Meditación. La ley del amor va más lejos que la ley del talión.
Por: P: Enrique Cases | Fuente: Catholic.net
"Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente
por diente. Pero yo os digo: No repliquéis al malvado; por el contrario, si
alguien te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que
quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también la
capa. A quien te fuerce a andar una milla, ve con él dos. A quien te pida,
dale; y no rehúyas al que quiera de ti algo prestado" (Mt)
La ley del talión era un avance ético en momentos de brutalidad, cuando la
venganza era mayor que la ofensa recibida. La cadena de venganzas era
creciente, y fuente de dolores casi imposible de curar. Jesús va de nuevo a la
raíz: el perdón ante la ofensa real recibida. Ante
la violencia responder con la caridad, no con más violencia.
Es frecuente ver que las guerras generan odios y repiten, al pasar el
tiempo, nuevos horrores. El perdón permite comenzar de nuevo. Pero con un
perdón que salga de dentro, que sea real.
Jesús utiliza imágenes de la vida cotidiana con abusos de menos
categoría, para que si en estas cuestiones se cede, conscientes de la nueva
justicia que se está viviendo, cuando lleguen los problemas graves se pueda
acceder a un orden superior. La ley del amor va más lejos que la ley del talión.
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