VATICANO, 11 Sep. 17 / 08:01 am (ACI).- Como ya es habitual al
finalizar sus viajes internacionales, el Papa Francisco ofreció una rueda de
prensa en el vuelo de regreso de Cartagena a Roma, tras su intensa visita a
Colombia realizada del 6 al 10 de septiembre.
En la conferencia de prensa el Santo Padre aborda diversos temas como la
situación de Venezuela, la crisis de Corea del Norte, la realidad de los
jóvenes inmigrantes en Estados Unidos, los desastres naturales, y comenta
también cómo está luego del golpe que sufrió en el papamóvil en Cartagena.
A CONTINUACIÓN EL TEXTO COMPLETO DE LA RUEDA DE
PRENSA:
Greg Burke, Director de la Oficina de Prensa
del Vaticano: Gracias Santo Padre, por el
tiempo que nos dedica hoy después de un viaje intenso, cansado, muy cansado
para algunos, pero también un viaje fructífero. En varias ocasiones usted ha
dado las gracias a la gente por lo que le han enseñado. También nosotros
aprendemos muchas cosas en esta cultura del encuentro y le damos las gracias
por ello.
Colombia en particular, con su pasado reciente, y no solo reciente, nos
ha ofrecido algunos testimonios fuertes, algunos testimonios emocionantes de
perdón y de reconciliación. Pero también nos ha ofrecido una lección continua
de alegría y de esperanza, dos palabras que usted ha usado mucho en este viaje.
Ahora quizás usted quiera decir algo y después vamos con las preguntas. Gracias
Papa Francisco: Buenas tardes y muchas gracias
por vuestro trabajo. Estoy conmovido de la alegría, de la ternura, de la
juventud, de la nobleza del pueblo colombiano. Un pueblo noble que no tiene
miedo a expresarse como siente, no tiene miedo a escuchar y a hacer ver lo que
siente. Así lo percibo yo.
Esta es la tercera vez que yo recuerde (que he estado en Colombia), pero
hay un obispo que me ha dicho: ‘no, usted ha estado una cuarta vez”, pero solo
para pequeñas reuniones. Una vez en la Ceja y las otras dos en Bogotá, o tres,
pero, no conocía la Colombia profunda, la que se ve en las calles. Bien, yo
agradezco el testimonio de alegría, de esperanza, de paciencia en el
sufrimiento de este pueblo. Me ha hecho mucho bien. Gracias.
Greg Burke: Bien, Santo Padre. Primera
pregunta de César Moreno de Radio Caracol.
César Moreno: Gracias, Su Santidad. Muy buenas
noches. Primero que todo, quisiera agradecerle por parte de todos los medios
colombianos que nos acompañan aquí en este viaje, y de todos los compañeros y
amigos por haber usted ido a nuestra patria, por habernos dado tantos mensajes
tan lindos, tan profundos, por tanto, cariño, por tanta cercanía que usted le
demostró al pueblo colombiano, Su Santidad. Muchas gracias
Usted llegó, Santo Padre, a un país dividido. Dividido por cuenta de un
proceso de paz. Entre los que aceptan y no aceptan ese proceso. ¿Qué hacer
concretamente, qué pasos dar, para acercar a las partes divididas, para que a
nuestros dirigentes dejen ese odio, dejen ese rencor?. Si Su Santidad volviera,
pudiera volver, a nuestro país en unos años, ¿Cómo cree, como le gustaría ver a
Colombia? Gracias.
Papa Francisco: A mí me gustaría que el lema al
menos fuese: “Demos el segundo paso”. Que al menos fuera ese. Yo pensaba que
eran más. Calculaba por los 60, pero me dijeron 54 años de guerrilla, más o
menos. Y ahí se acumula mucho, mucho. Mucho odio, mucho rencor, mucha alma
enferma. Y la enfermedad no es culpable. Viene. Te la arrastra un sarampión y
te agarra ¡Ah, perdona!, hablo italiano. La enfermedad no es algo culpable,
viene.
Con estas guerrillas que de verdad había hecho, sea la guerrilla, sean
los paramilitares, sean aquellos del aire, y también la corrupción tantas veces
en el país, han cometido pecados malos que han provocado esta enfermedad del
odio, de…Pero se han dado pasos que dan esperanza, pasos en la negociación,
pero ha sido el último. Se ha dado el cese del fuego del ELN, y lo agradezco
mucho, lo agradezco mucho eso. Pero hay algo más que yo he percibido. El querer
de ir adelante en este proceso va más allá de las negociaciones que se están
haciendo o se deben hacer.
