Acción de Gracias: un día especial, donde ante todo se celebra la unidad familiar.
Por: n/a | Fuente: ACI Prensa
El cuarto jueves de noviembre se
celebra, en Estados Unidos, el Thanksgiving o el Día de Acción de Gracias
que recuerda la primera cena de agradecimiento en 1621 de un grupo peregrinos
con nativos, en la que se dio gracias a Dios por la abundancia de cosechas en el nuevo mundo.
El Arzobispo de Los Ángeles (EEUU), Mons. José Gómez, explicó por qué esta
fiesta es profundamente católica.
En el año 2008, cuando era aún Arzobispo de San
Antonio (Texas), Mons. Gómez publicó en el diario Today’s Catholic un artículo
en el que explicaba el sentido católico del Día de
Acción de Gracias, "un día especial, donde ante todo se celebra la unidad
familiar. En efecto, las familias se
reúnen en Thanksgiving con más frecuencia que en cualquier otra fiesta,
incluyendo la Navidad".
El Prelado relató que "antes
de la ‘primera’ celebración de Thanksgiving en 1621 en suelo norteamericano, el
30 de abril de 1598, en Texas, Don Juan de Oñate ya había declarado
oficialmente un ‘Día de Acción de Gracias’, que fue conmemorado con el santo
sacrificio de la Misa".
Oñate, contó el Prelado, "hizo lo más propiamente católico: celebrar la Eucaristía, una
palabra que viene del término griega Eukaristein, y que significa, precisamente
‘acción de gracias’".
"Esta es la razón por
la cual, pese a que Thanksgiving no es una fiesta de guardar en
el calendario católico, el calendario litúrgico de la Iglesia en los Estados
Unidos lo celebra con la solemnidad de dos lecturas –una del Antiguo
y otra del Nuevo Testamento– y con una emblemática lectura del Evangelio de
Lucas: el pasaje del ‘Magnificat’" de
María.
Mons. Gómez resaltó que "aunque
la Virgen María lo vivió de manera única y privilegiada, todos (…) podemos
elevar nuestra acción de gracias a Dios porque nos ha dado más de lo que
imaginamos o merecemos, simplemente porque, como nos dice nuestra Santa Madre,
Él ha hecho obras grandes por nosotros, y su nombre es santo".
"Por eso, los
católicos no sólo debemos celebrar el Día de Acción de Gracias con profundo
espíritu de oración, agradecimiento y alegría, sino que la celebración de este
día nos debe llevar a recordar que nuestra vida como católicos es una constante
acción de gracias. A través de nuestros actos de la vida cotidiana, que deben
todos ellos dar gloria a Dios, y de manera especial a través de la celebración
de la Eucaristía".
El Arzobispo de Los Ángeles, la arquidiócesis
más grande de Estados Unidos, recordó además que "este
fin de semana iniciamos el tiempo especial del Adviento. A través de él nos
preparamos para recibir el supremo regalo de Dios: su propio Hijo, hecho uno de
nosotros para reconciliar a la humanidad".
"Rezo –concluyó–
de todo corazón a nuestra Santa Madre, la gran
agradecida del Señor, para que nos prepare con un corazón lleno de acción de
gracias para los grandes misterios de la Navidad".
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