Muchas gracias por los comentarios, pasajes bíblicos y textos patrísticos. Han sido útiles e interesantes. Permitidme que no haga menciones particulares por ahorrar tiempo, dado que ha sido un día de mucho trabajo. No me he dedicado solo a meditar acerca de la tumba de Judas.
La tumba
de este miembro de los Doce no aparece en la Palabra de Dios. Se habla del
Campo de Sangre donde cayó, pero no se llega a decir que allí se le enterrara.
Es muy
posible que, en algún lugar, de la tierra de los alrededores de Jerusalén se
hallen huesos de Judas. Sí, hoy día, en este siglo. Mezclados quién sabe con
cuántas cosas o con cuántos restos de otros. Trozos grandes o pequeños. Pero
sí, en algún lugar, deben estar esperando la resurrección.
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Todos
tenemos experiencia del sabor de haber sido traicionados. Es algo que cada ser
humano ha experimentado en su sabor puro, perfecto. Saber que una persona a la
que solo le has dado amistad decide hacerte sufrir, y que lo hace fríamente,
con deliberación. Es un sabor desagradable, reptiliano. ¿Y quién no conoce ese sabor?
P. FORTEA
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