En el 2017 habrá
una Señal Astronómica en el Cielo similar a la Estrella de Belén ¿Una
coincidencia astronómica justo en el 100º aniversario de Fátima? En 2017
veremos la constelación de Virgo, con la salida del sol directamente detrás de
ésta (la Mujer vestida del sol). Estos eventos serán visibles durante el
centésimo aniversario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima en 1917
Este fascinante hecho astronómico parecería que es
similar al que produjo la el fenómeno de la Estrella de Belén que guio a los
Reyes Magos, y tan extraordinario que hace 2000 años no se producía.
¿Qué significa
esto? ¿Podrá suceder algo importante enviado del Cielo? ¿Tendrá que ver con el
Aviso y el Milagro profetizados? A estar atentos, en oración, y en
discernimiento.
¿SI DIOS HOY NOS ENVIARA UNA
SEÑAL, NOS PERCATARÍAMOS DE ELLA?
¿Si Dios,
como lo ha hecho anteriormente, nos enviara una señal celestial, augurio
de grandes y terribles eventos, nos percataríamos de ella?
¿Estamos, como tantos otros anteriores a nosotros,
tan ocupados con nuestra cotidianeidad
que ya no nos molestamos en mirar hacia Arriba?
¿Y si Dios nos enviara hoy una señal, podríamos notarla?
Y si lo hiciéramos, ¿nos importaría o simplemente la ignoraríamos tomándola como alguna
tonta superstición?
¿Y si te dijera que está por venir un evento
astronómico que es un símil fiel de una señal del Libro de la Revelación
(Apocalipsis), sorprendentemente preciso, tanto en su contexto como en su
momento? ¿Mirarías hacia arriba?
Recuerda esto: “Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la
luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está
encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz.
Y apareció otra
señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas.
Su cola arrastra la
tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se detuvo delante de la
Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz.
La mujer dio a luz
un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios
y hasta su trono.” (Apocalipsis 12:
1-5)
LA ESTRELLA DE BELÉN
Nosotros tomamos como una parte establecida e
indiscutible de nuestra fe, que hace
2000 años Dios utilizó un acontecimiento astronómico para comunicarse con el
hombre: la Estrella de Belén.
Muchas personas ahora, al imaginarse la gran
Estrella de Belén, si se la imaginan en plenitud, piensan que era muy obvio para todos que se apareció para enviar a
los Reyes Magos en un largo viaje para encontrar al Rey prometido.
Sabemos que la versión de los acontecimientos no es
un error, ya que cuando los Reyes Magos llegaron a Jerusalén, a sólo 8
kilómetros de Belén, tuvieron que
explicar qué fue lo que vieron y por qué lo interpretaron en la forma en que lo
hicieron.
El rey Herodes, su
corte, y el resto de Jerusalén eran ignorantes de los acontecimientos sobre la Estrella de Belén.
Los habitantes de Jerusalén, como nosotros hoy,
estaban muy ocupados proveyendo para
sus familias y en sus deberes cotidianos.
A pesar de que esta gran señal anunciaba el nacimiento del Salvador, el mismo
Hijo de Dios, pasaba por encima de sus cabezas, ni se dieron cuenta, ni les
importó.
Para comprender el contexto adecuado del potencial
de la señal de Apocalipsis 12, es menester examinar más a fondo la Estrella de Belén.
¿Qué fue la Estrella de Belén y cómo la vieron los
Reyes Magos cuando nadie más la vio? La respuesta corta es que los Magos estaban prestando atención.
Es
muy convincente que la Estrella de Belén estuvo dentro de una serie de eventos astronómicos regulares que
involucraron conjunciones raras que simbólicamente indicaban el nacimiento de
un rey.
Es importante tener en cuenta que, enfáticamente, ésto no es astrología.
La Enciclopedia Británica define la astrología así: “… Tipo
de adivinación que consiste en la
predicción de eventos humanos y terrestres a través de la observación y
la interpretación de los astros fijos, el Sol, la Luna y los planetas. Tales
fanáticos creen que comprender la influencia de los planetas y los astros en
temas terrenales les permite, tanto predecir como afectar el destino de los
individuos, los grupos y las naciones”.
La Iglesia Católica
condena explícitamente, tanto la
astrología, como toda forma de adivinación (CIC 2116).
Pero las
señales como la Estrella de Belén no son adivinación del destinoque
predicen los astros, sino astronomía y simbología normales, con la idea de que
Dios a veces utiliza Su creación para comunicarse con el hombre. La Biblia está
repleta de ejemplos que explican lo anterior. Esto es lo que se denomina Astronomía Sagrada.
El Salmo 19 dice:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el
firmamento; el día al día comunica el mensaje, y la noche a la noche trasmite
la noticia.
