En el marco del Año de San José convocado por el Papa Francisco, el presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá (Colombia), Mons. Pedro Mercado Cepeda, señaló que la vida de San José se entiende a la luz de la misión a la que se consagró, ser “imagen viva de la paternidad de Dios para Jesús”.
Mons. Mercado realizó una reflexión sobre la Carta Apostólica Patris corde
(Corazón de padre), publicada el 8 de diciembre de 2020, a los 150 años de la
declaración de San José como patrono de la Iglesia universal.
El sacerdote se centró en la segunda sección de la carta apostólica, que
lleva como tema “Padre en la ternura” y
señaló que el Papa Francisco realiza en su texto un “hermoso
paralelo entre la paternidad de Dios y la de José”.
“Jesús pudo experimentar el amor, el cuidado y la
ternura de Dios precisamente a través de José, su padre”, indicó.
Mons. Mercado resaltó que la vida entera de San José se entiende a la
luz de la misión que ha recibido “ser imagen viva
de la paternidad de Dios para Jesús. Una misión a la que San José se consagró
enteramente”.
“La misión que San José asumió con tanta pasión no
fue para nada fácil. Todos sus proyectos humanos cambiaron”, indicó.
El sacerdote resaltó que el santo tuvo que abandonar “su tierra, su trabajo, para ponerse en camino sin más seguridad
que la fe”.
“A pesar de las dificultades y sacrificios, de las
incertezas del camino, San José cumple con el llamado recibido de Dios. En eso
consiste precisamente la confianza en Dios, en creer contra toda esperanza”, subrayó.
El Papa Francisco señaló en su carta apostólica que “José nos enseña que tener fe en Dios incluye además
creer que Él puede actuar incluso a través de nuestros miedos, de nuestras
fragilidades, de nuestra debilidad”.
Sobre este punto, Mons. Mercado indicó que la “historia
de la salvación no es un relato épico de éxitos y triunfos. Narra también las
grandes debilidades, pecados y fracasos del pueblo elegido”.
“¿Por qué? Porque de los errores se aprende,
incluso más que de los aciertos. El Papa nos recuerda, por ello, que tenemos
que tener una mirada esperanzada respecto a nosotros mismos y confiar en la
obra de Dios que se manifiesta también en nuestras debilidades”, subrayó.
Asimismo, el Santo Padre señaló que “la
Verdad que viene de Dios no nos condena, sino que nos acoge, nos abraza, nos
sostiene, nos perdona” y siempre “se nos presenta como el Padre misericordioso
de la parábola”.
Mons. Mercado indicó que los creyentes “estamos
llamados a ser testigos de la verdad de Dios es un mundo cada vez más relativista”
y señaló que la respuesta eficaz para vencer es la caridad.
“El testimonio de la verdad va unido al testimonio
de la caridad. La verdad no condena, no agrede sino que propone, anima, invita
y congrega”, concluyó.
POR HARUMI SUZUKI
No hay comentarios:
Publicar un comentario