Es una querencia espontánea, y allí está la fuerza del pueblo. Yo
tengo esperanza en esto. El pueblo quiere respirar, pero debemos ayudarlo con
la cercanía, la oración, y sobre todo con la comprensión de cuánto dolor hay
dentro de tanta gente.
Greg Burke: Ahora, Santo Padre José Mojica, de El Tiempo.
José Mojica: Santo Padre, un honor estar aquí,
un honor estar aquí con usted. Mi nombre es José Mojica, soy periodista de El
Tiempo, Casa editorial de Colombia, y le saludo en nombre también de mis
colegas colombianos y de todos los medios de comunicación de mi país.
Colombia ha sufrido muchas décadas de violencia por cuenta de la guerra,
por el conflicto armado, y también por el narcotráfico.
Sin embargo, los estragos de la corrupción en la política han sido tan
perjudiciales como la misma guerra, y aunque no es nueva la corrupción, siempre
hemos sabido que existe, ahora es más visible porque ya no tenemos las noticias
de la guerra, del conflicto armado. ¿Qué hacer ante este flagelo, hasta dónde
llevar a los corruptos, como castigarlos? Y, por último, ¿habría que excomulgar
a los corruptos?
Papa Francisco: Me hace una pregunta que yo me la
he planteado muchas veces. Yo me la he planteado de esta manera: ¿El corrupto
tiene perdón? Yo me la planteé así. Y me la planteé cuando hubo un acto de… en
la provincia de Catamarca, en la Argentina, un acto de maltrato, abuso, de
violación de una chica. Y había gente metida ahí, muy ligada a los poderes
políticos y económicos de esa provincia.
Yo escribí un pequeño libro que se llama “Pecado
y corrupción”. Siempre. Todos somos pecadores y sabemos que el Señor
está cerca nuestro. Que Él no se cansa de perdonar, pero la diferencia: ‘Dios
nunca se cansa de perdonar’. Pero, el pecador, a veces se anima y pide perdón.
El problema es que el corrupto se cansa de pedir perdón y olvida de como se
pide perdón.
Esto es un problema grande. Es un estado de insensibilidad ante los
valores, ante la destrucción, a la explotación de las personas. No es capaz de
pedir perdón. Es como una condena aquí, es muy difícil ayudar a un corrupto,
muy difícil, pero Dios puede hacerlo. Yo rezo por ello.
Greg Burke: Santo Padre ahora Hernán Reyes, de Telam.
Hernán Reyes: Santidad, del grupo de periodistas de lengua española. Usted ha
hablado de este primer paso que ha dado Colombia. Hoy en la Misa ha dicho que no ha
habido suficiente diálogo entre dos partes pero que ha sido necesario
incorporar más actores. ¿Usted piensa que es posible replicar este modelo
colombiano en otros conflictos en el mundo?
Papa Francisco: Integrar otras personas –que hoy
en la homilía he hablado de esto hablando de la parte del Evangelio– integrar a
las personas no es la primera vez. En muchos conflictos han estado
integradas otras personas. Un modo de ir adelante, un modo sapiencial de
política.
Existe la sabiduría de pedir ayuda, pero creo que hoy he querido ponerlo
en la homilía, que era un mensaje en la homilía, creo que estos recursos
técnicos, digamos así, políticos, ayudan y piden a veces la intervención de las
Naciones Unidas para salir de la crisis, pero solo un proceso de paz irá
adelante si lo toma en mano el pueblo. Si un pueblo no lo toma en mano. Sí,
podrá ir adelante un poco, se llegará a un compromiso.
Es lo que he querido que se escuche en esta visita. El protagonista de
la pacificación o es el pueblo, o se llegará a un cierto punto. Pero cuando
toma la iniciativa el pueblo es capaz de hacerlo bien. Yo veo que ese es el
camino superior.
Elena Pinaris: Buenas tardes Santidad. Ante todo, queríamos preguntarle qué tal está.
Hemos visto todos que se ha golpeado la cabeza. ¿Cómo está? ¿Se ha hecho daño?
Papa Francisco: Estoy bien. Me agaché para saludar a un niño, no vi el cristal y¡pum!