No es un mensaje, no hay palabras, ni
su voz se puede oír; más por toda la tierra se adivinan los rasgos, y sus giros
hasta el confín del mundo”. (Salmo 19: 1-4)
San Pablo cita
directamente este Salmo en Romanos, al aclarar que los judíos tenían conocimiento de que el Mesías había
llegado.
“Por tanto, la fe viene de la
predicación, y la predicación, por la Palabra de Cristo. Y pregunto yo: ¿Es que
no han oído? ¡Cierto que sí! Por toda
la tierra se ha difundido su voz y hasta los confines de la tierra sus palabras” (Romanos 10: 17-18)
Pablo claramente dice que los judíos tenían
conocimiento del Mesías porque el cielo se lo dijo así.
Obviamente Pablo no está justificando la astrología, sino indicando que Dios
puede y de hecho a veces utiliza los cielos para anunciar Sus planes.
¿QUÉ FUE LA ESTRELLA DE BELÉN?
Es convincente decir que la Estrella de Belén fue
una serie deacontecimientos
astronómicos con simbolismo significativo. Más detalles en BethlehemStar.net.
En los años 3/2 aC, se produjo una rara conjunción
triple de Júpiter (el planeta rey, a través de su movimiento retrógrado) y de
Regulus (el astro rey).
Los
Reyes Magos probablemente leyeron esta rara conjunción triple como si hubiera
sido un letrero gigante de neón
parpadeando en el cielo diciendo REY-REY-REY.
Todo esto comenzó
en el año nuevo judío y dentro de la constelación de Leo (el león, símbolo de la tribu de Judá). Por lo
tanto, simbolizó en gran medida al rey judío de la tribu de Judá; una clara
indicación para aquellos que estaban familiarizados con el Mesías.
Además, surgiendo
justo detrás de Leo estaba la constelación de Virgo, con el sol y la luna a sus
pies.
Después de esta increíble triple conjunción,
Júpiter comenzó a moverse hacia el oeste en el cielo, que eventualmente entra en conjunción con Venus, un planeta
larga y simbólicamente asociado con la maternidad.
La conjunción del planeta rey y el planeta de la
maternidad estaban tan cerca uno del otro, que ningún hombre vivo había visto
nunca nada igual y juntos formaron el objeto más brillante en el firmamento.
Todo este simbolismo de un rey judío de Judá y de una Virgen fue suficiente para que los bien
versados Magos se pusieran en movimiento hacia Jerusalén, pero en cambio
se puede entender por qué el ciudadano común de Jerusalén no lo viera.
Júpiter
continuó su movimiento hacia el oeste en el cielo hasta que finalmente se
detuvo. Cuando se detuvo (como se ve
desde Jerusalén), lo hizo en el sur, directamente sobre el pequeño pueblo de
Belén, el 25 de diciembre del año 2 antes de Cristo.
Esto ahora puede
verse fácilmente con programas modernos sobre astros, que le pueden mostrar el cielo nocturno en
cualquier fecha en la historia y desde cualquier perspectiva. El surgimiento de
este tipo de programas informáticos ahora, nos permite mirar no sólo el pasado,
sino el futuro en los cielos.
LO QUE SUCEDERÁ A PARTIR DEL
20 DE NOVIEMBRE DE 2016
Volvamos a los primeros versículos de Apocalipsis
12.
“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la
luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está
encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz”.
El autor del Apocalipsis indica claramente que esta
visión es una señal en el cielo.
¿Qué
vemos en el cielo de un futuro próximo?
El 20 de noviembre
de 2016, comenzará un evento astronómico que durará nueve meses y medio, y que
culminará en sorprendente coincidencia con la visión de Apocalipsis 12.
Todo indicaría a su vez que este evento
astronómico, en todos sus detalles, será único en la historia del hombre.
El 20 de noviembre de 2016, Júpiter (el planeta
rey) entra en el cuerpo (vientre) de la constelación de Virgo (la Virgen).
Júpiter, debido a su movimiento retrógrado, pasará
los siguientes 9 meses y medio dentro del vientre de Virgo. Este período corresponde al período normal de
gestación de un bebé tardío.
Después de 9 meses y medio, Júpiter saldrá del
vientre de Virgo. Al salir de Júpiter (nacimiento), el 23 de septiembre de
2017, veremos la constelación de Virgo
(la mujer vestida del sol), emergiendo directamente detrás de éste.
A los pies de Virgo, nos encontramos con la luna. Y
sobre su cabeza se encuentra una corona de doce estrellas, formada por las
habituales nueve estrellas de la constelación de Leo con la adición de los
planetas Mercurio, Venus y Marte.
