En el 2001 se redactó un
informe
A comienzos de año, The Times
destapó los abusos sexuales que habrían perpetrado en el Tercer Mundo decenas
de trabajadores vinculados a ONGs como Oxfam.
Ahora ha revelado que la ONU conocía esos escándalos desde el año 2001.
(Libre Mercado/InfoCatólica) El diario británico ha tenido
acceso a un informe de 84 páginas que fue elaborado por trabajadores de
la ONU en el año 2001.
Dicho documento fue elevado a distintos altos cargos de la entidad
multilateral, que no obstante optó por mirar hacia otro lado y dejar las cosas
como estaban.
Al parecer, el informe de los
técnicos de la ONU proviene de trabajos de campo realizados en países como
Guinea, Sierra Leona o Liberia. El dossier señala que trabajadores de más de cuarenta ONGs de la ONU habrían desarrollado
relaciones de explotación y abuso sexual con personas desfavorecidas e incluso
niños refugiados.
Los trabajadores de las ONGs
aparecen en el informe como «responsables directos de la explotación sexual que han sufrido numerosas personas en distintos campos de
refugiados y zonas de conflicto».
Según los técnicos que elaboraron el documento, «la
asistencia humanitaria fue empleada como excusa para cometer estos abusos».
La práctica más generalizada
consistía, al parecer, en intercambiar
comida, bebida o colchones a cambio de mantener relaciones sexuales. En
Guinea, por ejemplo, los trabajadores de las ONGs obligaban a las mujeres a
acostarse con ellos a razón de una relación íntima por cada kilo de comida
entregado. Según el dossier, «no pocas familias se
vieron en la tesitura de permitir que sus hijas pequeñas fuesen explotadas de
esta forma para poder sobrevivir en un contexto tan complejo».
Entre las ONGs implicadas
aparecen agencias de la ONU como UNHCR (ACNUR), dedicada
a los refugiados, o WFP (Programa Mundial de Alimentos),
centrada en la mejora del abastecimiento alimentario. También Save the Children o Médicos sin Fronteras aparecen en el
listado de la quincena de entidades que fueron citadas por el informe de 2001
pero no fueron apartadas de los proyectos de cooperación que coordina la ONU.
Según The Times, las alegaciones siguieron su curso
en años posteriores, de modo que se
llegó a manejar una lista compuesta por 67 acusados. Sin embargo, el número de despidos fue inferior a una
decena y, peor aún, la ONU y las ONGs no presentaron ninguna querella
contra estos trabajadores.
Esta impunidad explica que,
después de otra investigación, la ONU encontrase al menos 43 casos de abuso sexual reiterado en distintos países
del África occidental. Pese a todo ello, el Alto Comisionado para los
Refugiados afirmó en 2005 que «no hay pruebas
contundentes» de que exista una cultura del abuso en el mundo de la «ayuda al desarrollo».
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