Sigo siendo un activista gay aunque no justifico la identidad ni la práctica homosexual.
Por: Remedios Falaguera | Fuente: Catholic.net
A raíz de la polémica creada por las recientes declaraciones de Dolce
& Gabbana me parece el momento oportuno para compartir una entrevista que
realicé hace unos meses al escritor frances Philippe Ariño, activista gay y
católico.
Philippe Ariño es francés, profesor de
español y ensayista. Nació en 1980 en Cholet (Maine-et-Loire) en el seno de una
familia católica practicante con cinco hijos. Ex activista gay, católico, y uno
de los miembros más relevantes y controvertidos de la comunidad homosexual en
Francia. En 2011, se decidió a vivir la sexualidad en la continencia, haciendo
un “don total a Dios y a la Iglesia” como
explicó en numerosas ocasiones. Entre sus obras destacamos: Diccionario de
códigos homosexuales y La homosexualité en vérité (La homosexualidad de
verdad).
Muchos homosexuales propugnan una total aceptación de su modo de vida como
algo natural e innato. Para ellos la conducta homosexual está determinada
genéticamente y la consideran tan sana como las relaciones heterosexuales.
Otros, en cambio, se sienten insatisfechos, acomplejados y maltrechos con ella.
¿EL HOMOSEXUAL NACE
O ES UNA OPCIÓN AFECTIVA SEXUAL?
Resulta difícil decir si es innato o adquirido. Pienso que no se sabe y
nunca se sabrá. No se puede generalizar ni personificar un miedo. Y el deseo
homosexual sólo es un miedo erotizado de la diferencia de sexos. Y a veces un comportamiento.
¿QUÉ CAUSAS
EMOCIONALES, HÁBITOS EDUCATIVOS, COSTUMBRES CULTURALES… INFLUYEN EN MAYOR GRADO
PARA HACERSE A ESE ESTILO DE VIDA?
No existen causas del deseo homosexual. Sólo puedo decir que esa
atracción sexual existe, y que no es una identidad fundamental de la persona
que la siente, aunque pueda ser un deseo duradero y profundamente arraigado.
Tampoco es amor porque el amor verdadero es definido por la acogida de la
diferencia de sexos. Ese tipo de relación tan sólo puede contener los
beneficios de la amistad, pero una amistad desgraciadamente compleja porque es
pervertida por los gestos de la genitalidad o de la afectividad amorosa.
Existen terrenos favorables para la emergencia del deseo homosexual,
pero que nunca se podrán erigir en retrato-robot de una especie humana aparte.
Somos todos hombre o mujer, e hijos de Dios. No existen los homosexuales o los
heterosexuales o los bisexuales.
Las únicas generalidades que puedo hacer sobre el deseo homosexual, son
que éste aparece: primero, en civilizaciones que se alejan de la diferencia de
sexos, sea porque la banalizan, sea porque la demonizan o la sacralizan
excesivamente y también porque estas civilizaciones se apartan de la realidad.
El segundo factor que propicia el deseo homosexual se refiere a la
presencia de contextos humanos donde la libertad humana ha sido amenazada.
Entre mis amigos homosexuales, el 90% me han revelado haber sido violados
durante la adolescencia… También me refiero a la homosexualidad de
circunstancias sentida durante la adolescencia, en los momentos de consumo de
drogas, en los periodos de depresión identitaria, en las cárceles, en los
países subdesarrollados con turismo sexual, etc.
¿PIENSA QUE LA
ORIENTACIÓN SEXUAL DEBE SER EDUCADA, NO COMO UNA CUESTIÓN DE GÉNERO SINO
ANTROPOLÓGICA?
Debe ser tratada según las dos perspectivas. No hay que oponer cultura y
naturaleza, sino defender su alianza. No hay que despreciar el género (como
hacen algunos grupos familiaristas o al contrario lo que defienden los
defensores de la Gender Theory, que paradójicamente se oponen al género sexuado
sacralizándolo).
