HEMEROTECA TESTIMONIO DE MILAGROS MARTÍN, POR AÑOS VOLCADA EN LA NEW AGE.
Milagros Martín cuenta su experiencia en el reiki,
la nueva era y el llamado Curso de Milagros.
La
madrileña Milagros Martín contó su testimonio en HM TV en 2015, acerca de su
experiencia de años en la "nueva era", el reiki, la macrobiótica y la doctrina
pseudocristiana y gnóstica de "Un Curso de Milagros", los daños que le produjo y cómo salió de esa
espiral.
Milagros creció en una familia de tradición católica.
Su madre y sus abuelos iban a misa y ella también, hasta los 13 años.
Después, salvo por una experiencia ayudando a niños en Cáritas, cortó su
relación con la Iglesia. Acudía a ella solo en eventos sociales y algunas
fiestas locales. "En algunos momentos, acudía
a rezar al Señor, en soledad, cuando nadie me veía. Quizá, había cierta
vergüenza, delante de las amigas, para seguir relacionándome con la fe", recuerda.
Antes de los 30 años, ya se había hecho un hueco en su profesión como
arquitecto técnico y no dependía para nada de su familia.
REFLEXIONAR
SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE
En
2004, cuando murió su abuela,
empezó a reflexionar. "Era la
primera vez que me encontraba con la muerte en mi vida, en alguien cercano. Y
esto hizo que yo me planteara muchas cosas. Yo tenía un buen trabajo. Vivía, en ese momento, con el que era mi
novio. No vivía de cara a la fe, no veía ningún problema, ni
tampoco ningún pecado en ello. Y tenía un ritmo laboral bastante estresante. En
ese momento, la construcción estaba en pleno auge. Yo era jefa de obra en una de las constructoras, bastante reconocida, de
Madrid. El ritmo de trabajo era fuerte, estábamos en la obra a las
ocho de la mañana y acabábamos hacia las nueve y media de la noche, y así, de
lunes a viernes. Esto llevaba a una ansiedad, en algunos momentos, que me
llevaba a decir: “Mi vida es puramente trabajo”.
"Había
conseguido todo aquello que me habían dicho, que me daría la felicidad.
A nivel de profesión, tampoco aspiraba a llegar mucho más alto. Pero yo sentía
que la muerte de mi abuela me hacía plantearme la vida. ´Si esta vida, es un
levantarme pronto, para ir a trabajar, para ganar un sueldo y tener una
hipoteca, tener una casa, tener
quince días de vacaciones en verano, para que cuando llegue a los ochenta y
cinco años, se acabe mi vida y muera, no tiene sentido´. Aquello,
me hizo plantearme, muy seriamente, qué estaba pasando, y entré en una crisis
personal".
HABÍA UN VACÍO ESPIRITUAL QUE LA AFECTÓ PSÍQUICA Y
ANÍMICAMENTE.
"De repente, nada de lo que hacía tenía sentido. Me costaba levantarme por la mañana. Empecé
a llegar tarde al trabajo. Había perdido ese entusiasmo que me llevaba a la
ambición profesional y caí en una crisis de ansiedad, porque no sabía qué me
estaba pasando. Era un sentimiento de vacío profundo, de pérdida de
felicidad".
En ningún momento se le ocurrió pensar
en acudir a la Iglesia o hablar con un sacerdote. "No entraba ni siquiera dentro de mis
planteamientos. Tenía un desconocimiento total de ello y, por lo tanto, no
estaba en mi registro de posibilidades".
