Todos están llamados a la santidad, sin importar su condición o edad, lo fundamental es aceptar esta gracia y dar una libre respuesta a ella.
Así lo demostraron ocho niños que se destacaron por su testimonio de
piedad, fidelidad y amor a Dios y que presentamos a continuación.
1. SANTOS FRANCISCO Y
JACINTA MARTO
Junto con su prima Lucía, Francisco y Jacinta Marto de
9 y 7 años respectivamente, fueron testigos de las apariciones de la Virgen
María en Portugal, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Los pastorcitos soportaron con valentía las calumnias y persecuciones y
realizaron varias mortificaciones.
El pequeño Francisco pasaba mucho tiempo ante el Sagrario y rezaba para
consolar a Dios por las faltas de la humanidad, mientras que Jacinta iba a Misa
todos los días y ofrecía la comunión por los pecadores.
Francisco y Jacinta enfermaron de bronco-neumonía durante una epidemia
en la región. Él murió en 1919 y su hermana un año después.
El 13 de mayo de 2017 fueron declarados santos por el Papa Francisco.
2. SANTO DOMINGO SAVIO
Santo Domingo
Savio quiso ser sacerdote desde
pequeño y tras conocer a Don Bosco ingresó al Oratorio de San Francisco de
Sales en Turín, Italia.
El niño se destacó por su intensa vida espiritual, su alegría y su
disposición para ayudar a los demás, especialmente a su familia. Solía decir
con frecuencia: “¡Quiero ser santo!”.
Debido a su débil salud, tuvo que dejar el oratorio y regresar a su
casa.
Poco antes de cumplir 15 años, falleció el 9 de marzo de 1857 y exclamó “¡qué cosa tan hermosa veo!”.
3. SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL
RÍO
San José Sánchez
del Río fue un niño que por amor a Jesús se unió a los Cristeros, un grupo
armado de miles de católicos que defendieron su fe durante la persecución
religiosa perpetrada en México, en la segunda década del siglo XX.
Los Cristeros no quisieron aceptarlo en un principio porque era joven y
por el peligro al que se exponía; pero igual se unió como portaestandarte de la
imagen de la Virgen de Guadalupe, sin tomar parte activa en los enfrentamientos
armados.
“Joselito”, como se
le conoce en su país, tenía 14 años cuando el 10 de febrero de 1928 los
oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles lo torturaron y lo asesinaron
por negarse a renunciar a la fe.
Fue declarado santo por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016.
4. SANTA MARÍA GORETTI
Santa María
Goretti creció en el seno de una familia que era pobre de
bienes terrenales, pero rica en la fe.
Cuando tenía once años fue apuñalada por Alessandro Serenelli, un joven
de 19 años, porque se negó a tener relaciones sexuales con él.
Antes de morir, el 6 de julio de 1902, ella perdonó a su asesino.
Alessandro se arrepintió de su crimen y cuando salió de la cárcel buscó
a la madre de María para pedirle perdón.
Años después, él colaboró dando su testimonio para la causa de
beatificación de María. También fue admitido en la orden tercera de San
Francisco.
5. SANTOS CRISTÓBAL,
ANTONIO Y JUAN
Los santos Cristóbal,
Antonio y Juan, son considerados los primeros mártires de
América ya que fueron asesinados en México entre 1527 y 1529.
Cristóbal fue hijo del cacique Acxotecatl y conoció la fe católica
gracias a la labor evangelizadora que los frailes franciscanos realizaban en la
región entre 1524 y 1527.
Tras recibir el bautismo, trabajó por la conversión de su familia, pero
su padre se enfureció. Murió a los 12 años producto de los golpes y quemaduras
provocadas por su progenitor.
Antonio y Juan recibieron formación de los franciscanos y dominicos.
Ambos trataron de erradicar la adoración de ídolos en su pueblo Tizatlán y en
las aldeas cercanas.
Sin embargo, fueron descubiertos por los pobladores de Cuautinchán, que
los asesinaron a golpes.
POR MARÍA XIMENA
RONDÓN | ACI Prensa
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