierte
en misión, que interpela y no deja
indiferentes, pues el amor mutuo que sale y se dirige hacia los demás es
nuestra carta de presentación. Así, incluso los que no creen los que no tienen
fe podrán decir aquel elogio de Tertuliano: Miren cómo se aman”, aseguró.
“Que el Señor los bendiga y sostenga siempre, y
que la Virgen Santa los cuide y los acompañe en este trabajo de consolidar la
fraternidad. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”, concluyó.
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI
Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario