¿Qué es el Colegio cardenalicio, un consistorio y un cónclave? A las puertas de los próximos consistorios que se celebrarán en Roma a partir del sábado 27 de agosto, aclaramos estos términos tan utilizados en los últimos días.
EL COLEGIO CARDENALICIO
Los cardenales de la Iglesia Católica forman el llamado
“Colegio cardenalicio”, un órgano
que reúne a todos los cardenales creados por el Papa y cuya principal misión
consiste en proveer la elección de un nuevo Pontífice en caso de un cónclave.
Según indica el Derecho Canónico, los cardenales del Colegio
cardenalicio deben asistir al Romano Pontífice “colegialmente,
cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia”.
También deben hacerlo personalmente, “mediante los distintos oficios que desempeñan,
ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia Universal”.
ELECTORES Y NO
ELECTORES
Todos los cardenales forman parte de este peculiar grupo, que a su vez
se divide en dos: los cardenales electores y los no
electores.
Los electores son aquellos que, en el día en inicia la Sede Vacante
-cuando fallece o renuncia el Papa-, tienen menos de 80
años, lo que significa que pueden participar en la elección
del nuevo Papa y además asumen el gobierno de la Iglesia.
Los cardenales no electores son, por tanto, aquellos que han
cumplido los 80 años y no participan en un posible cónclave.
Actualmente, el Colegio cardenalicio lo componen 206 cardenales, de los
cuales 116 son electores y 90 son no electores.
Sin embargo, estos números aumentarán tras el consistorio que se
celebrará el próximo sábado 27 de agosto, cuando se sumarán al Colegio
cardenalicio 20 nuevos cardenales.
Por lo tanto, este grupo estará compuesto por un total de 226
cardenales. Entre estos nuevos cardenales, 4 tienen más de 80 años y pasarán a
formar parte del grupo de los no electores.
CONSISTORIO
Un consistorio es la reunión del Colegio
cardenalicio convocada por el Papa para ayudarle en el gobierno de la Iglesia
Católica.
Además, los cardenales son creados en los consistorios, donde los
futuros cardenales se reúnen en la Basílica de San Pedro, profesan el Credo y
luego se acercan al Papa uno por uno vestidos con túnicas rojas.
El Santo Padre entrega a cada uno una birreta roja y el anillo de
cardenal, símbolos de su creación cardenalicia.
Posteriormente, el Papa asigna a cada cardenal una Iglesia de
Roma, lo que se conoce como “Título” o “Diaconía”, como símbolo de su participación en el cuidado pastoral
del Papa por la ciudad.
Desde ese momento, los nuevos cardenales ya pueden formar parte de las
congregaciones y dicasterios del Vaticano, obteniendo además la capacidad de
ayudar al Papa a gobernar la Iglesia.
CONSISTORIO ORDINARIO Y
EXTRAORDINARIO
Los consistorios extraordinarios son los que el Papa convoca en casos
particulares, donde todos los cardenales de la Iglesia Católica están llamados
a participar.
Cabe destacar que el consistorio que se celebrará los próximos días 29 y
30 de agosto en el Vaticano será un consistorio
extraordinario, algo que no ocurría desde el 2015.
Por otra parte, un consistorio ordinario se lleva a cabo cuando el Papa
necesita el consejo de los cardenales sobre algún tema importante o para dar
solemnidad a la decisión del Pontífice, como es, por ejemplo, la aprobación de
la canonización de los santos.
EL CÓNCLAVE
El cónclave es la asamblea de los cardenales reunidos para la elección del Romano Pontífice.
Tras la muerte o renuncia de un Pontífice comienza un período que se
llama de Sede Vacante. Durante este período rige el principio de nihil innovetur (que no se innove nada).
El gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio cardenalicio
solamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables, y
para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice.
¿CUÁNDO COMIENZA EL CÓNCLAVE?
Los cardenales deben reunirse en un cónclave para la elección del nuevo
Papa 15 días después de la vacante de
la Sede Apostólica, aunque el Colegio de Cardenales puede establecer
otra fecha, que no puede retrasarse más de 20 días desde la vacante.
LUGAR DE CELEBRACIÓN
El lugar habitual del cónclave es la Capilla Sixtina, dentro del
Vaticano. Aunque en el siglo XIX los cónclaves se celebraron en el Palacio del
Quirinal en Roma.
El último cónclave celebrado
fuera de Roma fue en Venecia, en marzo de 1800, tras la
muerte de Pío VI, ya que Roma estaba ocupada por las tropas napoleónicas y se
decidió celebrar el cónclave fuera del alcance del ejército francés.
LA VOTACIÓN
El día elegido para el cónclave, los cardenales electores celebran
primero una Misa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Ese mismo día por la tarde, acuden en procesión a la Capilla Sixtina,
donde emiten solemne juramento nada más llegar.
Posteriormente, el Cardenal Camarlengo, ayudado desde el exterior por el
Sustituto de la Secretaría de Estado, se encarga de que la elección del Papa se
desarrolle con la necesaria reserva y discreción.
La elección por escrutinio, el único modo actualmente válido, tiene lugar a través de la votación, individual y secreta de los
cardenales electores.
Se deben realizar dos votaciones cada día, además de una votación la
tarde en que comienza el cónclave. Para que sea válida la elección debe contar
con dos tercios de los votos.
Si después de 24 escrutinios los cardenales no consiguen ponerse de
acuerdo sobre el cardenal elegido, podrán decidir por mayoría absoluta el modo
de proceder, pero nunca se deberá prescindir del requisito de exigir mayoría
simple para que sea válida la elección.
Después de cada elección se queman las papeletas. La tradición indica
que los cardenales provoquen con paja seca o húmeda que el humo sea negro, si
no se ha elegido al Papa, o blanco si se ha elegido al nuevo Romano Pontífice.
Esto provoca la conocida fumata
negra o fumata blanca, que suelen ver los fieles desde la
plaza San Pedro.
POR ALMUDENA
MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa
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