Para preparar el corazón a la
Navidad.
En los últimos años la
Santísima Virgen se ha referido a la Navidad y al nacimiento de Jesús en
repetidas oportunidades a varios videntes, ¿y qué información mas acreditada
podemos obtener?
Hace alrededor algo más de 20
años y en la misma ventada de tiempo, María habló de este tema con videntes de
Medjugorje y con Gladys Quiroga de Motta, la vidente de Nuestra Señora del
Rosario de San Nicolás.
LA INFORMACIÓN QUE COMPARTIÓ
MARÍA CON LOS VIDENTES DE MEDJUGORJE
Mientras corría el año 1984,
les informó que el día del Bimilenario de su nacimiento era el 5 de agosto de
1984.
VISIÓN DE CÓMO VIVIÓ MARÍA EL
NACIMIENTO DE JESÚS
Aquel mismo año, una de las videntes extraoficiales
de Medjugorje, Jelena, tuvo la siguiente
visión de la Navidad, el 25 de diciembre:
“La Virgen
me había prometido el 22 de diciembre, que el 25 me iba a mostrar cómo vivió la
Navidad;
y tuve la siguiente visión:
Al
inicio vi un ángel, que luego desapareció. De inmediato todo se
volvió oscuridad y de la oscuridad, poco a poco, apareció un cielo estrellado.
En el horizonte vi a alguien que se acercaba.
Era
san José con un bastón en la mano. Caminaba sobre una calle empedrada y en el fondo,
hacia donde se dirigía, vi varias casitas iluminadas. Al lado suyo, vi un mulo,
y sobre él, vi a la Virgen muy triste, mientras le
decía a José: “Estoy muy cansada.
Mucho desearía que alguien nos hospedara esta noche”.
Y José contesto: “Allí hay casas. Pediremos allí”.
Al acercarse a la primera casa, José llamó a la
puerta. Alguien le abrió, pero apenas vio a José y María,
cerró inmediatamente la puerta. Esta escena se repitió varias veces. Y en algún caso,
para incitarle a María y a José que no llamaran a las puertas mientras se
dirigían hacia sus casas, llegaron hasta a apagar las luces interiores.
Ambos
estaban muy tristes, y José particularmente estaba muy adolorido,
confundido y turbado por todos estos rechazos. María en medio de su tristeza lo
animó diciéndole:
“¡José: conserva la paz!, ¡el
día de la alegría ha llegado! Sin embargo, ahora deseo orar contigo porque hay
mucha gente que no le permite a Jesús nacer!”
Después de haber orado, María dijo: “¡José, mira: allá abajo hay un establo! En verdad
allí no duerme ninguno. Seguramente está abandonado”.
Y de esta manera se dirigieron hacia allá. Adentro hay un mulo y llevan también el suyo
delante del pesebre.
Entonces, José recoge un poco de leña para encender
el fuego. Luego coloca un poco de paja; pero el fuego se apaga inmediatamente,
porque tanto la leña como la paja estaban sumamente húmedas. Mientras tanto, María, busca como calentarse cerca de los mulos.
Sucesivamente, se me presentó una segunda escena.
El establo, que hasta ahora estaba poco iluminado,
de pronto se iluminó como si fuera de día. Y de momento, cerca de María, vi al Niño Jesús recién nacido, mover las manitas y
los piececitos. Tiene un rostro
sumamente dulce; parece que ya sonríe.
El
cielo, por otra parte, se llena de muchas estrellas luminosas. Arriba del
establo vi dos ángeles que llevaban en
la mano algo parecido a una bandera grande, sobre la cual
estaba escrito “¡Te
glorificamos, oh Señor!”
Sobre estos dos ángeles, había un enorme ejército celestial que cantaba y glorificaba
a Dios.
Luego, algo distante del establo, vi un grupo de pastores que cuidaba su rebaño. Están cansados y algunos ya
dormían. Y he aquí que un ángel se les
acerca
y
les dice: “Pastores escuchen la buena nueva: ¡Hoy Dios ha
nacido en medio de ustedes! Lo encontrarán recostado en el pesebre de aquel
establo. Sepan que lo que les digo es cierto”.
