Somos muchos
católicos, pero cuántos relamente viven la fe.
Por: Fr. Ed Broom | Fuente: Fatherbroom.com // PildorasDeFe.net
Jesús nos habla en una de sus parábolas de un
Rey que envía invitaciones para la fiesta de bodas de su hijo, y muchos buscan excusas para no asistir a la ceremonia.
Aparentemente tienen otras obligaciones más importantes que atender, insultan
los siervos del Rey e incluso matan a algunos de ellos.
El Rey, enfurecido, los mata y luego destruye
sus ciudades. Más sin renunciar, se mantiene tenazmente y persistente, y decide enviar más siervos, pero esta vez, sí traen a personas al banquete.
Uno no estaba vestido decente para la
celebración, y no tenía excusas para ello, así que es expulsado de la sala del
banquete. Jesús termina esta parábola diciendo: "Muchos
son llamados, pero pocos son escogidos".
Las parábolas de Jesús son historias humanas con
mensajes divinos. Nos desafían a dejar nuestra complacencia y a seguir a Jesús
auténticamente.
Miremos objetivamente la sociedad y la
Iglesia Católica de hoy en día y preguntémonos dónde estamos. Es cierto que hay
un gran número de católicos, al menos, católicos bautizados. Sin
embargo, ¿cuántos están realmente viviendo su fe?
Ser sacerdote por más de 28 años y haber
trabajado en varios países como Europa, Argentina, Chile, Paraguay y Estados
Unidos, me lleva a hacer reflexiones sobre las razones por las cuales tantos
los católicos, como citan la parábola mencionada allá arriba, tienen tantas excusas para simplemente no asistir al Santo Sacrificio de
la Misa, que en términos de la parábola, ¡se
refiere al banquete de la boda del Rey y de Su Hijo!
Esta observación pastoral servirá para ayudarnos
a quienes trabajamos arduamente en la viña del Señor para ir en dirección
correcta a salvar almas para nuestro Rey Eterno. En otras palabras, para que
podamos conocer las almas errantes, la razón por la que se han ido y dar un remedio o una solución al problema.
Por supuesto, leer profundamente la "Alegría del Evangelio" por el Papa Francisco, será de inmensa ayuda en
nuestro trabajo como siervos. Recuerda las palabras desafiantes de Jesús, el
Buen Pastor del rebaño, nuestro Modelo y ejemplo: "La
cosecha es abundante, pero los obreros son pocos".
A continuación se presentan las razones por las
que "las ovejas" se
han alejado del rebaño, dejando la práctica de la fe y la recepción de los
sacramentos que dan vida a un lado:
1.- CATÓLICOS CON MALAS EXPERIENCIAS.
Algunos católicos errantes se quejan de tener
que dejar la Iglesia porque tuvieron una mala experiencia muy fuerte con otro
miembro, y la situación los hería profundamente.
El mal ejemplo que pueden llegar a dar los
mismos sacerdotes, diáconos, secretarios parroquiales, catequistas o
simplemente católicos practicantes, puede alentar a otras personas a crear una debilidad en la fe.
Una palabra áspera y cortante, un comentario o
un gesto sarcástico, distante o frío, una aguda reprensión o cualquiera de
estos gestos hechos a un alma frágil, ¡podrían ser la última gota que derrame
el vaso!
Esto podría ser suficiente para despegar a
cualquier persona de la práctica de la fe. ¿Cómo se
remedia esto? ¡Con bondad y caridad! Una vez se le preguntó a San
Agustín tres veces sobre qué debería uno practicar con el prójimo, y él
respondió: ¡Bondad, bondad, y más
bondad!
San Francisco de Sales acuñó un clásico: "Puedes coger más
moscas con una cucharita de miel, que con un barril de vinagre".
2.- ESCÁNDALOS EN LA IGLESIA.
No se puede ignorar la realidad de la existencia
de los escándalos relacionados con la Iglesia que han salido a la luz en los
últimos 15 años. No es un secreto que algunas personas que han elegido servir
al Señor, como sacerdotes, algunos religiosos e incluso obispos, ¡y le hayan fallado!
En vez de dar ejemplo como buen pastor a las
ovejas, ¡se han transformado en lobos voraces! Obviamente
estos escándalos penetra el Sagrado Corazón del Buen Pastor y han causado estragos en el rebaño.
¿Qué podemos hacer para reparar y remediar un golpe tan grave a la Iglesia?
Primero, rogamos perdonar al mundo en general,
así como lo han hecho los últimos papas, clara y públicamente. Además, debemos orar por los futuros sacerdotes, pero sólo por aquellos que están
firmemente comprometidos con el celibato al 100%, que hacen del amor por Jesús
el centro de sus vidas y aquellos que tienen un llamado para salvar almas y
realizar la búsqueda de las ovejas perdidas.
3.- DISTRACCIONES DEL MUNDO MODERNO.
En una ocasión un pastor vino de África a
Estados Unidos y le preguntaron cuál era, según él, el más grande impedimento
de los Estados Unidos para la difusión de la Palabra y el Reino de Dios. Sin
pensar mucho, soltó una palabra ¡DISTRACCIONES! Una observación
muy interesante viniendo de un extranjero.
¿Qué quería decir él
exactamente? Lo siguiente: televisión
radio, deportes, películas, fiestas, Internet, medios electrónicos, casinos,
carreras de caballos, juegos al azar, etc.
Y no es que todas estas actividades y
entretenimientos sean pecaminosos. Pero tan fácil encontrarse totalmente
absorbido y sumergido en estas "diversiones"
que el domingo de Santa Misa ha sido olvidado o llevado a un segundo lugar de importancia.
Como dijo un conocido sacerdote: "Los domingos en
Estados Unidos se han convertido en un sábado más".
4.- ESTILO DE VIDA INMORAL.
Los católicos que se encuentran descontentos y
enojados frecuentemente apuntarán su
dedo contra la Iglesia Católica por
los muchos fracasos de la misma, pero en sus corazones hay un serio problema
hoy en día: ¡Una incapacidad para llegar a un
acuerdo y vivir con la exigente moralidad sexual que la Iglesia ha impartido
los últimos 2000 años!
Nuestra Señora de Fátima dijo, en sus
apariciones en 1917, refiriéndose a muchos jóvenes (¡algunos
no tan jóvenes!), que: "Muchos matrimonios no
son buenos. En el mundo entrarán muchas modas (probablemente refiriéndose a los
códigos de vestimenta) que pueden ofender gravemente a Dios. Y finalmente, la mayoría de las almas están perdidas y van a
Infierno por los pecados que se comenten contra la virtud de la pureza, también
refiriéndose a dejar el Iglesia y recibir los sacramentos".
Muchos han decidido simplemente vivir juntos en
unión libre o resignarse a vivir en matrimonio civil. A los ojos de Jesús y su
Esposa, la Iglesia, están objetivamente equivocados
y también están eligiendo vivir en un estado permanente de pecado mortal. Siendo este el caso, esta pareja se ha separado
voluntariamente de la vida vivificante. Jesús dijo: "Yo soy la vida y
ustedes son las ramas, y mi Padre corta las ramas que no dan fruto" (Juan
15,1-2)
Estas parejas, debido forma de vida, el cual
eligieron libremente, ya no pueden recibir a Jesús,
el Pan de la Vida, en la Sagrada Comunión.
Este es el caso, cuando asisten a la Santa Misa
y llega el momento de la comunión, muchas personas la reciben mientras ellos se
ven obligados a quedarse sentados esperando que termine el momento.
Son como calentadores de banco (imagen
deportiva) y ver a los demás recibir a Jesús, el viviente pan que descendió del
cielo para darnos vida en abundancia, es incómodo.
Esta pareja probablemente decida
dejar la Iglesia Católica e ir a alguna Iglesia protestante,
donde puedan tener acceso gratuito a la recepción del Servicio de comunión. ¡Adiós Iglesia Católica! ¡Hola, Iglesia
protestante!
Posible remedio: ¿Por
qué no invitar a esta pareja separada a reunirse con un sacerdote que podría aclarar
las condiciones para tener su matrimonio bendito en la Iglesia y así
puedan estar en plena comunión con la misma? Además, invítelos a algún
fin de semana dinámico, o un retiro matrimonial, ¡para
hacer que las cosas mejoren entre esos dos!
Conclusión, acabamos de explicar unas pocas
razones que explican el enorme éxodo de la Iglesia Católica en las últimas
décadas.
Nuestras intenciones con este artículo son animar al ferviente y celoso seguidor de Jesús a buscar estas ovejas
perdidas y traerlas de vuelta a
los brazos del Buen Pastor.
Artículo publicado
originalmente en FatherBroom.com
Adaptado y traducido por Mariel Parra, para PildorasdeFe.net
Adaptado y traducido por Mariel Parra, para PildorasdeFe.net
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