jueves, 12 de noviembre de 2015

TRES PUNTOS SOBRE ORACIONES QUE SANAN


Por Tony Lobl; Cuando era adolescente, viví un momento inesperado de consciencia espiritual mientras estaba acostado en la cama, muy preocupado por el diagnóstico de un médico.
Tony Lobl

Aprendí acerca del verdadero poder de la oración al practicar la Ciencia Cristiana.

. No estaba orando, pero de pronto fui consciente de una presencia divina que me amaba. Eso calmó mi preocupación y me llevó a una sanación física. En ese momento, era judío no religioso y quería entender cómo podía ocurrir esa sanación.

A los veintipico, un amigo me regaló una copia de un libro muy fuerte de Mary Baker Eddy sobre la sanación basada en la oración, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, y allí encontré las respuestas que estaba buscando. En todo el libro hay referencias a las Escrituras, que resaltan su mensaje espiritual. Ver la Biblia en ese contexto me llevó a abrirla, leerla y amarla. Ahora practico la Ciencia Cristiana e integro el Comité de Publicación para los medios de comunicación del Reino Unido e Irlanda.

Estas son algunas de las cuestiones fundamentales de la sanación basada en la oración que practico.

1. La oración nos libera de las limitaciones del materialismo. Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; . . . Sacúdete del polvo.” (Isaías 52:1)

La enfermedad se siente muy real, por lo que la compasión es clave para responder a todas las situaciones en que hay problemas de salud. No obstante, la compasión que Jesús y sus primeros seguidores demostraban no era un mero tranquilizante en medio del sufrimiento: en cambio, se vieron aliviados por completo de lo que los aquejaba, sin medicamentos ni ayuda humana.

Jesús alentaba a los necesitados a dejar de limitarse a contemplar sus vidas desde un punto de vista material para reflexionar espiritualmente el carácter de cada uno. Al sanarlos, demostró que la salud es un componente natural de la identidad divina subyacente de cada persona.

2. La restauración de la armonía entre el cuerpo y la mente demuestra nuestra naturaleza espiritual. “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos.” (Hechos, 17:28)

En 1866, después de dedicarse durante décadas a buscar la conexión entre el bienestar espiritual y práctico, Mary Baker Eddy vivió una sanación que la llevó a un gran descubrimiento. Como resultado de ello, las palabras de Pablo adquirieron un significado abarcativo para la fundadora de la Ciencia Cristiana.

En referencia a su sanación, Eddy escribió: “Esa breve experiencia llevaba en sí una vislumbre de la gran realidad que desde entonces he tratado de explicar a los demás, es decir, la Vida en el Espíritu y del Espíritu; siendo esta Vida la única realidad de la existencia.” Miscellaneous Writings 1883-1896

3. La oración basada en la sanación no es pensamiento positivo. “En el centro del corazón más turbulento hay un lugar de paz, un lugar más allá del tiempo que no sufre cambios ni pérdidas. No hay confusión que pueda perturbar la calma, ni sombra que pueda atenuar la luz. Aquí en esta quietud hay descanso y sanación. Ningún sufrimiento, ningún temor pueden dañar su perfección.” (Pam Brown, poeta)

La sanación, según la Ciencia Cristiana, no es pensamiento positivo, visualización, ni la medicina cuerpo-mente que ahora está en boga. En cambio, exige un cambio más profundo en nuestra manera de pensar, exige que pasemos de una percepción material a una percepción espiritual de quiénes somos en verdad.

Tomamos conciencia de que “el reino de Dios” que Jesús dijo que estaba “dentro de nosotros” es tanto la circunferencia como el centro de nuestro ser. Este descubrimiento trae consigo una exigencia divina de vivir de acuerdo con nuestro ser espiritual, expresando el Amor divino.

La ley del amor de Dios es la base de la sanación práctica, sistemática, basada en la oración.

Tony Lobl, blogger de espiritualidad y salud, integra el Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en Reino Unido e Irlanda. Síguelo en Twitter en; @tonylobl

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