La vida del P. Jorge Loring, sacerdote jesuita autor del éxito de ventas “Para salvarte” y evangelizador incansable hasta los 90 años, está llena de anécdotas sorprendentes que revelan el genio y empuje de un hombre que llenó plazas de toros hablando de Cristo.
El sello Voz de Papel, publica “P. Jorge
Loring SJ. Semblanza de un hombre de Dios” casi coincidiendo con el 101
aniversario de su nacimiento en Barcelona (España), el 30 de septiembre de
1921.
Estas son algunas de las anécdotas que se pueden encontrar en el libro
que firma Román Martínez del Cerro y que se puede obtener a través de este enlace.
1. EL MAYOR DE 8
HERMANOS, CASI TODOS RELIGIOSOS
El P. Jorge Loring era el mayor de ocho hermanos. Él y su hermano
pequeño Jaime profesaron como jesuitas, mientras que cinco de sus seis hermanas
restantes fueron religiosas de la Asunción.
En su infancia estudió en el Colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid,
de la Compañía de María. Durante la persecución religiosa las milicias
asesinaron a su padre. En la ciudad andaluza de Málaga completó el
Bachillerato.
De vuelta a Madrid, se hizo ingeniero en la Escuela Técnica Superior de
Ingeniería (ICAI) de la Universidad Pontificia de Comillas, regida aún hoy por
la Compañía de Jesús. Ordenado sacerdote en 1954, comenzó una actividad
evangelizadora arrolladora.
2. UN ASESINO LE INSPIRÓ
“PARA SALVARTE”
En el año 1944, un recluso condenado por asesinato, le dijo: “Si mis padres me hubieran educado en la religión
católica, hoy no estaría aquí”. Así, se decidió a escribir un catecismo
para adultos, entonces inexistente titulado “Para
Salvarte”
“En cien frases numeradas estaba todo el dogma y
toda la moral”, explicaba el jesuita, que con el
tiempo fue ampliando el compendio que se convirtió en un volumen de más de mil
páginas traducido a multitud de lenguas, incluidos el hebreo, el árabe, el ruso
y el guarajati de la India.
3. “PARA HACER
TORNILLOS YA ESTAMOS NOSOTROS”
Durante un tiempo, nada más ordenarse, el P. Loring estuvo meditando
durante meses si sumarse a la corriente de los llamados “curas obreros” o ser un padre espiritual, que es lo que
finalmente eligió.
Un obrero de una empresa de construcción naval, le dijo años después: “Usted ha hecho muy bien en seguir siendo cura. Para
hacer tornillos ya estamos nosotros. Usted siga dándonos lo que no tenemos”.
4. “TODOS SE ALEJABAN
DE MÍ”
En sus comienzos pastorales, estuvo dedicado a atender las necesidades
de los astilleros de Cádiz, donde fue destinado. El P. Loring explicaba que, en
medio de la riada de trabajadores “llevaba un
círculo de vacío a mi alrededor. Todos se alejaban de mí”.
Como hombre resuelto, decidió saludar a todos, con la convicción de que “un hombre normal no puede estar negando el saludo a
quien repetidamente le saluda”. Al tiempo, pasó de estar solo en su
despacho a atender grandes colas de obreros.
5. CUATRO MIL
OBREROS Y “NI UNA TOS”
Una de las grandes pasiones del P. Loring fue predicar sobre la Sábana
Santa. En una ocasión, organizó una charla a la que acudieron cuatro mil
obreros de los astilleros que tenía encomendados en Cádiz.
En un comedor gigantesco, taparon las ventanas para poder ver bien las
antiguas diapositivas proyectadas. “Tengo cuatro
mil hombres y no se oye ni una tos”, fueron las palabras del jesuita
recogidas en la reciente semblanza publicada en España.
6. VUELTAS Y MÁS
VUELTAS POR EL MUNDO
El P. Loring fue un evangelizador incansable. Antes de ser conocido en
Hispanoamérica, había viajado por toda España. Se dice que recorrió el país
ocho veces viajando en una moto Vespa y otras tantas en un coche Mini.
Al final de sus días, llenó auditorios, estadios y hasta plazas de
toros. Cruzó noventa veces el Atlántico y recorrió kilómetros suficientes para
dar la vuelta al mundo cinco veces.
7. ESTRELLA DE LA EWTN
A finales de los años 90 del pasado siglo, el jesuita incansable de voz
de trueno recibió la llamada de la EWTN para grabar unas microcápsulas
apologéticas de minuto y medio y otros programas de media hora que causaron
furor.