Pregunta: La pregunta es esta: mientras estamos en el vuelo, pasamos cerca del
huracán Irma, que después de haber causado daños enormes y decenas de muertos
en las islas del Caribe y Cuba, se teme que zonas de Florida puedan terminar
bajo el agua. Seis millones de personas han debido dejar sus casas.
Después del huracán Harvey, han estado casi a la misma vez tres
huracanes en la misma zona. Expertos aseguran que el calentamiento del océano
es un factor que contribuye a hacer las tempestades y los huracanes
estacionales más intensos. ¿Existe una responsabilidad moral de los líderes
políticos, que desechan colaborar con las otras naciones para controlar las
emisiones de gas de efecto invernadero porque dicen que el cambio climático sea
obra del hombre?
Papa Francisco: Gracias. La última parte, para no olvidarle: quien niega esto debe ir a
los científicos y preguntarles a ellos. Ellos hablan muy claro. Los científicos
son precisos. El otro día, cuando ha salido la noticia de ese barco ruso
que ha ido de Noruega al Japón o el Polo Norte sin hielo, se deshiela, en la
fotografía se veían trozos de hielo. Al Polo norte ahora se puede ir. Está muy
claro, muy claro. Cuando ha salido esa noticia de una universidad, no me
acuerdo de dónde, ha salido otra que decía: ‘tenemos
solo 3 años para volver atrás, de lo contrario las consecuencias serán
terribles’. Yo no sé si es verdad que son tres años o no, pero que si no
volvemos atrás vamos para abajo es verdad.
Se ven los efectos del cambio climático, y los científicos dicen
claramente el camino a seguir, y todos nosotros tenemos una responsabilidad.
Todos, cada uno tiene una pequeña, o una grande. Una responsabilidad moral. No
aceptar las opiniones o tomar decisiones. Tenemos que tomarlo en serio. Creo
que es algo para no bromear.
Usted me preguntaba cuál era la responsabilidad moral. Cada uno tiene la
suya.
Elena Pinaris: ¿Los políticos?
Papa Francisco: Los políticos tienen la suya. Cada uno la suya. Según la respuesta que
dé.
Yo diría que cada uno tiene su propia responsabilidad moral, primero.
Segundo, si uno está dudoso y piensa que esto no sea verdad, que pregunte a los
científicos. Ellos son clarísimos. No son opiniones al aire. Son clarísimos, y
luego que decida, y la historia juzgará las decisiones. Gracias.
Enzo Romeo: Buenas tardes, Santo Padre. Yo me uno a la pregunta que ha hecho antes
la compañera. Porque usted muchas veces, en los discursos que ha hecho en
Colombia, ha vuelto a llamar, de alguna manera, a la necesidad de hacer las
paces con la creación. Respetar el medio ambiente como condición necesaria para
que se pueda crear una paz social estable.
Los efectos del cambio climático, aquí en Italia –no sé si está
informado- ha causado muchos muertos en Livorno. Muchos daños en Roma. Estamos
todos preocupados por esta situación. ¿Por qué se tarda en el que se tome
conciencia, sobre todo por parte de los gobiernos, que sin embargo parecen
solícitos quizás en otros sectores, por ejemplo, en el armamentístico? Estamos
viendo la crisis de Corea, también sobre esto me gustaría tener una opinión
suya.
Papa Francisco: ¿Por qué? Me viene una frase del
Antiguo Testamento, creo que de un salmo: ‘El
hombre es un estúpido’, es un testarudo que no ve. El único animal
creado que mete la pata sobre el mismo lugar es el hombre. El caballo etc. no.
La soberbia, la suficiencia, de no, es así; y luego está el Dios bolsillo. No
solo lo creado. Ttantas cosas, tantas decisiones, tantas contradicciones
dependen del dinero.
Hoy, Cartagena. Yo he comenzado por una parte llamémosla pobre, de
Cartagena, la otra parte, la parte turística: lujo, el lujo sin medida moral
digamos, pero aquellos que van, ¿no se acuerdan de esto? Los analistas,
sociopolíticos, no se acuerdan. El hombre es un estúpido, dice la Biblia. Es así, cuando no
se ve, no se ve. Se mira solo una parte.