De inmediato los pastores se dirigieron hacia el
establo y, habiendo encontrado a Jesús,
se arrodillaron y le ofrecieron sencillos dones. María les agradece con dulzura y agrega: “Les agradezco por
todo, sin embargo, ahora quisiera orar
con ustedes porque muchos no quisieron acoger a Jesús que estaba por nacer”.
Después de esto, desapareció instantáneamente esta
segunda escena y apareció la tercera.
Vi en Jerusalén a los
Magos
que
preguntaban por Jesús, pero nadie sabía darles información al respecto; hasta
que vieron levantarse de nuevo la estrella cometa que los guiaba hasta el
establo de Belén.
Extasiados y conmovidos, observan al Niño Jesús, se inclinan rostro en tierra para adorarlo
profundamente y luego le ofrecen dones preciosos. María les
agradece y les dijo luego: “Ahora deseo orar
con ustedes porque muchos hombres no quisieron adorar a Jesús”.
Hasta aquí la narración de la Navidad según Jelena.
TEMAS PARA MEDITAR PARA LA
NOVENA DE NAVIDAD
Ese
mismo año, el 15 de diciembre, la Virgen sugirió los siguientes temas de
meditación para los días de la Novena de la Navidad.
1 . Abran sus corazones,
porque Jesús quiere habitar en ellos después de Navidad.
2 . Acojan la Navidad con alegría.
3 . Purifíquense para la Navidad.
4 . De ahora en adelante, permitan que Jesús ocupe el primer lugar en sus corazones.
5 . Permitan que sólo Jesús los colme de alegría.
6 . Permitan que el amor esté presente en cada una de sus palabras.
7 . Nace el Hombre – Dios que desea el mundo unido.
8 . Vivan en Jesús.
9 . No se aparten de la Navidad.
2 . Acojan la Navidad con alegría.
3 . Purifíquense para la Navidad.
4 . De ahora en adelante, permitan que Jesús ocupe el primer lugar en sus corazones.
5 . Permitan que sólo Jesús los colme de alegría.
6 . Permitan que el amor esté presente en cada una de sus palabras.
7 . Nace el Hombre – Dios que desea el mundo unido.
8 . Vivan en Jesús.
9 . No se aparten de la Navidad.
MENSAJES DE NAVIDAD LOS
VIDENTES DE MEDJUGORJE
A continuación, algunos mensajes de aquel mismo año
1984 sobre la Navidad
16
de diciembre:
“¡Queridos hijos: procuren que de la iglesia emane la fragancia de
Navidad!
¡Y
que la Navidad esté ya en los peldaños de su casa! Purifiquen sus corazones, de
manera que estén listos para recibir a Jesús en Navidad. ¡No permitan que las cosas materiales tomen la
delantera sobre la Navidad de Jesús! Queridos hijos, Jesús
nace: ¡recíbanlo con un corazón alegre!”.
21
de diciembre:
“Queridos hijos: deseo que ustedes sean como una flor que florece en
Navidad para Jesús; una flor que no se marchitará, y que nunca cesará
de florecer aun cuando la Navidad halla pasado. Deseo que sus corazones sean
como los pastores de Belén delante del pesebre de Jesús”.
25 de diciembre:
25 de diciembre:
“¡Deseo que esta sea para ustedes una Navidad
luminosa!”.
MENSAJES DE NAVIDAD DE LA
VIRGEN EN SAN NICOLÁS
En la misma ventana de tiempo, la vidente Gladys
Quiroga de Motta recibió mensajes de María sobre la Navidad.
PREPARACIÓN PARA LA NAVIDAD
7
de diciembre 1986:
“Mis queridos hijos, en la Novena de este mes: Orad, id preparando vuestros corazones para recibir
Navidad.
Benditos los que lo hagáis. ¡Esta Madre tiene tanto para daros, Amor, Gracia y Bendición!
¡Venid, ved a la Madre, venid, ved a su Niño!.
Alabado sea mi Divino Hijo.”
Benditos los que lo hagáis. ¡Esta Madre tiene tanto para daros, Amor, Gracia y Bendición!
¡Venid, ved a la Madre, venid, ved a su Niño!.
Alabado sea mi Divino Hijo.”
9
de diciembre 1987:
“Mi amada hija: Dios,
obra maravillas en sus criaturas. Así obró en Mí, Su Espíritu, al engendrar a
Mi Hijo,
Mi
Único Hijo, a quien acuné en Mi Purísimo Seno Maternal, durante nueve meses.
