La Conferencia de Obispos Católicos de Texas
(Estados Unidos) denunciaron la implementación de una ley que impide a los
capellanes acompañar a los condenados a muerte durante su ejecución, negándoles
la posibilidad de “perdón y redención”.
El 12 de junio, los obispos presentaron un amicus
curiae a la Corte Suprema de los
Estados Unidos donde remarcan su oposición al uso de la pena capital e indican
que prohibir que los capellanes estén presentes en la cámara de ejecución es
una violación a la libertad religiosa.
Esta demanda se realiza por el caso del condenado a muerte en Texas,
Rubén Gutiérrez, cuya ejecución programada para el 16 de junio se iba a
convertir en la primera en el estado desde el inicio de la pandemia de
coronavirus.
Gutiérrez, de 43 años, fue condenado a muerte por el asesinato de
Escolastica Harrison en 1998, cuando intentó robar el dinero que la anciana
escondía en su casa de Brownsville, en el extremo sur de Texas.
Los abogados de Gutiérrez enviaron una carta al gobernador del estado,
donde indicaron que su cliente es “católico devoto”
y que tiene la necesidad de tener acompañamiento espiritual durante su
ejecución.
Además, solicitaron aplazar por 30 días la ejecución, para que el
Departamento de Justicia Criminal de Texas pudiera revisar la ley y volver a
permitir la presencia de los capellanes durante la muerte del prisionero.
En un comunicado, la directora ejecutiva de la Conferencia de Obispos
Católicos de Texas, Jennifer Carr Allmon, señaló que negar a un prisionero la
oportunidad de tener un capellán durante su muerte “representa
un rechazo atroz a la posibilidad de perdón y redención”.
Esta prohibición fue emitida en consecuencia del fallo de la Corte
Suprema en 2019, donde el prisionero budista, Patrick Murphy, solicitó la
presencia de su asesor espiritual durante su ejecución.
Hasta ese momento, las leyes en Texas sólo permitían la presencia de
ministros cristianos, imanes musulmanes y sacerdotes. Sin embargo, para
realizar un trato igual para todos los casos, se prohibió en general la
asistencia de otra persona en la cámara de ejecución, fuera del personal de
seguridad.
Krisanne Vaillancourt Murphy, la directora ejecutiva de Catholic
Mobilizing Network, un grupo de trabajo que busca poner fin a la pena de
muerte, transmitió la preocupación de los católicos y personas de otras religiones
por la ejecución de Gutiérrez, y en especial por la negativa del estado a la
presencia de asesores espirituales durante la ejecución.
Asimismo, el Obispo de Brownsville, Texas, Mons. Daniel E. Flores, dijo
que es inhumano y cruel negar a un prisionero el acceso a orientación y
acompañamiento espiritual frente a la muerte inminente.
“Es una afrenta a las dimensiones morales y
religiosas de la dignidad humana, que están claramente protegidas por la
Primera Enmienda de la Constitución”, agregó.
Finalmente, este 16 de junio, la Corte Suprema bloqueó la ejecución de
Gutiérrez una hora antes de su realización e indicó que, de fallar a favor del
prisionero, se pediría que Texas evalué la prohibición de capellanes en la
cámara de ejecución.
Se debe determinar “si habría problemas de
seguridad graves si se le permitiera a un prisionero que enfrenta la ejecución
escoger a un asesor espiritual de su elección para que estuviera en su
presencia inmediata durante la ejecución”, señaló la Corte.
Redacción ACI Prensa
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