Y de Corea del Norte, te digo la verdad, no lo entiendo. De verdad, no
entiendo el mundo de la geopolítica. Es muy fuerte para mí. Creo que, con lo
que veo, hay una lucha de intereses que, se me escapa, no lo puedo explicar, de
verdad. Pero lo otro importante: no se toma conciencia. Pienso en Cartagena
hoy: ¿Esto es justo? ¿Se puede tomar conciencia?
Papa Francisco: La decana (Valentina). Me
pusieron un ojo en compota
Valentina Alazraki: Lo siento. Santidad, Usted cada
vez que se encuentra con los jóvenes en cualquier parte del mundo les dice
siempre: ‘No se dejen robar la esperanza, no se
dejen robar el futuro’. Por desgracia, en los Estados Unidos se ha
abolida la ley de los “dreamers”, de los “soñadores”. Hablan de unos 800 mil chicos: tantos
mexicanos, colombianos, de muchos países.
Usted no cree que con la abolición de esta ley los chicos pierden la
alegría, la esperanza, el futuro. Y después, abusando de su gentileza y la de
los colegas, si pudiera hacer una pequeña oración, un pequeño pensamiento para
todas las víctimas del terremoto en México y del huracán Irma. Gracias.
Papa Francisco: Yo he escuchado de esta ley, no
he podido leer los artículos, cómo se toma la decisión. No la conozco bien.
Alejar a los jóvenes de la familia
no es algo que de un buen fruto. Todo joven tiene su familia. Pienso que esta
ley que creo que viene no del parlamento, sino del ejecutivo, si es así, no
estoy seguro, tengo la esperanza de que se repiense un poco, porque he
escuchado hablar al Presidente de los Estados Unidos que se presente como un
hombre “pro life” (pro vida).
Si es un buen hombre “pro life” entiende que
la familia es la cuna de la vida y se debe defender la unidad. Me viene esto.
Por eso tengo interés en estudiar bien la ley.
Verdaderamente, cuando los jóvenes se sienten, en general, sea este caso
u otro caso, explotados, al final se sienten sin esperanza. ¿Y quien la roba?:
la droga, otras dependencias, el suicidio, el suicidio juvenil es muy fuerte y
viene cuando vienen sacados de la raíz.
Es muy importante la relación de un joven con las raíces. Los jóvenes
desarraigados hoy, piden ayuda, quieren reencontrar la raíz, por eso yo insisto
tanto en el diálogo entre ancianos y jóvenes. Que dialoguen con los padres,
pero los ancianos. Porque allí están las raíces, un poco lejanas, para evitar
los conflictos que puede haber con las raíces más próximas, la de los padres.
Pero los jóvenes hoy tienen necesidad de reencontrar las raíces. Cualquier cosa
que vaya contra la raíz les roba la esperanza.
De verdad, sobre esa ley no quiero expresarme porque no la he leído y no
me gusta hablar de aquello que no he estudiado bien.
Y después, Valentina es mexicana, y México ha sufrido tanto. Yo pido a
todos por solidaridad con la decana (Valentina), una oración por la patria,
gracias.
Antonio Gasparoni, de
ANSA: Santidad, en nombre del grupo italiano quiero
hacerle una pregunta sobre la cuestión de los inmigrantes. En particular, sobre
que recientemente la Iglesia
italiana ha expresado, digamos así, una especie de comprensión sobre la nueva
política del gobierno de restringir la salida de Libia en barcos.
Se ha escrito también que sobre esto tuvo usted un encuentro con el
Presidente del Consejo, Gentiloni. Querríamos saber si efectivamente en este
encuentro se ha hablado de este tema, y sobre todo qué piensa usted de esta
política de cerrar las salidas, considerando también el hecho de que después
los inmigrantes que se quedan en Libia, como ha sido también documentado por
investigaciones, viven en condiciones deshumanas, en condiciones muy, muy
precarias. Gracias.
Papa Francisco: El encuentro con el ministro Gentiloni ha sido un encuentro personal y
no sobre este argumento, fue antes de este problema, que salió fuera después,
algunas semanas después. Casi un mes después. Primero de este problema.
Segundo, yo siento el deber y gratitud por Italia y Grecia porque han abierto
el corazón a los inmigrantes.
Pero no basta con abrir el corazón, el problema del inmigrante es:
primero un corazón abierto siempre, también es un mandamiento de Dios ¿no?: “Recibe, porque tú has sido esclavo en Egipto”.
Pero un gobierno debe gestionar ese problema con la virtud propia del gobernador:
la prudencia. ¿Qué significa? Primero:
¿Cuantos puestos tengo?