Nuestro sexo anatómico tiene un género, y atribuye a nuestro cuerpo
imágenes que reflejan la diferencia de sexos que nos constituye. Por eso es
menester defender la dimensión cultural, iconográfica, simbólica, psicológica y
espiritual del género hombre/mujer y, claro, denunciar la sustitución del sexo
anatómico por la idea de género (sustitución y falsa oposición creadas por la
ideología del Gender). El cambio de visión de la sociedad, la
sensibilización a través de los medios de comunicación, la divulgación que
hacen entidades y personas de este colectivo, justifican, -según sus
representantes- la propuesta de ley en el Parlamento catalán (como lo han
hecho ya en el gallego) para conseguir la construcción de nuevas formas de
relación entre el colectivo GLBT y el resto de la sociedad basada en la
igualdad y el respeto
¿REALMENTE HACE
FALTA UN CAMBIO DE COMPRENSIÓN, FORMACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN SOCIAL OBLIGATORIA
PARA EVITAR CASOS DE DISCRIMINACIÓN POR RAZONES DE ORIENTACIÓN SEXUAL?
Es imprescindible hablar de la homosexualidad. Pero no tal como hacen
hoy día los periodistas gay friendly, porque los medios enseguida la justifican
impidiendo su explicación. No hablan verdaderamente de la homosexualidad. Y ése
es el verdadero problema.
Se tendría que proponer una reflexión general sobre este alejamiento
mundial de la diferencia de sexos ilustrado por el deseo homosexual,
alejamiento que nos hiere y nos molesta a todos profundamente.
¿ESTE
PROCESO DE DEFENDER LA IGUALDAD DE LOS DESIGUALES, IGUALDAD DE LAS PERSONAS Y
DESIGUALDAD POR ORIENTACIÓN SEXUAL, NO TERMINA POR SEÑALARLOS MÁS?
Hemos de denunciar que actualmente se reduzca la humanidad a las
pulsiones, a los fantasmas eróticos de la gente, a la bipolaridad
homosexualidad/heterosexualidad, el hecho de que se reduzca la sexualidad a la
genitalidad, y que se olvide la diferencia de sexos coronada por el amor y por
Dios.
Aunque le parezca sorprendente que lo diga, hay que explicar que la
violencia es similar en el ámbito homosexual y en el heterosexual. También hay
explicar que la Iglesia católica nunca defiende la heterosexualidad Hay que
defender la pareja hombre-mujer que se ama, no la diferencia de sexos en sí, no
la procreación en sí.
La denuncia de la heterosexualidad es algo fundamental en mi
pensamiento. La heterosexualidad no es sinónimo de diferencia de sexos: el
único sinónimo de la diferencia de sexos, es la palabra «sexualidad». La palabra «heterosexualidad»
es una trampa ideológica, y la madre del gender
(género) y de la homosexualidad. Reduce y define la humanidad a la mera pulsión
y no según la sexuación o la humanidad de las personas. Por eso la Iglesia
católica nunca defiende la heterosexualidad, ¡Con
toda razón! Yo creé hace un año un sitio internet que se llama CUCH
–Catolicos Unidos Contra la Heterosexualidad, www.cuch.fr – porque la heterosexualidad es el centro
del problema, el falso pretexto de las leyes pro-LGBT.
¿NO
ES MÁS EFECTIVO, SIN AMPARARSE EN UNA LEY, EDUCAR EN VALORES COMO EL RESPETO,
LA COMPRENSIÓN, LA COMPASIÓN Y LA DELICADEZA A TODOS AQUELLOS QUE POR SUS
INCLINACIONES HOMOSEXUALES SON RIDICULIZADOS Y DISCRIMINADOS?
Es cierto. Sobre todo es efectivo ayudar a las personas homosexuales a
que reconozcan la belleza de la realidad de la diferencia de sexos, y de que
son amadas por Dios.
