SÍ, UNA MUJER ES UNA HERMOSA JOYA… SÍ LA MUJER ES ORO, NO CAMBIA.
Me
desnudé para ti, te mostré mi cuerpo, ese que se esconde inseguro e imperfecto,
debajo de las prendas que lo cubren...
Ya viste
que soy imperfecta, que tengo gorditos, que mis senos llevan a cuestas, el paso
de ser madre, y los años pasajeros...
Ya no
están altivos, como cuando era joven, hace mucho tiempo que dejaron de serlo...
Miraste
mi vientre y ésa gran herida, señal de una batalla ganada...
Tengo
celulitis y estrías, pero eso no me impide amarte día a día, tal vez no pueda
practicar el kamasutra, pero puedo hacerte el amor de forma placentera, de eso
estoy segura...
Más que
una guitarra, soy un chelo, guardo en mí ésas bellas sinfonías de amor eterno,
no sé amar a medias, o de un sólo tiempo, yo amo un vals lento...
Soy de
ésos amores que se disfrutan, y no sólo entre gemidos y jadeos, también entre
suspiros interminables bajo las sábanas, entre caricias lentas, de te amo y
deseo, de ésa pasión pausada...
Sé que no
soy una rosa en primavera, eso es para jovencitas en plena flor de su vida,
esas que apenas empiezan, tan delicadas, de tallo estilizado, pétalos tersos, y
perfume cautivante...
Yo soy
más bien, como una orquídea, flor de misterioso aroma, de silueta imperfecta,
pero de bella figura, ésa flor que crece al cuidado de la naturaleza, en los
terrenos más inhóspitos, y no sólo es única, sino también mística, exótica, auténtica,
no hay dos como ella, no hay dos cómo yo...
Hoy me
desnudé ante ti, y has visto mi cuerpo lacerado, por el paso del tiempo, tiene
miles de heridas, causa de dolorosas batallas, algunas ya han cicatrizado,
otras aún supuran, soledad, inseguridad y fealdad...
Por
favor, no quiero que me mires con ojos de vanidad, si es así, te será
repugnante mi cuerpo, no deseo cubrirlo con tu mirada de desprecio...
Mírame
con los ojos del alma, no me desvestí para ser follada y juzgada, sino para que
mires la guerrera que día a día, aún y con todo, se levanta, se lame las
heridas, y se viste para ser admirada por tus ojos...
Mis alas
están algo maltratadas, pero aún pueden volar en mis letras, gracias a un
corazón que sabe amar...
Sí, tengo
gorditos, celulitis y estrías, los pechos caídos, canas en mi cabello, y una
que otra arruga en mi rostro de tanto reír, y aún con dolor en mi alma,
sonrío...
Me
desnudé ante ti, porque mi alma ya conoces en cada relato, en cada poesía,
letra a letra...
Soy
imperfecta, pero dime tú, quién dijo que la verdadera belleza tenía que ser
perfecta...
Soy una
mujer real, no una muñeca, ellas si son impecables, pero huecas del alma y del
corazón, y hasta cierto punto, carentes de belleza...
Soy
una belleza rara, y eso me hace única, mágica e imperfecta...
Dedicado a lo más hermoso de la
creación...
Lo encontré en la red.
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