miércoles, 4 de noviembre de 2020

MI OPINIÓN SOBRE UN CASO DE MORAL. UN CASO DE MORAL QUE SE PLANTEA EN EL CAMPO DE LA POLÍTICA.

En la política, se debaten las cuestiones opinables. En la política, se discute acerca de lo que se puede hacer. La política no trata de lo que no es opinable ni de lo que no se puede hacer.

El que Trump haya salido hoy afirmando ante las cámaras de televisión hemos ganado y que esto era un gran fraude, es un acto moralmente perverso. Malo por lo que supone respecto a la verdad y malo por las consecuencias que puede tener.

Alguien que se presenta a la presidencia de un país y pide que no continúe el recuento de papeletas es un irresponsable y no merece ser presidente, ni allí ni en ningún lado. Con un acto de esta naturaleza, proclama su catadura moral. Su carácter inadecuado para guiar un país, para tomar las decisiones más trascendentes en bien de una gran comunidad.

Si no estaba de acuerdo con las reglas del juego, pudo presentar sus alegaciones antes. Pero las reglas eran las mismas para todos. No se puede pretender que se haga su voluntad a costa de la legalidad.

Nunca había visto un espectáculo así, tan bochornoso, en ninguna gran democracia. Sé lo importante que Trump resulta para el bando provida, y la importancia que jueces conservadores van a tener en las decisiones de los próximos años. Pero si el precio que hay que pagar es apoyar a una persona de esa calidad moral... la respuesta es no. 

Prefiero que haya alguien mínimamente decente al mando de un país, que no escoger a alguien radicalmente incapaz por favorecer al bando provida. No podemos pretender que se defiendan los postulados provida a cualquier precio.

P.FORTEA

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