REDACCIÓN CENTRAL, 18 Nov. 15 / 03:01 am (ACI).-“Estos rayos
simbolizan las gracias que yo derramo sobre los que las piden”, le dijo Nuestra
Señora de la Medalla Milagrosa a Santa Catalina Labouré cuando le explicaba el
significado de algunos de los símbolos que aparecen en la medalla y que
actualmente millones de fieles llevan con devoción en todo el mundo.
Cercanos a la fiesta de Virgen de la Medalla
Milagrosa, que se celebra cada 27 de noviembre, aquí una novena para
pedir la intercesión de la Madre de Dios que quiso que su imagen quedara
acuñada en un humilde objeto como signo de su maternal cuidado y protección.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que
viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a
darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo
mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
LECTURA
BÍBLICA DEL PRIMER DÍA: Lucas 1,26-31.
Meditación: Cuando María recibió el anuncio del
ángel y aceptó los planes de Dios, no conocía muchos detalles, pero se puso
ciegamente en las manos de su Señor. Ese será el mérito de nuestra fe: confiar
plenamente en la bondad y providencia divinas.
PROFUNDIZACIÓN
En una medianoche iluminada con luz celeste como
de Nochebuena -la del 18 de julio de 1830- se apareció por primera vez la
Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad de San Vicente de
Paúl.
Y le habló a la santa de las desgracias y
calamidades del mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la
garganta y le saltaban las lágrimas de los ojos.
¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Cómo
siente las penas de cada uno de sus hijos! Que tu recuerdo y tu medalla, Virgen
Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos los que sufren y lloran en
desamparo.
SÚPLICA A
NUESTRA SEÑORA
Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y
Madre nuestra, al contemplarte de brazos abiertos esparciendo gracias sobre
aquellos que te las piden, llenos de la más viva confianza en tu poderosa y
segura intercesión, innumerables veces manifestada por la Medalla Milagrosa,
aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras numerosas culpas,
osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena nuestras más
apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh Virgen de
la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para
mejor servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el
coraje de afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.
Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa
Inmaculada Concepción, pura y sin mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu
Concepción Inmaculada y gloriosa prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu
amado Hijo la humildad, la caridad, la obediencia, la castidad, la santa pureza
de corazón de cuerpo y espíritu, la perseverancia en la práctica del bien, una
buena vida y una santa muerte.
Así sea.
Se rezan tres veces el
Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María, sin pecado
concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.
ACTO DE
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!,
nosotros te ofrecemos y consagramos, bajo el título de Nuestra Señora de la
Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestra alma y todos
nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta Medalla sea para cada
uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo imperecedero de
nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre tu
amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh,
poderosísima Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en
todos los momentos de nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la
gracia de una buena muerte, a fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día
de la celeste beatitud. Amén.
Oración
final
Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado junto con el corazón de tu Hijo y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas y disponibilidad para estar al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado junto con el corazón de tu Hijo y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas y disponibilidad para estar al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
- Segundo Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Tercer Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Cuarto Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Quinto Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Sexto Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Séptimo Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Octavo Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Noveno Día
de la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa
Por Abel Camasca
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