Por Tony Lobl; Cuando era
adolescente, viví un momento inesperado de consciencia espiritual mientras
estaba acostado en la cama, muy preocupado por el diagnóstico de un médico.
Tony Lobl
Aprendí
acerca del verdadero poder de la oración al practicar la Ciencia Cristiana.
. No
estaba orando, pero de pronto fui consciente de una presencia divina que me
amaba. Eso calmó mi preocupación y me llevó a una sanación física. En ese
momento, era judío no religioso y quería entender cómo podía ocurrir esa
sanación.
A los
veintipico, un amigo me regaló una copia de un libro muy fuerte de Mary Baker
Eddy sobre la sanación basada en la oración, Ciencia y Salud con la Llave de
las Escrituras, y allí encontré las respuestas que estaba buscando. En todo
el libro hay referencias a las Escrituras, que resaltan su mensaje espiritual.
Ver la Biblia en ese contexto me llevó a abrirla, leerla y amarla. Ahora
practico la Ciencia Cristiana e integro el Comité de Publicación para los
medios de comunicación del Reino Unido e Irlanda.
Estas son
algunas de las cuestiones fundamentales de la sanación basada en la oración que
practico.
1. La
oración nos libera de las limitaciones del materialismo. “Despierta, despierta, vístete de
poder, oh Sion; . . . Sacúdete del polvo.” (Isaías 52:1)
La
enfermedad se siente muy real, por lo que la compasión es clave para responder
a todas las situaciones en que hay problemas de salud. No obstante, la
compasión que Jesús y sus primeros seguidores demostraban no era un mero
tranquilizante en medio del sufrimiento: en cambio, se vieron aliviados por
completo de lo que los aquejaba, sin medicamentos ni ayuda humana.
Jesús
alentaba a los necesitados a dejar de limitarse a contemplar sus vidas desde un
punto de vista material para reflexionar espiritualmente el carácter de cada
uno. Al sanarlos, demostró que la salud es un componente natural de la
identidad divina subyacente de cada persona.
2. La
restauración de la armonía entre el cuerpo y la mente demuestra nuestra
naturaleza espiritual. “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos.”
(Hechos, 17:28)
En 1866,
después de dedicarse durante décadas a buscar la conexión entre el bienestar
espiritual y práctico, Mary Baker Eddy vivió una sanación que la llevó a un
gran descubrimiento. Como resultado de ello, las palabras de Pablo adquirieron
un significado abarcativo para la fundadora de la Ciencia Cristiana.
En
referencia a su sanación, Eddy escribió: “Esa breve experiencia llevaba en sí
una vislumbre de la gran realidad que desde entonces he tratado de explicar a
los demás, es decir, la Vida en el Espíritu y del Espíritu; siendo esta Vida la
única realidad de la existencia.” Miscellaneous Writings 1883-1896
3. La
oración basada en la sanación no es pensamiento positivo. “En el centro del
corazón más turbulento hay un lugar de paz, un lugar más allá del tiempo que no
sufre cambios ni pérdidas. No hay confusión que pueda perturbar la calma, ni
sombra que pueda atenuar la luz. Aquí en esta quietud hay descanso y sanación.
Ningún sufrimiento, ningún temor pueden dañar su perfección.” (Pam Brown,
poeta)
La
sanación, según la Ciencia Cristiana, no es pensamiento positivo,
visualización, ni la medicina cuerpo-mente que ahora está en boga. En cambio,
exige un cambio más profundo en nuestra manera de pensar, exige que pasemos de
una percepción material a una percepción espiritual de quiénes somos en verdad.
Tomamos
conciencia de que “el reino de Dios” que Jesús dijo que estaba “dentro de
nosotros” es tanto la circunferencia como el centro de nuestro ser. Este
descubrimiento trae consigo una exigencia divina de vivir de acuerdo con
nuestro ser espiritual, expresando el Amor divino.
La ley
del amor de Dios es la base de la sanación práctica, sistemática, basada en la
oración.
Tony Lobl, blogger de
espiritualidad y salud, integra el Comité de Publicación de la Ciencia
Cristiana en Reino Unido e Irlanda. Síguelo en Twitter en; @tonylobl
Por: Carmen Olivas
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