Muchas cosas de tu
pasado y de tu presente, fueron y son una preparación que Dios permitió para
que estés listo en alcanzar mayores sueños. No reniegues de tus actividades, se
eficiente en tu trabajo, porque vienen mayores desafíos y victorias.
1 Samuel 17 del 35-36 dice: “yo
lo persigo con un palo y rescato el cordero de su boca. Si el animal me ataca,
lo tomo de la quijada y lo golpeo hasta matarlo. Lo he hecho con leones y con
osos, y lo haré también con este filisteo pagano, ¡porque ha desafiado a los
ejércitos del Dios viviente!”. Cuando David se ofreció ante el Rey Saúl
para derribar a Goliat, éste le dijo que era un muchacho joven y que no podría
hacerlo, pero David le respondió que si bien nunca había luchado contra un
guerrero gigante, sí había derribado osos y leones defendiendo las ovejas de su
padre. Ésto nos muestra que todas las cosas que sucedieron en nuestro pasado, o
están sucediendo ahora, son una preparación que estamos viviendo para tiempos
de mayores desafíos. Tal vez sientas que el trabajo o las actividades que haces
no son de gran importancia, pero debes dejar de pensar así, porque para llegar
a mayores metas, debes ser adiestrado, nada es casualidad para los hijos de
Dios, el Señor ha permitido lo que has vivido, y lo que estás viviendo ahora,
con el fin de entrenarte para derribar un gran gigante y alcanza un gran sueño.
Hagamos
juntos esta oración:
“Dios Padre, gracias por
entrenarme en todo lo que me sucedió en el pasado y lo que hago en presente. Me
esforzaré en dar lo mejor de mí para ser
eficiente y alcanzar un sueño mayor, lo creo y declaro en el nombre de Jesús.
Amén”
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