martes, 9 de febrero de 2021

¡NOS HEMOS VUELTO TODOS LOCOS!

"Servicio de terapia psico-corporal y transpersonal: dar claridad de consciencia y limpieza del ego neurótico".

Por: Miguel Ángel Cid | Fuente: La rana perdida

Da la impresión de que nos hemos vuelto todos locos. Locos de remate. Loquísimos. Una de dos: o estamos locos o nos quieren volver locos. Porque yo no creo que sea normal que, revista que lee uno, revista que está llena de anuncios bien extraños. Y, si no, veamos esta muestra de una tal Casa Amatlán, que por lo visto trabaja con el International Institute for Ontogony Research and Development de Canadá: “Servicio de terapia psico-corporal y transpersonal: dar claridad de consciencia y limpieza del ego neurótico, enfocada a romper la coraza o caractereología emocional y muscular”. Y ¿qué tal este otro?: “Taller de desbloqueo emocional: desbloquear, liberar y dejar fluir la energía de vida. Dar expresión a emociones reprimidas a través de técnicas y ejercicios prácticos”. Neurotismo, bloqueos, corazas, emociones reprimidas... ¡Nos hemos vuelto todos locos!

Lo peor es que se empeñan en relacionar todas estas rarezas con el cristianismo. ¡De veras que están locos! Para liberarnos de todas las neurosis y bloqueos y corazas y demás cuentos, nos recomiendan no sé cuántas técnicas y métodos orientales... ¡Y según ellos todo es perfectamente cristiano!

Por ejemplo: Georg Gichtel afirma que Dios le reveló los siete centros del hombre, semejantes a los chakras tántricos, y a la fuerza energética de la serpiente que rodea el sol del corazón. Dado que a Cristo se le llama Sol de Justicia y Sagrado Corazón, Gichtel traza un paralelismo entre Shiva y Cristo. ¿Qué les parece lo listillo que nos salió el Sr. Gichtel, eh?

Otro ejemplo nos lo da un centro que ofrece un “retiro de meditación zen cristiana de Semana Santa”; el texto dice así: Integra prácticas y técnicas del zen y de los primeros místicos cristianos. La meditación se inspira en la poesía y experiencia mística de San Juan de la Cruz. El retiro se acompaña con música sacra y new age. ¡Pero bueno! ¿Esto qué es? Pero si la Semana Santa es para acompañar a Cristo en su pasión, muerte y resurrección. ¿Por qué ahora se la quieren pasar oyendo música new age? ¿En qué libro de liturgia, en qué encíclica de los Papas, en qué parte de la Biblia se dice que la semana santa la debemos pasar meditando zen? En la Última Cena de Cristo, ¿hubo Eucaristía o hubo zen? Realmente, estas mezclas que hacen son ridículas.

¡Además, tienen el valor de llamarlo “zen cristiana”! Es como aquello del Tai-Chi cristiano... ¡Vaya tomadura de pelo! A este paso terminaremos con “La Santa Misa Budista”, “El Santuario de la Virgen del chakra”, “San Confucio de la Divina Ching Hai”, “La Navidad del Dalai Lama y la adoración de los tres Krishnas magos”... ¡Este mundo se está volviendo loco! Pero, si es que está claro: o es Misa cristiana, o no es Misa; o es la Madre de Dios o no es la Virgen; ¡y no hay más! Pues igualmente, o es zen budista o no es zen; o es tai-chi como lo concibió Chang-san-feng o no es tai-chi. ¡y no hay más! Punto. Lo demás son tonterías, o negocios, o modas, o locuras, pero nada más.

Porque luego se llega a cosas realmente extravagantes, como ese monje benedictino, David Steindl-Rast, que comenta un “bautizo” cristiano-budista que realizó en el San Francisco Zen Center de California: “Ambos papás eran sacerdotes budistas, pero al mismo tiempo eran cristianos practicantes. Eso se da cada vez más en centros de zen: gente que ha rechazado su fe cristiana, se ha sumergido en el zen y a la vuelta de diez, quince o veinte años redescubre el cristianismo en un nivel mucho más profundo gracias a la práctica del zen”. ¿Qué te parece? ¿No querías impresiones fuertes? ¿Eh? ¡Este planeta se ha vuelto loco! Pero loco de remate...

Está bien que el mundo se esté globalizando y que se respete y vea lo bueno de las diversas culturas y religiones. Hasta aquí está bien. Pero eso no quiere decir que se deban mezclar todas las cosas sin más. El aceite es sabroso, el agua también, pero no las trates de mezclar porque no podrás; el sol es hermoso, qué decir de la luna... pero, o hay sol o hay luna, o es de día o es de noche, pero no las dos cosas a la vez. No es que los cristianos no valoremos las cosas buenas y hermosas de otras culturas o religiones, pero lo que pasa es que no pueden ser mezcladas con nuestra fe. O es de día o es de noche...

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