Este Hijo, que, como aquella noche en Belén, quiere ser hoy, recibido con humildad, pero también, con el amor que son capaces de dar los hombres.
En esta novena, deben prepararse los corazones; en la oración, en la confesión y en la Santa Comunión, para recibir debidamente, al Hijo de Dios.
Es ésta, la hora de demostrar el hombre, el amor a Cristo y de entregarse, por amor a Cristo.
Amén, amén.
Que este mensaje, llegue a todos tus hermanos.”
Este Hijo, que, como aquella noche en Belén, quiere ser hoy, recibido con humildad, pero también, con el amor que son capaces de dar los hombres.
En esta novena, deben prepararse los corazones; en la oración, en la confesión y en la Santa Comunión, para recibir debidamente, al Hijo de Dios.
Es ésta, la hora de demostrar el hombre, el amor a Cristo y de entregarse, por amor a Cristo.
Amén, amén.
Que este mensaje, llegue a todos tus hermanos.”
7
de diciembre 1987:
“Hija: Mi Corazón de Madre, latió siempre junto a Mi Amado Hijo, desde el
momento mismo de la Anunciación. Mi Corazón, se inundó de dicha, el Día de Su
Nacimiento, aun cuando su cuna, fue un pesebre en un pobre establo.
Mi Corazón, lo acompañó en Su predicación a sus discípulos, porque donde se encontraba Mi Hijo, estaba Mi Corazón de Madre.
Mi Corazón, se sobrecogió de dolor, cuando lo vi muerto en la Cruz; Mi pobre Corazón se angustia hoy, por las almas que se pierden, que permanecen ajenas al pedido de conversión, que hace Cristo Jesús a los hombres.
En todo momento estuve con Él y como El, pido amor a los corazones.
Sí, que lo amen, con verdadera humildad y con sincero amor.
Amén, amén.”
Mi Corazón, lo acompañó en Su predicación a sus discípulos, porque donde se encontraba Mi Hijo, estaba Mi Corazón de Madre.
Mi Corazón, se sobrecogió de dolor, cuando lo vi muerto en la Cruz; Mi pobre Corazón se angustia hoy, por las almas que se pierden, que permanecen ajenas al pedido de conversión, que hace Cristo Jesús a los hombres.
En todo momento estuve con Él y como El, pido amor a los corazones.
Sí, que lo amen, con verdadera humildad y con sincero amor.
Amén, amén.”
MARÍA CUENTA EL NACIMIENTO DE
JESÚS
23
de diciembre 1984:
“Vosotros recordáis el nacimiento de mi adorado
Hijo con amor, con mucho más amor lo recuerdo Yo, que nació de mis entrañas, sin saber el dolor que me
esperaba y sin conocer su gran Cruz.
Con todo mi sufrimiento jamás dude del Amor de Dios, jamás me sentí desamparada, porque me hizo comprender, que a pesar del pecado del hombre, de las ofensas del hombre hacia Dios, Él no lo abandona, por el contrario, dio en Cristo su respuesta de Amor, de eterno Amor.
Hijos míos, tenéis que recibir al Señor, cuando vuestro corazón sienta que llega, no lo rechacéis.
A la Navidad la deberéis llevar siempre dentro vuestro, ya que es la llegada del Salvador, de vuestra salvación.
Aleluia.
Quiera Dios haceros ver en profundidad su Amor.”
23 de diciembre 1985:
Con todo mi sufrimiento jamás dude del Amor de Dios, jamás me sentí desamparada, porque me hizo comprender, que a pesar del pecado del hombre, de las ofensas del hombre hacia Dios, Él no lo abandona, por el contrario, dio en Cristo su respuesta de Amor, de eterno Amor.
Hijos míos, tenéis que recibir al Señor, cuando vuestro corazón sienta que llega, no lo rechacéis.
A la Navidad la deberéis llevar siempre dentro vuestro, ya que es la llegada del Salvador, de vuestra salvación.
Aleluia.
Quiera Dios haceros ver en profundidad su Amor.”
