martes, 9 de junio de 2020

LA CAJERA Y EL NIÑO


Mi madre era cajera en un restaurant aquí en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Un día entró a trabajar de mesera una joven. A ese negocio frecuentemente hablan para hacer pedidos o pedir informes. Mi mamá empezó a notar que siempre que llamaban por teléfono la chava se ponía nerviosa y con cara de miedo, mi mamá decidió cuestionarla del por que le ocurría eso, la chava con un poco de melancolía y tristeza, le comenzó a contar que ella trabajaba en un taco H, era la cajera y la persona que se encargaba de tomar las ordenes de servicio a domicilio, y que un fin de semana normal, en el que el restaurant estaba llenísimo y repleto de pedidos, sonó el teléfono, era la voz de un niño que con un tono de desesperación pedía que le llevaran de comer, porque sus papás lo habían dejado solo, no había comida, y que tenía mucha hambre. La cajera le dijo que no podía tomarle la orden, porque la tenía que hacer un adulto, que esperara a sus papás.

Fue tanta la insistencia y la desesperación del niño, que la cajera decidió tomarle la orden, el niño feliz le dijo que quería unos taquitos de lo que fueran y un refresco, le dio la dirección, que era cerca de la Av. de la Raza dónde está el establecimiento, ella le pregunto el nombre, un nombre que jamás se le iba a borrar de la memoria, le respondió con una voz muy tierna me llamó Juanito, ella le contesto que a más tardar en media hora tendría su orden, el niño dijo gracias y colgó.

No habían pasado ni cinco minutos cuando el teléfono volvió a sonar, era el niño que desesperado y llorando, le preguntaba, que si ya llegaban sus taquitos, que tenía mucha hambre, que ya no aguantaba más. La cajera sintiendo tristeza y empatía por Juanito, le dijo que no se preocupará, que había muchos pedidos pero que le iba a pedir de favor al repartidor que fuera primero a su casa a llevárselo a él, el niño más tranquilo colgó, la cajera eso hizo le dijo al repartidor que fuera con el niño primero.

Pasaron 10 minutos o poco más, Juanito volvió a llamar pero esta vez más en tono triste y le preguntó, ¿no van a venir verdad?, la cajera le dijo que sí que ya iban en camino, que tal vez ya estaban afuera, y el niño emocionado le dio las gracias.

En este lapso de tiempo llego el repartidor, y pito varias veces, nadie salía, se bajó a tocar tal vez el niño no escuchaba el claxon, se paró en la puerta, toco insistentemente mucho tiempo, hasta que de tanto tocar salió una señora de la casa de un lado, le preguntó que a quién buscaba, le dijo que habían hecho un pedido de esa casa pero no salía nadie, ella le dijo que tal vez se habían equivocado porque esa casa tenia deshabitada tres años, el repartidor le dijo que no era posible por que un niño que se llamaba Juanito había hablado para ordenar con mucha insistencia, la vecina se puso pálida y con una voz quebrada le dijo que así se llamaba el niño de la pareja que vivían ahí, pero que el niño había fallecido tres años atrás y esa era la razón por la cual se habían ido de la casa, le contó que al niño constantemente lo dejaban solo por irse a trabajar o de fiesta, el repartidor quedó sorprendido y sintió un gran escalofrío, tanto que decidió no seguir repartiendo y regresar al restaurante a contarle a la cajera lo qué pasó y lo que le contó la vecina que había pasado con Juanito, la cajera al escucharlo todo quedó fría y en un estado total de pánico, en ese preciso instante sonó el teléfono y al levantar la bocina, solo se escuchó la voz de Juanito diciendo: por que no han venido señorita, por favor tengo mucha hambre, ya me canse de esperarlos, la cajera soltó un grito desgarrador y entro en un shock muy fuerte, el repartidor le arrebató el teléfono y lo colgó, la cajera fue a parar al hospital por una crisis nerviosa que esto le ocasiono, al salir del hospital tenía mucha tristeza por la forma tan desesperada y triste que le hablaba Juanito, sintió la necesidad de contárselo a un padre, lo llevo a la casa de Juanito para que la bendijera y rezara por él, además ella le dejo una orden de tacos y un refresco en la puerta, tal vez con esto el alma de Juanito podría descansar en paz...

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