Entrando
en el laberinto de la nueva era: yoga
Un
familiar que había sufrido la muerte de una amiga le propuso algo que le había
ayudado: el mundo del yoga. "Me ofrecieron ir a unos seminarios de relajación y
de respiración, era una escuela hinduista. Se llamaba “The art of living”, fundada por un maestro hindú
para temas de respiración consciente y para relajación mental. Y esa fue la
primera puerta que yo empecé a abrir para buscar un poco de calma y de sosiego
mental. Curiosamente, ese seminario coincidió con el día del atentado en
Madrid [del 11 de marzo de 2004, con 193 muertos y más de 1.800
heridos, nota de ReL] y se suspendió. Estábamos en el seminario cuando
llegó la noticia. No pudimos seguir. Pero, a la semana siguiente me ofrecieron
ir a otro seminario. Había empezado a entrar en el laberinto de la nueva
era".
"Este otro seminario venía de Estados Unidos,
era de coaching grupal para el
autoconocimiento. Y, este tipo de seminario, sí que me llevó a
empezar a conocerme y a indagar en mí misma, con una mirada hacia el interior.
Por eso se llama Inside, o
sea, empezar a mirar hacia adentro, qué está pasando en el interior. Tienen
técnicas muy interesantes, por eso es atractivo. Pero, el nivel de confusión es
muy alto, porque buscan llegar al nivel emocional de la persona. Hay una
exaltación emocional grande y tocan
aspectos muy íntimos del inconsciente, de tu infancia, remueven cosas
que, si no están bien gestionadas, pueden llevar a la persona a un gran
desequilibrio".
En una sociedad individualista como la occidental, este tipo de seminarios "enganchan" con relaciones intensas.
"Se
juega con un sentimiento de pertenencia muy fuerte, empiezas a tener relaciones
a nivel emocional con personas que nunca has tenido, o que no es
habitual tener. Eso crea a veces un
sentimiento de cercanía y de complicidad con las personas con las que compartes esos
aspectos de tu corazón y de tus vivencias. Te lleva a creer que perteneces a
algún lugar, que tienes algún sentimiento de cercanía. También usan técnicas de pensamiento positivo, como
que con tu mente podrás cambiar tu vida. Durante un tiempo, crees
que funciona, luego, te das cuenta de que el castillo se cae y que aquello no
se sostiene".
UNA
BODA POR LA IGLESIA, SIN FE
Después
de un año y medio conviviendo con su novio, para dar un marco de estabilidad
decidieron casarse y ella, por tradición, quiso hacerlo por la Iglesia.
"Tradicionalmente, se había hecho siempre así,
luego, si yo me caso, me caso en
la Iglesia católica, aunque no tenía fe. El que iba a ser mi
marido, no tenía ninguna fe, mucho menos que yo".
Los preparativos de boda eran "casi de cuento de hadas, los que toda mujer sueña
tener".
En esa época empezó a leer
revistas "nueva era" como "Cuerpo y Mente" o libros como "El
poder del ahora". Ella buscaba conocerse internamente.
La boda se aplazó debido a que tanto ella como él tuvieron dos accidentes con
fractura, uno cada uno. Eso fue una fuente de estrés. Ella no sabía distinguir
el estrés de la boda del estrés de su propio vacío interior.
"Después de celebrar la boda, me di cuenta de
que yo seguía estando mal, como
si uno levantase las alfombras y viese con mayor claridad todo lo que no estaba
bien, todo lo que no estaba ordenado. Me era imposible volver a unirme a la
persona con la que me había casado. Mi crisis era muy fuerte, y ya no tenía
excusa, pues ya no había preparativos. Era como un gran silencio. Sentía como haber cerrado la maleta de mi vida. Cuatro
meses después fui a hacer el segundo nivel de esos seminarios de “inside”. Y me
puse delante de la gran mentira en
la que yo estaba viviendo mi vida, una vida de hipocresía. Mi vida
de cara a los demás, a lo que los demás puedan esperar de mí, pero, con una
certeza y con una verdad interna, de escucha propia, para ver qué está
pasando."
"Me
tuve que separar de mi marido, no podía seguir manteniendo la unión con
él. Y empecé con el mundo de la psicóloga. Necesitaba una psicóloga, porque esos seminarios
de “inside” fueron como meterme en una centrifugadora. Desataron
muchas cosas. Pero, me encontré desbordada emocionalmente, no podía colocarlo
todo, habíamos tocado muchos aspectos de mi infancia, de mi vida y yo me sentía
completamente desestructurada emocionalmente".
"Mi marido empezó a
sentir que aquellos seminarios eran una secta, porque
así están considerados en algunos lugares, por la desestructuración que, a
veces, generan. Y es cierto, yo tuve que buscarme una psicóloga, para poder ir
colocando, poco a poco, con una cierta delicadeza, todo lo que yo había
visto. Es tremendamente peligroso
meterte en el inconsciente de una persona, y querer sacarlo todo, con la
rapidez con que ahí te lo sacan. Puedes, realmente, hundirte. Y, de
hecho, hay personas que han tenido problemas serios de accidentes, o de
situaciones difíciles, porque aquello no es para todo el mundo. No se puede
entrar en el inconsciente de alguien de aquella forma tan brusca".
"Entré con psicólogos, que
utilizaban técnicas de energías, que no son propias de la psicoterapia,
pero que estaban dirigidas hacia ese mundo. Me dirigieron, enseguida, a una
escuela de energía universal. También, usábamos el masaje metamórfico, como técnica complementaria a la
psicoterapia. Es un laberinto y una
espiral y no sabes dónde paras, aunque crees estar bien dirigido".
EL
FENG SHUI, LAS ENERGÍAS EN EDIFICIOS
Otra
entrada de Milagros en la "nueva era" fue
a través del feng shui, una disciplina oriental que al principio puede parecer
un estilo de diseño armónico de espacios (despachos, viviendas, jardines,
decoración del hoghar, interiorismo) pero que enseguida se convierte en algo
esotérico sobre gestión de "energías positivas
o negativas" que "fluyen" por
la casa.
Como arquitecto, a Milagros le cautivó el feng shui. "Todo está muy mezclado: lo esotérico, lo
energético, lo psicológico, la búsqueda espiritual, lo trascendente, las
terapias alternativas. Yo me metí mucho con el tema de la macrobiótica. Me
interesaba mucho saber cómo a través de la alimentación yo podía sanar mi
cuerpo. Por algún sitio, la ´nueva
era´ siempre se mete, toca todos los aspectos del ser humano y,
además, tiene parte de verdad, es muy difícil discernir dónde está la verdad y
dónde la mentira".
Uno de sus peligros es aplazar la
ciencia de verdad y sustituirla por técnicas dudosas. "Me diagnosticaron una enfermedad en los ovarios y,
a través de la alimentación y la macrobiótica yo quería resolver este problema,
pero al final, tuve que pasar por
quirófano", explica Milagros.
Más aún: "En el tema de la alimentación, yo caí en orthorexia, que está
diagnosticada como la adicción por la comida sana. O sea, que lo
mío era patológico. No podía comerme un tomate, porque pensaba que creaba
acidez en mi cuerpo. Ni siquiera podía comer ciertas cosas, como berenjenas. La
macrobiótica es muy estricta. Puedes crear un patrón en tu mente, que te hace
más mal que bien.
Hoy que Milagros es cristiana, resume el error de la "nueva era" en
que vende la idea de que con
técnicas y energías "podrás evitar la cruz en tu vida. Y esto no es
verdad. La cruz va a estar en tu vida. Tú no puedes crearte un
mundo ideal como te prometen esos seminarios de pensamiento positivo. No lo vas
a conseguir, te vas a desgastar y te puedes volver literalmente
loco".
JESÚS
Y EL CAMINO DE SANTIAGO
En esta
vorágine de "nueva era", el evangelio
llegó a Milagros.
"Cayeron
en mis manos unos evangelios de mi abuelo paterno. Empecé a indagar
sobre los evangelios. Me
interesaba mucho la palabra de Jesús. Cayó también en mis manos un
librito, que se llama “Dios ante todo”, de San Juan de Dios. Y en
ese tiempo la misma persona que me había llevado a los cursos de yoga, me dice: ´Milagros, siento que tienes que ir a
hacer el camino de Santiago´."
