El 29 de septiembre la Iglesia celebrará la fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, quienes aparecen en la Biblia con misiones importantes de Dios.
Ellos acompañan a los fieles e interceden por ellos ante Dios. Por ello
puede ser de mucho provecho rezar pidiendo su intercesión por alguna gracia o
intención que se tenga.
Por ello, aquí ofrecemos la novena en honor de estos tres amigos del
cielo que tienen la tarea de defender al hombre en la lucha contra los planes
del demonio.
A CONTINUACIÓN LA NOVENA. LA ORACIÓN SE MANTIENE
IGUAL EN CADA UNO DE LOS NUEVE DÍAS.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor,
Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también
me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra
divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, bendito y alabado seas por toda la
eternidad. Que todos los ángeles y los hombres que has creado te adoren, te
amen y te sirvan, Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal.
Y tú, María, reina de los ángeles, medianera de todas las gracias,
todopoderosa en tu oración, recibe bondadosamente la oración que les dirigimos
a los arcángeles y hazla llegar hasta el Trono del Altísimo para que obtengamos
gracia, salvación y auxilio. Amén.
Oración a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y
Rafael:
San Miguel Arcángel, tú eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del
dragón infernal, has recibido de Dios la fuerza y el poder para aniquilar por
medio de la humildad el orgullo de los poderes de las tinieblas. Te imploramos,
suscita en nosotros la auténtica humildad del corazón, la fidelidad
inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios, la fortaleza en el
sufrimiento y las necesidades, ayúdanos a subsistir delante del tribunal de
Dios.
San Gabriel Arcángel, tú eres el ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios, abre
nuestros oídos para captar los más pequeños signos y llamamientos del corazón
amante de nuestro Señor; Permanece siempre delante de nuestros ojos, te
imploramos, para que comprendamos correctamente la Palabra de Dios y la sigamos
y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios quiere de nosotros. Haznos
vigilantes en la espera del Señor para que no nos encuentre dormidos cuando
llegue.
San Rafael Arcángel, tú eres el mensajero del amor de Dios. Te imploramos, hiere nuestro
corazón con un amor ardiente por Dios y no dejes que esta herida se cierre
jamás para que permanezcamos sobre el camino del amor en la vida diaria y
venzamos todos los obstáculos por la fuerza de este amor.
Ayudadnos hermanos grandes y santos, servidores como nosotros delante de
Dios. Protegednos contra nosotros mismos, contra nuestra cobardía y tibieza,
contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y
desconfianza, contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de
ser apreciados. Desligadnos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo.
Desatad la venda que nosotros mismos hemos anudado sobre nuestros ojos,
para dispensarnos de ver la miseria que nos rodea, y poder mirar nuestro propio
yo sin incomodarnos y con conmiseración.
Clavad en nuestro corazón el aguijón de la santa inquietud de Dios, para
que no cesemos jamás de buscarlo con pasión, contrición y amor.
Buscad en nosotros la Sangre de Nuestro Señor que se derramó por
nosotros. Buscad en nosotros las lágrimas de vuestra Reina vertidas por nuestra
causa. Buscad en nosotros la imagen de Dios destrozada, desteñida, deteriorada,
imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor.
Ayudadnos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo. Ayudadnos
en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen
solapadamente.
Ayudadnos para que ninguno de nosotros se pierda, y para que un día,
gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna. Amén.
(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan
tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Invocaciones finales
San Miguel, lucha a nuestro lado con tus
ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Rafael, lucha a nuestro lado con tus
ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
Amén.
Redacción ACI Prensa
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