La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. El Adviento inicia el 1 de diciembre de 2019.
Fuente:
Catholic.net
LA CORONA O GUIRNALDA DE ADVIENTO ES EL PRIMER ANUNCIO DE NAVIDAD.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere
decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos
nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca
cuatro semanas antes de Navidad.
Una costumbre significativa y de gran ayuda para
vivir este tiempo es La corona o guirnalda
de Adviento, es el primer anuncio de Navidad.
ORIGEN:
La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres
pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de
diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de
esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no
representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la
cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido
en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.
NUEVA REALIDAD:
Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de
Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que
me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.».
La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que
vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una
ciudad situada en la cima de un monte."
En el siglo XVI católicos y protestantes
alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de
verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha
venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la
venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
La corona de adviento se hace con follaje verde
sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa. El
primer domingo de adviento encendemos la primera vela y cada domingo de
adviento encendemos una vela más hasta
llegar a la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el
gozo. Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún
pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de
adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después
de la cena. Si no hay velas de esos colores aún
se puede hacer la corona ya que lo más
importante es el significado: la luz que aumenta con
la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La
corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote.
LA
CORONA DE ADVIENTO ENCIERRA VARIOS SIMBOLISMOS:
LA
FORMA CIRCULAR: El
círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin
principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca
debe de terminar.
LAS
RAMAS VERDES: Verde
es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón
de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más
importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios,
nuestro Padre.
LAS
CUATRO VELAS: Nos
hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo
aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a
poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la
corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los
siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a
nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de
una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en
familia.
LAS
MANZANAS ROJAS QUE ADORNAN LA CORONA: Representan los frutos del jardín del Edén con
Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa
del Salvador Universal.
EL
LISTÓN ROJO: Representa
nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
BENDICIÓN DE LA CORONA DE
ADVIENTO
En algunas parroquias o colegios se hace la
bendición de las Coronas de Adviento. Si no se puede
asistir a estas celebraciones, se puede hacer la bendición en familia con la
siguiente oración:
Señor Dios, bendice con tu
poder nuestra corona de adviento para que,
al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos
admitidos al Reino de los Cielos. Te lo
pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
La bendición de Dios,
Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que
con ella queremos preparar la venida de Jesús.
PROPONEMOS
ESTE ESQUEMA SENCILLO PARA ORAR AL ENCENDER LA VELA DE ADVIENTO
PRIMER
DOMINGO
LLAMADA
A LA VIGILANCIA
ENTRADA.
Se entona algún canto.
Saludo.
Guía: En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos
ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo
confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA
DE LA PALABRA.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén
preparados y vigilando, ya que nos saben cuál será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar)
Reflexión.
Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro
del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra
existencia, para darle sentido total y salvarnos.
ENCENDIDO
DE LA VELA. Oración.
Guía:
Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su
lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta
primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para
recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos
adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque
tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!
PADRE
NUESTRO
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre
Nuestro...
CONCLUSION
Guía: Ven,
Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y
seremos salvos. Amén.
SEGUNDO
DOMINGO
ENTRADA. Se
entona algún canto. Guía:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Acto
de Contrición.
Guía:
Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo
confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA
DE LA PALABRA.
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14: ”Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos
nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos
hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha
ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar
REFLEXIÓN
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿ Se
notará que creemos de veras en Cristo?
ENCENDIDO
DE LA VELA. Oración.
Guía:
Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel.
Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está
rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne...
Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida
para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro
corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor!
¡Ven, Salvador!
PADRE
NUESTRO.
Guía: Unidos
en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre
nosotros.
Todos: Y
seremos salvados. Amén.
TERCER
DOMINGO
ENTRADA.
Se entona algún canto. Saludo.
Guía: En el
nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Guía:
Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo
confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA
DE LA PALABRA.
Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses
5,23: “Que
el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense
enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la
venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar.
Reflexión.
Guía: Los
hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la
Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más
amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?
ENCENDIDO
DE LA VELA. Oración.
Guía:
En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó
una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va
a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una
novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero! Juan
Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de
nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz,
caliéntanos en tu amor!
PADRE
NUESTRO.
Guía:
Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION.
Guía: Ven,
Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y
seremos salvados. Amén
CUARTO
DOMINGO
Todos hacen la señal de la
cruz.
Guía:
"Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos:
"Que hizo el cielo y la tierra"
LITURGIA
DE LA PALABRA:
Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada
de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni
pendencias. Vestios del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"
Todos:
"Te alabamos Señor".
Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a
vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo
del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus
pueblo santo y la admiración de todos los creyentes."
-"Palabra de Dios"
Todos:
"Te alabamos Señor".
Guía:
"Ven, Señor, y no tardes.
Todos:
"Perdona los pecados de tu pueblo".
SE
ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS
Guía: "Bendigamos
al Señor"
Todos hacen la señal de la
cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
HUMILDAD Y GLORIA
EL NACIMIENTO DE JESÚS
Guía:
Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
"Y sucedió que,
mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los
días del alumbramiento, y dio a luz a su
hijo primogénito, le envolvió en pañales y
le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento."
"Palabra de Dios"
Todos:
"Te alabamos Señor".
MEDITACION
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la
prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda
separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le
reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el
amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero
deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
ORACIÓN
FINAL
Derrama Señor, tu gracia
sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de
tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la
resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos:
"Amén"
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