Se animó a hacerlo sola durante 11 días en verano. Entró en una ermita para quitarse una piedrecita del pie, se
descalzó. Y allí leyó un mensaje que decía: “El Maestro está aquí y te llama”.
"Aquello resonó mucho en mi interior. Era una
llamada porque no hacía con mi vida lo que tendría que hacer, sentía dentro de
mí algo que me estaba llamando a cambiar. Y yo no sabía lo que era. Estuve allí
más de cuarenta minutos llorando, porque había un reconocimiento de
aquello".
En aquel Camino de Santiago se mezclaron llamamientos de luz y de tinieblas. "Me encontré con personas, que no sé ni siquiera
cómo definirlos. Eran personas con
caminos oscuros. Me encontré con un alquimista, que trabajaba en el
mundo de la alquimia y en el mundo del chamanismo. Me hablaron del camino
pagano. Es el camino de Santiago que hacen algunos por temas ancestrales, como
el tema de los druidas. Pero yo terminé
el camino de Santiago con el sentimiento de que había una presencia que me
acompañaba en mi vida, que me ayudaba cuando yo lo necesitaba. Fue el
sentimiento muy fuerte de que era acompañada, de que era ayudada, de que era
protegida".
Cuando llegó a Santiago, pensó que el
sentido de su vida implicaba entrega, dar algo a los demás.
LLEGA
EL REIKI
Pero en
ese momento la invitaron a
participar en un curso de Reiki, la disciplina de "new age" que promete hacer fluir "energía vital" que cura y sana a través
de la imposición de manos. "Me parecía interesante poder sanar con las manos, despertar capacidades que podíamos tener dentro de
nosotros y ayudar a otros, para
curar con las manos. Yo no le veía ninguna malicia".
El primer curso de Reiki ya fue para Milagros "como una desestructuración absoluta a nivel
psicológico. Fue abrir una puerta, que me llevó a un contacto con lo sobrenatural que me
desequilibró absolutamente. Con lo sobrenatural malo. A través de la
invocación a figuras geométricas y de entidades energéticas, te abren el canal. Te inician en la
apertura de esa capacidad, al entrar en contacto con una entidad que
llaman la energía Reiki. Lo sorprendente de todos estos caminos, que son tan
atractivos, es que, de verdad, tú sientes que transmites energía y que está
pasando algo dentro de ti. Y a la persona a la que se lo transmites, sientes
que le está llegando. Nota un calor, una sanación y, entonces, ves que algo
está sucediendo".
Hoy Milagros lo tiene claro: "Te dan figuras
geométricas a las que tú estás invocando con palabras. Claro, yo hoy sé que son entidades que están funcionando del
lado del Maligno. Evidentemente no tiene nada que ver con
Dios".
"Yo empezaba a tener visiones. Empezaban a
suceder cosas en mi casa muy
difíciles de explicar. Cosas que te hacen cuestionarte que te estás volviendo
literalmente loco. Sucede todo el efecto poltergeist [objetos
que se mueven en casa]. Empiezas a tener visiones de entidades. Te
preguntas: “¿Qué está pasando?”. Yo, ni siquiera, me atrevía a contárselo a nadie, porque crees que te estás
volviendo loco".
UN
RETIRO NEW AGE... Y UNAS MONJAS EN LERMA
"Me ofrecieron esos amigos de reiki irme a hacer un curso de
chamanismo, porque está todo mezclado. La propuesta era ir a Navarra a una casa de retiro a una especie de limpieza
energética. Te metes como en unas saunas y a través del calor te llevan
a un estado alterado de conciencia".
