SEDUCIDOS POR EL «FENÓMENO HAKUNA»: LOS JÓVENES CATÓLICOS SE SUBEN AL ESCENARIO PARA CANTAR A JESÚS
GRABABAN CANCIONES EN LA PANDEMIA PARA LAS MISAS ON
LINE DE SU PARROQUIA, HOY TIENEN SU PRIMER SENCILLO PUBLICADO EN INTERNET.
Llenar estadios para cantar a Jesús o firmar autógrafos con versículos
de la Biblia es algo que no suele ocurrir muy a menudo en España. Sin embargo,
lo más parecido a esto podrían ser fenómenos actuales como el del grupo Hakuna,
todo un éxito entre los jóvenes católicos. Los últimos en subirse a
esta ola de alabanza, juventud, alegría y mucha fe son los chicos de Trigo
13.
"Somos chavales que han tenido una experiencia
de Dios, y que quieren que el resto pueda tener la suya propia, gracias a la música que nos gusta y a la que
componemos", confiesa Almudena, la vocalista del grupo. A sus 24 años, esta joven,
recién convertida en abogado, se considera una chica
"normal y corriente" que dedica parte de su jornada a preparar temas,
ensayar la voz y, sobre todo, a la oración.
DIOS, EL FARO QUE LES GUÍA
"Trigo 13 está siendo un sueño, un lugar para
encontrarme con Dios y para conocerme mejor. Yo vengo de una familia católica,
pero hasta segundo de carrera no me di cuenta de que me habían puesto a
Dios siempre en bandeja, que ahora me tocaba elegir a mí",
señala la joven a Religión en Libertad. Para ella, Dios es el principal motor. "Él es quién me guía, es un faro, me da coherencia y sentido a todo lo que
hago, en la música, en mi vida", comenta.
Almudena y una amiga empezaron a grabar
canciones en la pandemia para su parroquia.
Nacidos como grupo en 2021, este año han hecho cuatro conciertos y, a
mediados de julio, publicaron, con gran acogida, en Spotify, su primer
sencillo, titulado "Al lío". "Mi compañera Mónica y yo
íbamos a misa a la parroquia de Santo Tomas Moro, en Majadahonda (Madrid), y el
sacerdote nos propuso grabar canciones para las misas on line que se emitían durante la pandemia, empezamos
a ver que a la gente le gustaba mucho lo que hacíamos", explica
Almudena Aguiar. Los trabajos de estos casi recién nacidos para la música
católica se pueden encontrar en YouTube y en sus redes sociales.
Trigo 13 está formado por jóvenes entusiastas a los que le apasiona la
música y que procuran cultivar su fe diariamente, ya sea con los sacramentos o
mediante la oración. "Somos
jóvenes que han encontrado en la música otra forma de rezar, gente que nos gusta hacer planes, como a cualquier
persona de nuestra edad, somos hippies católicos", comenta,
entre risas, Almudena. La vocalista apunta que el nombre del grupo hace
referencia a la parábola del sembrador. "Trigo busca
ser esa semilla que termina dando fruto, que cuando alguien nos escuche les
lleve a la oración", señala.
Para este grupo madrileño, Dios está siempre presente en cada cosa que
hace. "Les llamamos ensayos, pero, en
realidad, es ir a hacer oración. Él es nuestro punto de inicio en todo. Incluso
en
los conciertos rezamos siempre al Espíritu Santo, para que nos guíe. Nos
gusta ver a la gente gritar, saltar y rezar con nuestras canciones", comenta la joven. Aunque Trigo 13 tiene un estilo propio,
Almudena reconoce ser seguidora del gran fenómeno de este tipo de música en España.
"Hakuna nos contagia a todos y nos da esa
ilusión, esa envidia sana. Yo ya
tengo entradas para verlos", confiesa.
MÚSICA QUE TOQUE EL CORAZÓN
Sin su pasión por la música, estos jóvenes no podrían llevar la oración
a sus seguidores. "La música es una forma
muy sencilla para que la gente rece casi sin darse cuenta. Hacemos algo que puede cantar cualquiera, sencillo,
cercano y que se adapta a todo tipo de público, que toque la emoción de la
gente. Cuando empezamos, grabábamos con el bajo de un grupo muy conocido en
España, nada católico, que alucinaba con nuestras letras, pero luego
nos hacía preguntas y se interesaba por lo que hacíamos", comenta
Almudena.
Aunque el confinamiento dejó mucho sufrimiento, también ayudó a
fortalecer la fe con vibrantes iniciativas. "En estos dos últimos años están surgiendo tantas ideas por parte de jóvenes a jóvenes, con ese
espíritu de levantarse, de moverse, de actuar. Los jóvenes no miran para atrás, están decididos y, me incluyo, estamos contentos de
despertar, de que los corazones se ensanchen", asegura la
vocalista. Y, así, se lo cuentan muchos de ellos. "Nos hemos encontrado con gente que venía a escucharnos, que eran amigos
de amigos, y que nuestro trabajo les llegaba", explica.
El grupo madrileño cree que esta música tiene mucho
futuro y, sobre todo, mucho sentido.
Trigo 13 pisa fuerte en la
música católica española y está plagado de sueños. Como estos jóvenes reconocen: "Los planes de Dios siempre son más grandes de lo
que nosotros podemos imaginar". Para Almudena, este tipo de música tiene mucho futuro y, sobre todo,
mucho sentido. "Nos gustaría
tener en España las oportunidades que tienen los grupos religiosos americanos,
que se lo montan a lo grande. Llenar sitios enormes, con un ambiente de oración
brutal. Tenemos una canción que se llama 'Cuéntame', que habla de ir al cielo en
equipo. Ese sería nuestro máximo sueño. Siempre me imagino a Jesús en los
ensayos dándolo todo", concluye Almudena.
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