Ésta es, verdaderamente y hasta donde podemos
determinar, una única serie de eventos
con un grado sorprendente de coincidencia con la visión de Apocalipsis 12.
Así que, ¿qué
significa este hecho astronómico?
LO QUE NOS PUEDE DECIR ESTE
EVENTO ESTELAR
La respuesta obvia y veraz es simplemente que no lo
sabemos. Pero no significa que no podamos especular.
Lo
que pasa es que estos eventos sucederán
y serán evidentes durante el 100º aniversario de las apariciones de “la mujer
vestida del sol”, Nuestra Señora de Fátima que se apareció en 1917.
La culminación de estos eventos astronómicos se
producirá justamente 3 semanas antes del 100º aniversario del gran milagro de
Fátima, “la danza del sol” (otra señal celestial), un
evento que fue presenciado por muchos miles de personas.
En el siglo que ha seguido a este gran evento, hemos visto que las advertencias de la Virgen
se han hecho realidad con sorprendente precisión.
Pero lo que posiblemente no sepamos es que en la
misma historia de Fátima hay indicios
de que el período de 100 años podría ser significativo.
En agosto de 1931, la
Hermana Lucía visitó a un amigo en Rianjo, España.
Allí, Nuestro
Señor se apareció a la Hermana Lucía y Él se quejó que a las peticiones de Su madre no se les había prestado
atención, diciendo:
“Haz saber a Mis ministros, ya que siguen el ejemplo del Rey de Francia
retrasando la ejecución de Mi mandato, que ellos le van a seguir en la
aflicción. Nunca es demasiado tarde para recurrir a Jesús y a María”.
Y de nuevo en otro texto, la Hermana Lucía citó a
Nuestro Señor:
“¡Ellos no
quisieron hacer caso a mi petición! … Al igual que el rey de Francia, se
arrepentirán de ello, y lo harán, pero será tarde. Rusia ya habrá propagado sus errores
en el mundo, provocando guerras y persecuciones contra la Iglesia. El Santo
Padre tendrá mucho qué sufrir”.
Son muy interesantes esas referencias al rey de
Francia, ya que es una alusión
explícita a las peticiones del Sagrado Corazón dadas, a través de Santa
Margarita María de Alacoque el 17 de junio 1689, al Rey de Francia.
El rey Luis XIV y
sus sucesores no hicieron caso a la petición de Nuestro Señor de consagrar
públicamente Francia al Sagrado Corazón de Jesús. Como resultado, el 17 de junio de 1789, cien años después del día después de la solicitud, surgió la Asamblea
Nacional de la Revolución Francesa, que se declaró como el gobierno de
Francia y despojó al rey de su poder. Más tarde, el rey perdió la cabeza a causa de la revolución.
No es posible
conocer la relevancia exacta de esta alusión de 100 años o de saber si y cuándo el reloj comenzará a marcar
el tiempo, pero sin duda es interesante y relevante en este contexto.
Por supuesto también, muchos están familiarizados
con la visión del Papa León XIII en la
que supuestamente escuchó que a satanás se le concedieron cien años para tratar
de destruir a la Iglesia.
Inmediatamente después de esta visión, el Papa León
XIII compuso la oración a San Miguel
Arcángel rogándole defendernos en la batalla y ser nuestra defensa
contra la perversidad y acechanzas del demonio.
El Papa León XIII añadió entonces las oraciones
Leoninas al final de la misa,más tarde
suprimidas durante el Concilio Vaticano II.
Vivimos en estos
tiempos tumultuosos en la Iglesia, en los que los fundamentos mismos de la fe, incluso las mismas
palabras y mandatos de Nuestro Salvador son menospreciados e ignorados, es
imposible no recordar la visión del Papa León.
También debemos
señalar que la fecha de inicio del evento astronómico, 20 de noviembre de 2016, es el mismo día en que el Papa Francisco declaró
que el “Año de la Misericordia” llegará a su fin. El mismo día es la
fiesta de Cristo Rey.
En conclusión, sabemos que estos fenómenos
astronómicos muy espectaculares se producirán, pero no podemos estar seguros sobre su importancia sagrada, y si significa
algo respecto al aviso y milagro que ha sido profetizado en las
apariciones de Garabandal y Medjugorje, curiosamente dos apariciones a las que
la Congregación para la Doctrina de la Fe está tratando de quitarles
notoriedad.
No pretendemos predecir el futuro de ningún próximo
evento relacionado con el cumplimiento de las promesas de Fátima. Sólo es el relato de que ahora nos
encontramos en una situación similar a la de los Reyes Magos hace 2000 años.
¿Miraremos al cielo
y diremos: “Está bien Señor, tienes mi atención”?
FUENTES:
Publicado por Unción Católica y Profética
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