"Conduciendo hacia allí, por el kilómetro
200, me entró un sueño tremendo y
no podía seguir al volante. Vi un cartel que ponía ´Lerma´. Nunca
había oído hablar de Lerma. A mí
me sonó a ´duerma´, que era lo que yo sentía. Me desvíe
y paré enfrente de unas rejas, de un monasterio grande que había allí. Yo me
eché a dormir, eché el asiento para atrás. Después me bajé del coche y di una
vuelta por el pueblo. Cuando yo me iba a ir en el coche, sentí un impulso a
entrar en el convento porque las puertas estaban abiertas. Entré en la Iglesia
que estaba abierta y no había nadie. Me puse de rodillas, porque yo empezaba a
tener contacto con el Señor dentro de mí. Aunque no había descubierto a Cristo, yo le pedía ayuda, leía los
evangelios y pedía su ayuda en ese momento: ¿Por qué he caído aquí?
¿Qué hago aquí? ¿Qué me está pasando?"
"Empezaron a salir
todas las monjas, vestidas de blanco, como
ángeles de Dios. Me llamó tanto la atención, porque además de la luz que había
en la Iglesia, cuando las vi aparecer a todas, se pusieron a cantar. Yo le dije
internamente a Dios: “Dame una señal, dime qué hago aquí". En ese
instante, se levantó una monja,
vino hacía a mí y me llamó. Me dijo: “Ven”. Luego, ella me dijo que estaba
sintiendo una voz internamente que le decía: “Llámala”. A mí, me
sorprendió su llamada".
"Nunca llegué a Navarra, nunca llegué a aquel curso de reiki, me quedé
cinco días, creo. Me alojé fuera, en un sitio que se llamaba:
"La posada de mi Señor". Me ofrecieron quedarme hablando con ellas,
rezando con ellas. Era la primera
vez que yo tenía una experiencia de oración en un convento. Hacíamos
la liturgia de las horas. Me invitaban a hablar con ellas. Entrábamos en el
locutorio y ellas, enseguida, se dieron cuenta de que estaba metida en el mundo
de la nueva era. Me alertaron
sobre los peligros de la nueva era".
"En aquel momento tiré cinco o seis libros: el
I-Ching, el Tao Te King. Llevaba un "Curso de Milagros" conmigo, el
Kybalión, por citar algunos de los que llevaba. El "Curso de Milagros" no fui capaz de tirarlo, se lo
dejé allí, en la puerta del convento. Nunca supe qué pasó con aquel
libro cuando lo solté. Había una atracción especial por aquel libro, quizá
porque se llamaba como yo, "Milagros". Pero, en aquel momento, me
deshice de todo aquello. Ellas me ofrecieron ir a la asamblea de la Renovación
Carismática que se estaba celebrando ese fin de semana. Yo no fui. No fui,
porque me costaba ser obediente. Y me costaba también saber hasta dónde llegar
en la confianza. Me encontraba mal personalmente, muy cerca de tocar la
locura".
UN
AÑO EN MARRUECOS, Y CINCO EN "UN CURSO DE MILAGROS"
Sin
embargo, tras esta experiencia de acercamiento a la Iglesia, vinieron unos años
de alejamiento. Primero, una operación de quirófano. Después, un año trabajando
en Marruecos, a donde se llevó sus libros esotéricos.
Buscaba a Jesús en el Corán, y también en el libro esotérico "Un Curso de Milagros". Invitada en una casa musulmana en Marruecos vio
una imagen de la Virgen María. Todo parecía compatible. Pero en los musulmanes
Milagros veía "rigidez y tensión, que faltaba
el Dios de Amor.
De vuelta a España, despedida de su empresa con una indemnización, en vez de
buscar trabajo en arquitectura empezó a sustituir a una compañera como
trabajadora en un centro de Reiki. Allí conoció a un maestro del "Curso de
Milagros" que cuidaba un aspecto físico que le asemejase a Jesús. "Me llamó mucho la atención su aspecto, con el pelo
largo y su rostro".
El Curso, aquel maestro y su grupo atraparon a Milagros durante cinco años.