USTED HA DECLARADO
OCASIONES QUE “LA IGLESIA CATÓLICA NUNCA HA DICHO QUE LAS PERSONAS HOMOSEXUALES
SEAN PECADORAS POR SER HOMOSEXUALES.
Al contrario, está deseosa de acoger a las personas que se dicen
homosexuales, y distingue tanto entre los actos y las personas, como entre los
individuos y sus deseos superficiales. Sin duda somos siempre reflejo de
nuestros actos y responsables de ellos.
¿ES POSIBLE UNA
RESPUESTA CRISTIANA A LA HOMOSEXUALIDAD? ¿SE PUEDE SER HOMOSEXUAL Y VIVIR LA
CASTIDAD?
Claro. La Iglesia defiende a las personas tal y como son verdaderamente.
Y es la mejor escuela de felicidad, de humor y de amor duradero, que conozco
hasta el día de hoy. La Iglesia llama a todos los hombres, con sus cualidades y
sus flaquezas, tomando en cuenta sus heridas sexuales. Y las personas
homosexuales son hombres y mujeres antes que nada.
La Iglesia nos invita a entrar en la felicidad de la castidad y, para el
caso del celibato consagrado o de la homosexualidad duradera, en la felicidad
de la continencia. La castidad es la distancia justa que permite la relación.
La castidad es la diferencia de sexos coronada por el Amor de Dios. La castidad
es la continencia y la amistad desinteresada entre dos personas del mismo sexo.
DE ACTIVISTA DE PRO
DEL MOVIMIENTO GAY A PERSONA «NON GRATA» POR SUS MISMOS COMPAÑEROS, ¿EN QUÉ
CIRCUNSTANCIAS SE PRODUCE ESTE CAMBIO? ¿LE HAN TACHADO DE HOMÓFOBO?
No piense que me odian todos los miembros de la comunidad homosexual. ¡Al contrario! Algunos me atacan con mucha
violencia, sentándome en el banquillo de la traición o de la homofobia
interiorizada, también existe una parte silenciosa y numerosa de la comunidad
homosexual que me defiende en secreto.
He trabado –por ejemplo, gracias a internet– amistades muy fuertes desde
que existe mi blog L’Araignée du Désert (La araña del desierto) y desde que
expreso mi opinión en libros, por radio o televisión. Las personas homosexuales
conocen mejor que nadie su realidad amorosa y sus verdades íntimas. Y a menudo
tienen la humildad de reconocerlas y de defender a los pocos intelectuales que
tratan de explicarlas. Además, muchos de mis amigos se dieron cuenta de la
verdad de mi discurso porque me revelaron que conocía detalles muy precisos de
su vida ¡mucho antes de conocerlos!
Otro detalle que tengo que aclarar. No soy un “ex
activista gay”. Sigo siendo un activista gay… aunque no justifique la
identidad y la práctica homosexual. Todas las personas homosexuales que no
practican su homosexualidad se presentan como fuera de la comunidad homo y
fuera del activismo gay. Yo soy tanto homosexual como gay, y sobre todo soy un
hombre y un hijo de Dios. No quiero encerrarme en esta falsa e hipócrita distinción
homosexual/gay, ni justificar la diferencia entre gay/ex-gay que agrada tanto a
ciertos grupos de católicos ávidos de creer en las rupturas repentinas, en las
conversiones mágicas, y en demonizar la homosexualidad. Todavía siento un deseo
homosexual (¿por qué negarlo?) y quiero
hacer adelantar las investigaciones sobre el sentido del deseo homosexual. Esto
también es activismo.
EN SU OPINIÓN, LAS
REIVINDICACIONES, MANIFESTACIONES, PROTESTAS, LUCHAS, ETC. DEL MOVIMIENTO GAY, ¿AYUDAN
A LOGRAR LA TAN ANSIADA TOLERANCIA, LA DIGNIDAD, EL RESPETO, Y LA INTEGRACIÓN
EN LA SOCIEDAD?
