Según la Medicina Forense aparece un elevado número de concordancias entre las lesiones.
Por: Andrea Tornielli | Fuente:
vaticaninsider.lastampa.it
«Desde el punto de vista de
la Antropología Forense y de la Medicina Forense, toda la información puesta al
descubierto por la investigación científica», en
relación con la Síndone de Turín y con el Sudario de Oviedo, «es compatible con la hipótesis de que Síndone y Sudario
cubrieron el cadáver de la misma persona», con todos los traumatismos y
lesiones que sufrió Jesús de Nazaret, según la narración de los Evangelios. Lo
afirmó el médico forense español Alfonso Sánchez Hermosilla, en el Congreso
anual del Centro Internacional de Sindonología, que se llevó a cabo en febrero
de 2015, en la ciudad de Turín, dedicado a la actualización sobre los «principales temas» relacionados con la Síndone.
Se trata de un encuentro reservado para los
miembros del Centro, y este año también participaron grupos y organizaciones
que en todo el mundo colaboran con el Centro de Turín. Hubo más de 300
estudiosos y expertos de Francia, Inglaterra, España, Perú, México, Brasil y
Bolivia. «También en esta ocasión», explicó
Gian Maria Zaccone, director científico del Museo de la Síndone, «en el centro del debate y de las intervenciones, no se
encuentra el tema de la autenticidad de la Tela. El objetivo del encuentro es
ver el estado de la cuestión sobre algunos temas de la investigación sindónica
que requieren mayor profundización, como, por ejemplo, el papel de la investigación
palinológica y el significado de la investigación histórica e informática sobre
la Síndone».
Entre los expertos se encontraba Sánchez
Hermosilla, director del EDICES (Equipo de Investigación del Centro Español de
Sindonología) y médico forense que ha continuado con los estudios que emprendió
en los años 60 monseñor Giulo Ricci sobre el Sudario de Oviedo. «La similitud en la morfología de las manchas y el tamaño
de las mismas, con la Síndone de Turín» hizo pensar a Ricci «que, efectivamente, había dado con la reliquia que
menciona San Juan. Desde el punto de vista de la Antropología Forense y de la
Medicina Forense –explicó Sánchez Hermosilla–, toda la información puesta al
descubierto por la investigación científica, es compatible con la hipótesis de que
Síndone y Sudario cubrieron el cadáver de la misma persona».
El Sudario de Oviedo es una reliquia que se
conserva en la Catedral de “El Salvador” en
la ciudad española; se encuentra en la Cámara Santa utilizada como capilla del
palacio durante el reino de Alfonso II “el Casto”, un
edificio anexo al palacio y que fue construido con la intención de albergar el
Sudario y otras reliquias por el mismo rey. «Este
lienzo se encuentra en esta región del norte de España desde los años 812 ó
842, según los historiadores», y la reliquia «está
confeccionada en lino, y tiene un tamaño aproximado de 84x54 centímetros». La
estructura textil de la Síndone y del Sudario «tienen igual composición,
concretamentelino, idéntico grosor de fibras, están hilados a mano y con torcedura
en “Z”, aunque han sido tejidos de diferente
manera: sarga en espiga para la Síndone y trama
ortogonal, (tafetán) para el Sudario».
En el Sudario no hay nada parecido a la imagen
misteriosa que se encuentra en la Síndone, que se produjo después de que el
cuerpo envuelto en la sábana lo manchara con sangre y fluidos. Hay solo huellas
de sangre y otros fluidos corporales «procedentes
de un cadáver humano, como ya determinó en el año 1985 el Dr. Pierluigi Baima
Bollone, confirmando que además, la sangre era del grupo AB, dato que fue
corroborado con posterioridad por el Dr. José Delfín Villalaín Blanco».
«El estudio morfológico de
las manchas presentes en los dos lienzos –afirmó
Sánchez Hermosilla– manifiestan un evidente
parecido entre ellas, la causa se debe a que el cadáver que las originó fue
tratado con mucho cuidado en ambos casos». Claro, admitió el
especialista español, «Debe tenerse en cuenta que
este parecido morfológico entre las manchas de sangre no tendría por qué darse
obligatoriamente: cabezas distintas pueden dar manchas muy parecidas y la misma
cabeza puede dar manchas muy distintas. Sin embargo –insistió–, ambas formaciones se corresponden muy bien, tanto en
posición relativa como en tamaño superficial, a lo que cabría añadir la
concordancia de las distancias entre las lesiones maculantes que originaron las
manchas si comparamos ambas reliquias».
