La Nueva Era y las corrientes esotéricas que la acompañan, trajeron un renovado interés por los ángeles. Sin embargo, existe una peligrosa de tendencia a solicitar la intercesión de espíritus angélicos que no están en la Biblia.
El sacerdote exorcista José
Antonio Fortea, advirtió a los católicos el gran peligro de rezarle a estos
espíritus con nombre extraños que no son bíblicos.
En su libro Exorcística, el
padre Fortea comenta que “cunden en muchos
países invocaciones a ángeles de nombres desconocidos“. Por lo
general, y dado que la gente muchas veces pide la intercesión de buena voluntad
y con desconocimiento, Dios “no permitirá que
vengan ángeles caídos”.
Sin embargo, advierte que “no debemos invocar a los ángeles más que del modo que es
tradicional en la Iglesia Católica”. En este sentido, la forma correcta, salvo con los arcángeles San Miguel, San Rafael y
San Gabriel, es rezar a los ángeles en general.
“Si se les llama
por su nombre no se debe hacerlo más que con aquellos
nombres que nos constan por la Biblia“, alerta el padre Fortea.
“Hay gente que
llama a un determinado ángel con un nombre que ha leído en un libro,
normalmente de la Nueva Era. ¿Qué pasa si después resulta que ese nombre
es nombre de un demonio? No hay que arriesgarse”, señala.
Además, “otro error muy
grave sucede cuando se pide la protección a los ángeles añadiendo prácticas
mágicas“.
“Pululan escritos
acerca de supuestas revelaciones que no merecen ninguna credibilidad. Eso
es sumamente peligroso“, agrega el
sacerdote.
Por lo tanto, para estar seguros,
“la veneración a los ángeles y la petición de ayuda
a ellos debe practicarse del modo sobrio que se ha hecho tradicionalmente en la
Iglesia, sin añadir elementos dudosos”, concluye el padre Fortea.
Por: Andrés
Jaromezuk
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