No se ayuda a las personas homosexuales sirviéndose de ellas para
aprobar leyes que las reducen a su tendencia sexual. Al contrario. Se les quita
su humanidad. A pesar de sus intenciones gay friendly, las leyes
pro-derechos-LGBT consideran a los homosexuales como animales, reemplazando los
Derechos Humanos por los supuestos «Derechos de los
homosexuales y de los heterosexuales». Es muy grave esta deshumanización
gay friendly.
Además, creo que la sacralización social de la tolerancia es el
fundamento ideológico de la profunda crisis moral y económica que vivimos
actualmente. La tolerancia no es positiva en sí; es un concepto totalmente
neutro, a la imagen de la igualdad. Lo que importa, es lo que se tolera; y la
tolerancia del mal, en los hechos, es simplemente una colaboración, una traición
y una violencia.
“El matrimonio es, por principio y como
institución, la unión entre un hombre y una mujer. Un hijo no es un bien, es
una persona nacida de la unión entre un hombre y una mujer”, declaró Lionel Jospin,
exprimer ministro socialista francés, bajo cuyo mandato se legalizaron las
parejas de hecho.
¿CUÁLES SON SUS
RAZONES PARA NO CONSIDERAR MATRIMONIO LA UNION DE UNA PAREJA DE GAYS O DE
LESBIANAS?
Primero, creo que el matrimonio no es “la unión entre un hombre y una mujer”. Sólo es la unión entre un hombre y una mujer que se aman. Y nada más. Tampoco es “la unión procreativa entre un hombre y una mujer”. Hay muchas parejas hombre-mujer estériles pero que se aman. El matrimonio verdadero sólo es la unión entre un hombre y una mujer que se aman y que se orientan hacia la vida, hacia la procreación.
Y luego, el matrimonio es la diferencia de sexos coronada por el amor, por eso
no se opone al celibato consagrado o a las personas solteras. Las uniones
homosexuales, entonces, no entran en este marco. Lo más grande que pueden vivir
dos personas del mismo sexo se limita en la amistad.
¿CREE ADMISIBLE LA
ADOPCIÓN DE HIJOS POR PARTE DE PAREJAS HOMOSEXUALES TENIENDO EN CUENTA QUE EL
ORIGEN (BIOLÓGICO) DE ESTOS NIÑOS NO ES EL NATURAL?
En mi opinión, lo que más cuenta en la vida y la felicidad de todo ser
humano, es que sepa de qué amor encarnado, corporal, sexuado, real, proviene;
que haya experimentado el amor entre su padre biológico y su madre biológica.
Si no existe este amor biológico, es un drama para el hijo.
Todos sabemos que venimos de la unión sexual entre un hombre y una
mujer, es una evidencia. Pero lo que no es una evidencia, y que importa mucho
más que esta observación práctica e intelectual, es que esas dos personas se
amen. El «matrimonio para todos» (se refiere
a la ley francesa que equipara el matrimonio gay al matrimonio tradicional y
que provocó manifestaciones monstruo en contra) quita la condición de amor
entre nuestros padres biológicos hombre-mujer, condición que nos permite
existir y amar lo mejor posible, abrirnos luego a las otras diferencias
fundamentales de la vida humana (diferencia de las generaciones, diferencia de
los espacios, diferencia entre Dios y sus criaturas).
Éste es el gran crimen de esa ley del matrimonio sin la condición de la
alteridad de sexos (además de haber entregado universalmente lo menos tres
padres a cada niño). Toda mi vida, aunque me sienta permanentemente homosexual,
lucharé para defender la diferencia de sexos coronada por el amor. Era ya el
combate de san Juan Bautista. Él dio su vida para defender el matrimonio de
amor entre el hombre y la mujer. Vale la pena defenderlo también hoy. La
diferencia de sexos, en sí, no vale nada. Pero una vez que es laureada por el
amor y la libertad, es lo mejor para existir y para amar. Seamos célibes,
consagrados o casados.
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