23 de diciembre 1985:
“Veo a la Santísima Virgen y me dice, muy
suavemente:
“Hija, hoy te revelaré el
nacimiento de mi amado y dulcísimo Hijo.
Salió de mi vientre, de la misma manera que fue introducido, quiero decir, sin ser tocado.
Nació impulsado por el Espíritu del Señor Todopoderoso. No sentí ningún dolor, sólo sentí que mi vientre se abría y se cerraba, mas fue sólo una sensación, porque no me quedó rastro alguno, quedando Yo intacta como antes.
Ese fue su maravilloso nacimiento, por la Gracia de Dios Padre.
Amén.”
Salió de mi vientre, de la misma manera que fue introducido, quiero decir, sin ser tocado.
Nació impulsado por el Espíritu del Señor Todopoderoso. No sentí ningún dolor, sólo sentí que mi vientre se abría y se cerraba, mas fue sólo una sensación, porque no me quedó rastro alguno, quedando Yo intacta como antes.
Ese fue su maravilloso nacimiento, por la Gracia de Dios Padre.
Amén.”
4
de octubre 1986:
“¡Hija, no
sabes cuántos padecimientos sufrimos con mi esposo José! Tan pobres de
amigos y de abrigos para cobijarnos, sólo
nos acompañaba la intemperie y luego, ese establo que se convirtió en cuna para
mi Hijo y asilo para nosotros.
Esa noche, que se perfilaba triste y silenciosa, fue para José y para Mí, la más hermosa; también lo sería para el mundo, ya que ahí nacía el Salvador de los hombres, el Justo entre los justos y el Señor por sobre todo.
Ora mi querida hija, para que el mundo lo conozca, porque a pesar de todo, de los siglos, no es conocido el Señor y mientras esto no ocurra, padecerá el hombre.
Triste fin se procura éste, siendo que Dios tiene reservado para el cristiano, un hermoso despertar, un comienzo de vida nueva con Cristo y en Cristo.
Alabado siempre sea el Señor.”
Esa noche, que se perfilaba triste y silenciosa, fue para José y para Mí, la más hermosa; también lo sería para el mundo, ya que ahí nacía el Salvador de los hombres, el Justo entre los justos y el Señor por sobre todo.
Ora mi querida hija, para que el mundo lo conozca, porque a pesar de todo, de los siglos, no es conocido el Señor y mientras esto no ocurra, padecerá el hombre.
Triste fin se procura éste, siendo que Dios tiene reservado para el cristiano, un hermoso despertar, un comienzo de vida nueva con Cristo y en Cristo.
Alabado siempre sea el Señor.”
MENSAJES DE NOCHEBUENA
24
de diciembre 1983:
“Hoy vosotros, la familia cristiana, celebráis la
venida del Mesías; eso me llena de gozo, pero más sería mi alegría, al saber
que todos los días de vuestra vida, de aquí en más, os acordaréis del Señor.
Él sabe de vuestras necesidades y en su justa medida; dad vuestra vida por El como El dio la suya por el mundo. Benditos sean los que están con el Señor.
Leed: Salmo 18, 3-4; Salmo 86, entero.”
Él sabe de vuestras necesidades y en su justa medida; dad vuestra vida por El como El dio la suya por el mundo. Benditos sean los que están con el Señor.
Leed: Salmo 18, 3-4; Salmo 86, entero.”
24
de diciembre 1984:
“Vuestra relación con Dios la debéis mantener
siempre en una total armonía. Pobres los hijos que no deseen hacerlo, sus
corazones son semejantes a piedras.
Entended, mi boca habla para que entendáis, quiero que este día, en que la generosidad de Dios se ofrece, lo aprovechéis para purificar vuestros espíritus.
Gloria al Altísimo.”
Entended, mi boca habla para que entendáis, quiero que este día, en que la generosidad de Dios se ofrece, lo aprovechéis para purificar vuestros espíritus.
Gloria al Altísimo.”
24
de diciembre 1985:
“Estaba yo rezando una decena del Santo Rosario,
cuando llego al Gloria veo a la Santísima Virgen sola.
Siento su voz acompañándome en la oración, en actitud de súplica con sus manos juntas, mirando hacia abajo, rezando lentamente, al mismo ritmo que yo.
Luego me dice: “Sí hija mía, así se debe orar, sin prisa, meditando. Es corto todo el tiempo para glorificar a Dios, entonces, alabadlo sin descanso.