Sánchez Hermosilla hizo notar que el Sudario de
Oviedo «pudo cubrir el rostro del cadáver con
anterioridad» a la Síndone de Turín. «Desde
el punto de vista de la Medicina Forense –explicó–, aparece un elevado número de concordancias entre las
lesiones que se aprecian en la imagen sindónica, y las que se pueden observarse
en el estudio criminalístico del Sudario de Oviedo. Todas estas lesiones
además, son concordantes con los hallazgos que, en su día, realizó el STURP
mediante el uso del VP8».
Entre las evidencias más importantes, según el
médico español, está las manchas de sangre atribuidas a las espinas de la
corona que «aparecen en ambas reliquias con una
gran similitud en la distancia que las separa entre sí». La superficie «ocupada por la nariz en ambos lienzos es muy similar, en el Sudario de Oviedo
ocupa un área de 2.280 mm2, y en la Síndone es de 2.000 mm2. Asimismo, hacia la
mitad de la región derecha de la nariz aparece una zona inflamada con una
superficie de 100 mm2en el Sudario y 90 mm2en la Síndone».
Además, una de las manchas del Sudario de Oviedo
«parece compatible con algunas de las heridas ocasionadas por Flagrum
Taxilatumen la zona derecha del cuello, y resulta ser compatible con algunas de
las improntas de la Síndone de Turín atribuidas a esta misma causa. En la
región occipital aparecen manchas de sangre vital, es decir, que se vertió
cuando el condenado estaba aún con vida, son muy similares en ambos lienzos, y
parecen relacionarse con lesiones punzantes en cuero cabelludo, además resultan
ser concordantes con las que produciría una corona de espinas».
«A la altura de la 7ª
vértebra cervical, o “vertebra prominens” –continuó
el estudioso español–, en el Sudario de Oviedo
aparece una mancha que adopta la forma de una mariposa, y que se pudo originar
como consecuencia de coser cuidadosamente el lienzo ovetense al cabello del
cadáver embadurnado con sangre aún fresca. Esta forma de coser el lienzo a la
cabellera ocasionó que esta adoptase la forma que puede apreciarse en la imagen
sindónica y que algunos autores creyeron identificar con una especie de coleta,
o incluso trenza, constituyendo otra prueba más de la influencia que el uso
previo del Sudario pudo tener sobre la Síndone. A ambos lados de esta mancha,
aparecen otras ocasionadas por fluidos cadavéricos, y que resultan similares en
Síndone y Sudario».
Sánchez Hermosilla también afirmó que en el
Sudario de Oviedo hay una mancha que se encuentra precisamente en la esquina
inferior izquierda del reverso de la tela, «que
podría haberse producido como consecuencia del orificio de salida de la lesión
ocasionada por la lanzada, dicha mancha tiene su equivalencia en la Síndone de
Turín, y podría haber pasado desapercibida hasta la fecha por susimilitud
morfológica con las manchas atribuidas a la flagelación. Además de esta mancha,
aparecen signos indirectos de la lanzada, tales como los abundantes coágulos de
fibrina que aparecen en las denominadas mancha difusay mancha en acordeón».
Las reconstrucciones tridimensionales del rostro
del hombre de la Síndone corresponden con las manchas que se encuentran en el
Sudario de Oviedo. «Tras conocer las proporciones
craneométricos que aparecen en ambas reliquias, y una vez realizada su
comparación, se comprueba que son concordantes, lo que ha permitido al escultor
D. Juan Manuel Miñarro López realizar una reconstrucción del rostro del Hombre
de la Síndone, dicha reconstrucción es absolutamente compatible con el rostro del Hombre del
Sudario, no sólo en sus proporciones antropométricas, sino también en las
lesiones traumáticas que presentan ambos».
«De hecho, incluso se
verificó la compatibilidad del rostro una vez esculpido, pues se cubrió con tinta
en las regiones anatómicas que aparecen manchadas de sangre en el Sudario de
Oviedo, sobre ellas se aplicó un lienzo y se ajustó cuidadosamente, para a
continuación retirarlo y comprobar el resultado; las improntas resultantes
resultaron ser muy similares a las que aparecen en el lienzo ovetense».
Para concluir, explicó el médico español,
incrustado en un coágulo de sangre que proviene del Sudario de Oviedo, «se ha descubierto un grano de pólen que ha sido
identificado morfológicamente por la Bióloga del EDICES, Doña Marzia Boi, como
perteneciente al género botánico “Helicrisum”, y es compatible con otros
pólenes análogos encontrados por otros investigadores sobre la Síndone de
Turín. Este hallazgo, además de suponer una nueva concordancia entre ambas reliquias,
podría corroborar la hipótesis de Doña Marzia Boi de que parte de los pólenes
podrían haber llegado a los lienzos procedentes de los ungüentos con que fue
amortajado el cadáver».
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