La base del Curso de Milagros era gnóstica: lo corporal es ilusión, la mente tiene el verdadero poder, con tu mente
puedes cerar la realidad, conocer a Dios, evitar el sufrimiento,
lograr prosperidad...
El Curso de Milagros, como mil sectas
antes que él, usa a Jesús. La autora de Curso de Milagros (Helen
Schucman, murió en 1981) aseguraba que Jesús le dictaba sus enseñanzas, llenas
de belleza y sabiduría, que oía su voz y las ponía por escrito. El Curso usa más de 50 citas de la
Biblia, junto con mil explicaciones psicológicas y psicoterapéuticas para
cualquier cosa. Habla del "autoconocimiento de
nuestro propio ego, de la sombra dentro de nosotros, de la necesidad de bajar a
la sombra, de una kénosis, un descendimiento..."
Milagros quedó enganchada. Y cuando le ofrecieron formarse para ser ella
maestra de "Curso de Milagros", se
sintió halagada. Con el tiempo, "vendí mi casa, me fui a vivir con ellos, dejé mi familia y se creó un vínculo muy fuerte. Siempre, creyendo seguir
las enseñanzas de un curso de milagros, y con el interés de
difundirlas".
"Pasé
cinco años metida en esta secta pseudocristiana del Curso de Milagros, creyendo
seguir a Jesús, creyendo ayudar a otras personas, difundiendo estas enseñanzas.
Creamos una fraternidad, en la que yo vivía con ellos y, me costó cinco años
darme cuenta de que era un engaño, que era mentira. ¿Cómo salí de allí? Cuando empecé a ver cosas
muy extrañas en el maestro".
LA
VIRGEN MARÍA, LA GRAN OLVIDADA
En
cierto momento, Milagros invocó a la Virgen María.
"Ella siempre fue mi gran olvidada. Yo creía seguir a Cristo fuera
de la Iglesia. Pero, me di cuenta de que, donde no está la Virgen María, el demonio se cuela con mucha
facilidad. La Virgen siempre estuvo muy presente en mi familia: mi
abuela había fallecido en el día del Pilar, mi padre nació el día de la Virgen
del Pilar, tenía una tía que falleció el día de la Virgen de Fátima. Y, en ese
momento, yo, una vez más, en el puente del Pilar, le pido ayuda a la Virgen.
Iba a tener una conversación muy difícil con el que era mi maestro. El volvía
de un viaje, de Colombia. Tenía
relaciones abiertas. Había cosas que eran incompatibles con sus enseñanzas,
difíciles de entender. Y yo le pido ayuda a la Virgen: Ayúdame, no
sé lo que va a pasar en esta conversación. Tuvimos una conversación de más de cinco horas, rebatiéndonos principios. Él
había sido mi psicoterapeuta durante cinco años y conocía perfectamente todos
mis puntos y mis debilidades. Pero, yo, aquel día, sentí una fuerza que no venía de mí".
EL MAESTRO LA EXPULSÓ DEL GRUPO Y SE DISOLVIÓ AQUELLA
COMUNIDAD "NEW-AGE".
Empezar
de nuevo, rezando el Padrenuestro.
"Volví a casa en Navidad, como el hijo pródigo, totalmente abatida,
enferma, estuve diez días en cama. Y hubo un momento en el que me encontré a mí misma rezando el Padre
Nuestro, en la cama. Hacía mucho tiempo que yo no rezaba el Padre
Nuestro. En Curso de Milagros
tenían otra “oración” que sustituía al Padre Nuestro. Consciente de
lo que hacía, me levanté, me puse de rodillas en mi habitación y le pedí ayuda
a Jesús, porque siempre creí seguirle, siempre creí haber hecho todo esto por
su amor, por seguirle a Él".