Bendito el Señor del universo.”
Siento su voz acompañándome en la oración, en actitud de súplica con sus manos juntas, mirando hacia abajo, rezando lentamente, al mismo ritmo que yo.
Luego me dice: “Sí hija mía, así se debe orar, sin prisa, meditando. Es corto todo el tiempo para glorificar a Dios, entonces, alabadlo sin descanso.
Bendito el Señor del universo.”
24
de diciembre 1986:
“Acompañadme
en esta Santa Noche con vuestra oración, recordad
conmigo el nacimiento de mi amado Jesús.
Humilde nacimiento, más no carente de amor, ya que con mi esposo José le dábamos todo nuestro amor, desde ese momento y para siempre.
Hijos míos, entregad con vuestra oración, también vuestro corazón.
Aleluia.”
Humilde nacimiento, más no carente de amor, ya que con mi esposo José le dábamos todo nuestro amor, desde ese momento y para siempre.
Hijos míos, entregad con vuestra oración, también vuestro corazón.
Aleluia.”
24
de diciembre 1987:
“Digo a mis hijos: Adorad conmigo a Mi Niño, permaneced juntos conmigo en esta Nochebuena,
orando, no permitiendo que nada se interponga entre Él y vosotros.
Prometed amarlo, hoy y siempre y recibiréis la Bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Gloria al Salvador.”
Prometed amarlo, hoy y siempre y recibiréis la Bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Gloria al Salvador.”
24
de diciembre 1988:
“Hija mía: Ya estáis en espera de la llegada de Mi
Niño y así como estoy Yo, junto a vosotros, así los quiero juntos Conmigo en
esta Noche de Júbilo, Noche de Amor y de Paz.
Fueron las nuestras, horas de la más Dulce Espera, en ese crudo invierno.
El frío nos traspasaba a José y a Mí; estábamos despojados de toda comodidad; pequeño era nuestro equipaje, muy escaso nuestro abrigo.
En ese pobre ambiente Nació Jesús, pero en una deliciosa Paz.
En los primeros momentos, envuelto en unos pañales y un Sayal, fue colocado por Mí, en el Pesebre, luego lo acuné entre Mis brazos.
A El, le bastaba tan sólo Mi calor Maternal.
Fue allí Adorado por primera vez por José y por su Madre.
Nació pobre pero rico en Amor, porque grande es el Amor que encierra Su Corazón.
Hija, crudo es el invierno para muchas almas, para aquellas que se han rebelado contra Dios.
Es por eso que pido a todas las almas: Oración para reparar las graves ofensas que a Él, le son inferidas.
Gloria al Salvador.”
Fueron las nuestras, horas de la más Dulce Espera, en ese crudo invierno.
El frío nos traspasaba a José y a Mí; estábamos despojados de toda comodidad; pequeño era nuestro equipaje, muy escaso nuestro abrigo.
En ese pobre ambiente Nació Jesús, pero en una deliciosa Paz.
En los primeros momentos, envuelto en unos pañales y un Sayal, fue colocado por Mí, en el Pesebre, luego lo acuné entre Mis brazos.
A El, le bastaba tan sólo Mi calor Maternal.
Fue allí Adorado por primera vez por José y por su Madre.
Nació pobre pero rico en Amor, porque grande es el Amor que encierra Su Corazón.
Hija, crudo es el invierno para muchas almas, para aquellas que se han rebelado contra Dios.
Es por eso que pido a todas las almas: Oración para reparar las graves ofensas que a Él, le son inferidas.
Gloria al Salvador.”
24
de diciembre 1989:
“Velad
Conmigo, en esta Noche tan importante para la humanidad.
Velad Conmigo, y junto a José, mi esposo que, ante cada rechazo, ante cada puerta que se cerraba, más unidos nos encontrábamos.
Frente a tanto hermetismo, frente a tanta frialdad, Nació Mi Niño, contando sólo con nuestro Calor, con nuestro Amor. Es por eso que pido hoy: Velad Conmigo junto a Mi Hijo, Adorándolo, respondiendo con amor, al Amor de Jesús.
