Por Dave Armstrong / National Catholic Register
Redacción ACI Prensa
Muchos protestantes, en particular los calvinistas, han intentado “mostrar” a San Agustín como uno de los suyos. Aquí algunas razones que demuestran que simplemente han fracasado.
Dave Armstrong, autor y apologista católico, dijo en un artículo
publicado en National Catholic Register que es sorprendente la frecuencia con
la que se dice que el gran padre de la Iglesia San Agustín (354-430) era más
cercano a las creencias protestantes que a las católicas. “He escrito sobre varios aspectos de este mito
protestante varias veces”, afirmó.
Por ejemplo, el bautista reformado James White, un líder apologeta
anticatólico, escribió en el año 2000 “Blanqueando
la historia de la Iglesia”, que “los
controvertidos romanos deberían ser conscientes de que Agustín no es amigo de
su causa”.
White, junto con muchos protestantes (particularmente calvinistas),
trata de “mostrar” a San Agustín como uno de
los suyos. Esta ha sido una práctica estándar desde Lutero y Calvino pero, ¿cuáles son los hechos del tema?
Una forma en la que podemos demostrar que San Agustín se mantuvo
católico es la documentación que dejó sobre los siete sacramentos, considerando
que muchos protestantes aceptan solo dos o ninguno.
1) SANTA EUCARISTÍA (TRANSUSTANCIACIÓN O PRESENCIA
REAL)
Os había prometido explicaros en la homilía el sacramento de la mesa del
Señor… El pan que estáis viendo sobre el altar, santificado por la palabra de
Dios, es el cuerpo de Cristo. El cáliz o, más exactamente, lo que contiene el
cáliz, santificado por la palabra de Dios, es la sangre de Cristo. (Sermón 227:
Año 411)
2) BAUTISMO Y REGENERACIÓN BAUTISMAL
Es una cosa excelente que los cristianos púnicos (norafricanos) digan
bautismo de salvación y el sacramento del cuerpo de Cristo nada más que vida.
¿De dónde surge esto, excepto de una tradición
apostólica y como supongo, antigua, por la cual las iglesias de Cristo
mantienen inherentemente que sin el bautismo y la participación en la Mesa del
Señor es imposible que un hombre llegue al Reino de Dios o a la salvación y la
vida eterna? Este también es el testimonio de
las Escrituras.
El sacramento del Bautismo es muy claramente el sacramento de la
regeneración (Perdón y el justo desierto del pecado; y el Bautismo de los
Niños. Año 412; 1:24:34 y 2:27:43).
El Bautismo lava todos, absolutamente todos nuestros pecados, de obra,
palabra o pensamiento, ya sea el pecado original u otros, cometidos consciente
o inconscientemente (Contra dos cartas de los pelagianos Año 420, 3:3:5)
3) RECONCILIACIÓN: CONFESIÓN, ABSOLUCIÓN Y
PENITENCIA
No os digo que vais a vivir en esta vida sin pecado: puesto que hay pecados veniales, sin los cuales no es
posible esta vida. Pues el Bautismo fue instituido para perdonar todos
los pecados: y para perdonar los pecados leves, sin los cuales no podemos
vivir, también se nos ha conseguido la oración. . . . Sin embargo, no tengáis
la osadía de cometer aquellos pecados que necesariamente os separan del Cuerpo
de Cristo, ¡fuera de vosotros tal cosa!
Efectivamente, veis que hacen penitencia aquellos que han cometido delitos
graves, como adulterios o algunos crímenes enormes; por eso hacen penitencia.
Porque si sus pecados fuesen leves bastaría la oración de cada día para
perdonarlos.
Por tanto, en la Iglesia se perdonan los pecados de tres modos: por el Bautismo, por la oración y por la gran humildad de
la penitencia (Sermón a los
Catecúmenos sobre el Credo, Año 395; 7:15, 8:16)
No escuchemos a quienes niegan que la Iglesia de Dios tiene el poder de
perdonar todos los pecados (De agon. Christ, iii).
Tu conciencia estaba purulenta, se había hinchado con el tumor, te
atormentaba, no te dejaba en paz... confiesa y que en la confesión salga fuera
el pus, y entonces ya exulta, alégrate (Explicación
del salmo 66, no. 6; Año 420)
4) MATRIMONIO
Sin duda, la res (virtud propia) del sacramento consiste en que el
hombre y la mujer, unidos en matrimonio, perseveren unidos mientras vivan...
Sin duda, la res (virtud propia) del sacramento consiste en que el hombre y la
mujer, unidos en matrimonio, perseveren unidos mientras vivan. En cuanto al
sacramento -que no se destruye ni por el divorcio ni por el adulterio-, éste ha
de ser guardado por los esposos casta y concordemente. (El Matrimonio
y la concupiscencia, Año 419; 1:10:11 and 1:17:19)
5) CONFIRMACIÓN
Y por la unción deseas que el sacramento del crisma sea entendido, que
es santo entre los signos visibles, como el mismo bautismo. (Contra Petilio el
donatista, Año 403; 2,104:239; in NPNF 1, IV:592).
Y en los Hechos de los Apóstoles está más simplemente escrito de Él, “porque Dios lo ungió con el Espíritu Santo”. Ciertamente
no con aceite visible sino con el don de la gracia que se significa con la
unción visible con la que la Iglesia unge al bautizado. (Sobre la Trinidad, Año
417; Libro XV, 26:46)
6) ÓRDENES SAGRADAS U ORDENACIÓN
Que es lo mismo que cuando se confiere la sagrada ordenación a un
clérigo para dirigir una comunidad de fieles; que, aunque esa comunidad no
exista o no se haya formado, el sacramento del orden no por eso deja de
subsistir en quienes lo recibieron; y si sucediere que algún ordenado, por
faltas cometidas, se ve privado de su ministerio, conserva impreso, no
obstante, el sacramento del Señor como un sello imborrable aun cuando ello sea
para su juicio y condenación. (La bondad del
Matrimonio, A.D. 401; 24:32; in NPNF1, III: 412)
7) UNCIÓN DE LOS ENFERMOS O ÚLTIMOS RITOS
En el libro Speculum de Scriptura de San
Agustín del año 427 (P.L. XXXIV, 887-1040), que busca ser un manual de piedad
cristiana, doctrinal y práctica, se cita la oración de unción de los enfermos
de Santiago. Esto muestra que el rito era un lugar común en la práctica
cristiana de entonces.
También se nos dice en el libro Vida de Agustín de Posidio que el santo
mismo “siguió la regla dejada por los Apóstoles de
que debía visitar a las viudas y huérfanos solo en sus tribulaciones (Santiago
1:27) y que si sucedía que los enfermos le pedían que rece al Señor por ellos y
les impusiera las manos, lo hiciera sin demora (Enciclopedia Católica,
1913).
El autor del artículo, Dave Armstrong, es un autor
católico y apologeta, que defiende la fe cristiana desde 1981, ingresó a la
Iglesia Católica en 1991. Su sitio web Evidencia Bíblica del Catolicismo
funciona desde marzo de 1997. Está casado con Judy desde octubre de 1984.
Tienen tres hijos y 1 hija.
Traducido y adaptado por Walter
Sánchez Silva. Publicado originalmente en el National
Catholic Register
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