Desde entonces, recibía tantas invitaciones provenientes de toda la
América de habla hispana que pasaba temporadas de tres y cuatro meses al año en
el continente.
8. “NO HAGO TURISMO”
Pese a sus muchos viajes a países diversos, el P. Loring no dio ocasión
al esparcimiento ocioso y turístico, pese a las muchas ofertas agradecidas para
visitar los mejores lugares de cada lugar en el que se encontraba.
Él siempre respondía: “Gracias, no hago
turismo”. Pero, como los anfitriones insistieran, añadía: “Mi tiempo es para evangelizar, estudiar y orar”.
9. “YA TE ENTERARÁS
CUANDO TE MUERAS”
En cierta ocasión, fue invitado a un programa de televisión para hablar
del demonio. El resto de intervinientes negaban la doctrina católica sobre su
existencia. Uno de ellos, afirmó que “la existencia
del demonio es un invento de la Iglesia Católica para asustar a la gente y
dominarla”.
El P. Loring explicó que, “la Iglesia no
pretende asustar a nadie, sino instruir, informar de la verdad” de tal
manera que “la Iglesia avisa” de dos
verdades de fe como son la existencia del demonio y el infierno.
Y remató el argumento: “¿No quieres hacer
caso? Es tu problema. Ya te enterarás cuando te mueras”.
10. “SI SIRVE PARA
HACER TERRORISTAS…”
El verano de 1996, el P. Loring conoció por la televisión que el autor
del atentado contra los Juegos Olímpicos de Atlanta (EEUU) había aprendido a
construir las bombas en Internet.
Ante el asombro del resto de jesuitas que le acompañaban, afirmó en voz
alta: “Si Internet sirve para hacer terroristas,
también será útil para hacer católicos”. Y así comenzó a evangelizar en
la red.
11. UN PEQUEÑO AMAZON,
CUANDO NO EXISTÍA AMAZON
En aquella época en España había solo unos 100.000 ordenadores
conectados a Internet. El P. Loring creó la página “Para
Salvarte” donde publicó gratis el texto completo de su catecismo.
Algunos le advirtieron de que así bajarían las ventas de su famoso
libro, pero él respondió: “Venderé menos libros,
pero predicaré más, que es lo que quiero”. Los malos augurios no se
cumplieron y el P. Loring comenzó a vender sus libros por internet a todo el
mundo. Un pequeño Amazon cuando no existía Amazon.
12. 90 MIL PREGUNTAS
RESPONDIDAS
Gracias a Internet, el jesuita alcanzó la posibilidad de evangelizar en
todo el mundo desde su querida Cádiz. “Internet es
el mejor púlpito del mundo”, decía. Y tanto que lo fue, pues recibía
unas 10.000 consultas al año.
Se calcula que respondió unas 90 mil cuestiones a través del correo
electrónico. Uno de los que al parecer le hizo más ilusión fue el de un médico
cubano de 34 años que le decía: “He sido ateo toda
mi vida. Después de leer ‘Para Salvarte’ he pedido el Bautismo, he hecho la
Primera Comunión y hoy soy un médico católico”.
13. “HABLE MÁS ALTO,
POR FAVOR”
En los últimos años de su vida, el P. Loring perdió mucha audición, algo
que, en cierta manera, le desesperaba. Probó con varios aparatos, algunos
carísimos. En el confesionario, donde pasaba largos ratos, era frecuente oírle
decir: “Hable más alto, por favor”.
Hombre poco dado al conformismo y con espíritu enérgico, no paró hasta
que encontró una solución. Compró un sistema de escucha especializada para
ornitólogos, de tal manera que se situaba en el confesionario con unos
auriculares y una especie de telescopio parabólico en la mano que apuntaba a la
boca del penitente.
14. MORIR CON LAS BOTAS
PUESTAS
Pasados los 90 años, seguía trabajando 12 horas diarias. Cuando sus
superiores en la Compañía de Jesús le preguntaban por cómo se encontraba, respondía:
“Me quiero morir con las botas puestas; no quiero
ir a Málaga a pasear y ver la tele. Solo quiero que me dejen trabajar”.
En Málaga hay una residencia para sacerdotes enfermos o ancianos. Y así
siguió, con casi un siglo a la espalda, viajando solo a América llenando
recintos de miles de fieles deseosos de oír y comprender la Palabra a través de
su verbo enardecido.
El P. Loring partió a
la Casa del Padre el día de Navidad del año del Señor de 2013, a los 92 años de
edad.
POR NICOLÁS DE
CÁRDENAS | ACI Prensa
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