Mi Corazón de Madre, no sabe de rencores, no sabe de soberbia, sólo sabe de Amor. Amor hacia los que se rebelan; Amor hacia los corazones aún endurecidos y cerrados.
No quiero hielo en los corazones, quiero amor. El Corazón de Jesús, reclama amor.
Las Glorias sean al Salvador.
Predícalo a todos tus hermanos.”
Velad Conmigo, y junto a José, mi esposo que, ante cada rechazo, ante cada puerta que se cerraba, más unidos nos encontrábamos.
Frente a tanto hermetismo, frente a tanta frialdad, Nació Mi Niño, contando sólo con nuestro Calor, con nuestro Amor. Es por eso que pido hoy: Velad Conmigo junto a Mi Hijo, Adorándolo, respondiendo con amor, al Amor de Jesús.
Mi Corazón de Madre, no sabe de rencores, no sabe de soberbia, sólo sabe de Amor. Amor hacia los que se rebelan; Amor hacia los corazones aún endurecidos y cerrados.
No quiero hielo en los corazones, quiero amor. El Corazón de Jesús, reclama amor.
Las Glorias sean al Salvador.
Predícalo a todos tus hermanos.”
25
de diciembre 1984:
“Hijos míos, abrid vuestros ojos y levantad la
mirada, que aquí está vuestra Madre. Quien
descubra mi Corazón en Él se verá reflejado.
Que el Espíritu del Señor os acompañe eternamente, rogad para que así sea.”
Veo una antorcha, la llama es rosada y alrededor celeste.
La Virgen me dice: “Hija, ya mi llama no se extinguirá, porque es la llama del Amor. Amén. Amén.”
Que el Espíritu del Señor os acompañe eternamente, rogad para que así sea.”
Veo una antorcha, la llama es rosada y alrededor celeste.
La Virgen me dice: “Hija, ya mi llama no se extinguirá, porque es la llama del Amor. Amén. Amén.”
25
de diciembre 1985:
“Hijos míos: Recibid
este día jubilosamente.
Id haciendo crecer a Jesús dentro de vuestros corazones, con infinito amor, con ese infinito Amor que El siente por vosotros.
Os lo pido.
Gloria al Señor.”
Id haciendo crecer a Jesús dentro de vuestros corazones, con infinito amor, con ese infinito Amor que El siente por vosotros.
Os lo pido.
Gloria al Señor.”
25
de diciembre 1986:
“Celebrad con esperanza, con fe y con alegría este
día.
Uníos a esta Madre; que éste mi gozo sea vuestro gozo, que junto a María despertéis, que junto a María reviváis, que el Mensaje de María no se diluya y en vosotros, mi amor quedará encendido.
Mi dulce y adorado Hijo alumbrará a este mundo en tinieblas.
La Madre os lo dice.
Amén, amén.”
Uníos a esta Madre; que éste mi gozo sea vuestro gozo, que junto a María despertéis, que junto a María reviváis, que el Mensaje de María no se diluya y en vosotros, mi amor quedará encendido.
Mi dulce y adorado Hijo alumbrará a este mundo en tinieblas.
La Madre os lo dice.
Amén, amén.”
25
de diciembre 1988:
“Es éste, un día de regocijo y de bienestar
espiritual.
El Amor de Cristo, alcanza a todos los hombres; recibidlo con la oración por Él, esperada.
Contra el desprecio, Él, da Amor; contra la blasfemia, Él, da Amor; contra la injusticia, Él, da Amor.
Combatid también vosotros con Cristo, dando amor a manos llenas.
Vino Jesús al mundo por Amor y Su Segunda Venida será también por Amor, para Gloria Suya.
Abrid vuestros corazones y dejadlo entrar.
Aleluia.
Hazlo conocer hija mía.”
El Amor de Cristo, alcanza a todos los hombres; recibidlo con la oración por Él, esperada.
Contra el desprecio, Él, da Amor; contra la blasfemia, Él, da Amor; contra la injusticia, Él, da Amor.
Combatid también vosotros con Cristo, dando amor a manos llenas.
Vino Jesús al mundo por Amor y Su Segunda Venida será también por Amor, para Gloria Suya.
Abrid vuestros corazones y dejadlo entrar.
Aleluia.
Hazlo conocer hija mía.”
Foros de la
Virgen María
No hay comentarios:
Publicar un comentario