"Salí de mi habitación y fui a la cocina a
coger un vaso de agua y, al pasar por el pasillo de casa, sonó el timbre de
casa. Recuerdo que se me pararon los pies y sentí en mi corazón ´abre, hay algo
para ti´. Pasó por allí mi padre,
abrió la puerta y le dieron una octavilla que ponía: “Catequesis para jóvenes y
adultos. Camino neocatecumenal”. Enseguida le dije: “Dámelo, es para
mí”. Y, cuando vi: “Iglesia católica”, no me lo podía creer".
Por un lado, Dios parecía responder a su llamada. Por otro, en Curso de
Milagros la habían adoctrinado contra la Iglesia Católica.
Milagros no fue a esa primera sesión de las catequesis neocatecumenales, pero
su hermano, que también era un buscador espiritual, sí acudió. “Mira, Milagros,
he estado en unas catequesis y no he hecho nada más que acordarme de ti”,
le dijo su hermano por teléfono.
Milagros se animó a acudir a la segunda sesión, con cierta hostilidad, pero
pensando también en buscar hacer compatible Curso de Milagros con lo que le
explicaran allí. Fue un proceso
duro, de más de dos meses, ayudada de las catequesis.
CONFESARSE
Y ORAR, EN VEZ DE CRITICAR
El punto
culminante llegó cuando, muy a disgusto y costándole mucho encontrar donde
aparcar, acudió a una adoración en el Cerro de los Ángeles y allí se confesó, exponiendo su vida en 45
minutos y criticando a la gente de iglesia que conocía. El cura
respondió: “Quizás tengas razón, quizás hayas
encontrado personas que no son dignas de su vocación, pero, en vez de juzgarlas, podías rezar por
ellas”.
"Aquello me desarmó porque me puse delante de todos mis juicios, de todos
mis pecados, que yo proyectaba sobre la Iglesia católica. Entonces, me di cuenta de que la Iglesia es una casa de
hermanos, que buscan su santidad, que no son perfectos, ni somos
perfectos, pero, que la presencia de Dios está ahí. Y que vamos camino de
querer convertirnos cada día. Yo, me di cuenta que al Señor no se le encuentra
fuera de la Iglesia católica y que esto
es una casa y, a veces, un hospital de pecadores".
A través de aquellas catequesis del Camino Neocatecumenal y con un amor
renovado por la Eucaristía y la Virgen, Milagros encontró por fin la paz en la
Iglesia.
"Quizás ahora no tengo esa felicidad humana
que a veces uno anhela, porque en mi vida hay dificultades, hay luchas, no es
fácil, pero, siento una alegría
muy grande, un acompañamiento muy grande. Nunca pude caminar por los
caminos de la cruz. Yo siempre huía de la cruz. Ha sido por lo que el demonio
me ha atrapado siempre, porque no me atrevía afrontar la cruz. Y ahora Él me
dice: “No importa el dolor, atraviésalo
conmigo. No importa la cruz, no importa no ser comprendida, no importa.
Estoy ahí contigo más que nunca”. Yo nunca quería mostrarme débil. Yo siempre
quería estar fuerte. Pues ahora Dios me dice: “Te quiero débil, no pasa nada,
abájate”. Me está enseñando tanto. ¿Dónde
está mi felicidad? ¿Dónde le he encontrado? En la Eucaristía diaria. Cuántas
veces negué su presencia y, hoy en día, es mi sostén, es mi fuerza, es una
gracia enorme, para mí, ahora, la Eucaristía. Cristo está en la Eucaristía,
Cristo nos levanta en la Eucaristía, Cristo está realmente presente en la
Eucaristía. La Virgen María
agarraba este rosario porque es el verdadero combate contra el Maligno.
Me limpia mentalmente, me ordena, me dice cada día dónde no tenemos que estar y
lo que hay que hacer. Y siento tanto amor por parte de ambos, acompañándome en
este camino. Así que, le doy gloria y que se haga su obra. Que así sea".
(Este es un artículo de Hemeroteca de ReligionEnLibertad, publicado
originariamente en julio de 2015 a partir del testimonio de Milagros Martín en
HM Televisión)
P.J.G./ReL
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