Segundo: No solo
recibir, integrar, integrar. Yo he visto ejemplos, aquí en Italia, de
integraciones preciosas. He ido a la universidad Roma Tre y me hicieron
preguntas cuatro estudiantes. Una era la última. Yo la miraba y decía: ‘esta cara la conozco’. Era una que, menos de un
año antes, ha venido con Lesbos con mi en el avión, ha aprendido la lengua,
estudia biología, le han convalidado las materias y ha continuado. Ha aprendido
la lengua. Esto se llama integrar, en otro vuelo, creo cuando volvíamos Suecia,
he hablado de la política de integración de Suecia como un modelo. Pero también
Suecia ha dicho con prudencia: este número yo no puedo. Porque existe el
peligro de la no integración.
Tercero: es un
problema humanitario, lo que usted decía. La humanidad rinde consciencia
de estos lager, las condiciones, que usted hablaba, el desierto. Yo he visto
las fotografías. Primero de los explotadores. Usted hablaba del gobierno
italiano, me da la impresión de que está haciendo de todo, en labor
humanitaria, para resolver el problema que no puede asumir. Corazón siempre
abierto, prudencia, integración y cercanía humanitaria.
Y hay una última cosa que quiero decir, sobre todo para África. Hay en
el inconsciente nuestro un otro, un principio: África debe ser explotada. Hoy
en Cartagena hemos visto un ejemplo de la explotación humana en cualquier caso.
Un jefe de gobierno ha dicho una verdad sobre esto: los que huyen de la guerra
son otro problema, pero hay muchos que huyen del hambre. Invirtamos allí para
que crezcan, pero en el inconsciente colectivo está la cuestión de que cuando
los países desarrollados van a África es para explotarla.
África es amiga y debe ser ayudada a crecer. Hoy otros problemas de
guerra van por otro lado. No sé si con esto he clarificado.
I Media: Santidad, hoy usted ha hablado de Venezuela luego del ángelus. Usted ha
pedido que se rechace todo tipo de violencia en la vida política. El jueves,
después de la Misa en Bogotá, usted ha saludado a cinco obispos venezolanos.
Lo sabemos todos, la Santa Sede está y ha
estado muy comprometida por un diálogo con ese país. Desde hace meses usted
pide el fin de toda violencia. Pero el Presidente Maduro, por un lado, tiene
palabras muy violentas contra los obispos, de otro lado dice que está con el
Papa Francisco. ¿No sería posible tener palabras más fuertes y quizás más
claras? Gracias Santidad
Papa Francisco: Creo que la Santa Sede ha hablado fuerte y claramente. Lo que dice el
Presidente Maduro, que lo explique él. Yo no sé qué tiene en su mente, pero la
Santa Sede ha hecho mucho enviando allí al grupo de trabajo de 4 expresidentes.
Ha enviado a un nuncio de primer nivel. Después ha hablado con personas, ha
hablado públicamente.
Yo muchas veces en el Ángelus he hablado de la situación buscando
siempre una salida, ayudando, ofreciendo ayuda para salir. Parece que la cosa
es muy difícil, y lo más doloroso es el problema humanitario, tanta gente que
escapa o sufre. Debemos ayudar a resolverlo de todas maneras. Yo creo que la
ONU debe hacerse sentir también allí para ayudar.
Greg Burke: Gracias Santidad, creo que
debemos irnos.
Papa Francisco: ¿Por las turbulencias? Dicen que
hay alguna turbulencia y tenemos que irnos. Muchas gracias por vuestro trabajo.
Y una vez más quisiera agradecer el ejemplo del pueblo colombiano. Y querría
terminar con una imagen. Lo que más me ha llegado de los colombianos en las
cuatro ciudades ha sido la gente en las calles, saludándome.
Lo que más me ha llegado es que el papá, la mamá, alzaban a sus niños
para hacérselo ver al Papa para que el Papa lo bendijera. Como diciendo: este
es mi tesoro, esta es mi esperanza. Este es mi futuro. Yo te creo. Esto me ha
llegado. La ternura, los ojos de esos padres, de esas madres. Precioso,
precioso. Esto es un símbolo. Símbolo de esperanza, de futuro. Un pueblo que es
capaz de hacer hijos y después los muestra, los hace ver así, como diciendo:
este es mi tesoro, es un pueblo que tiene esperanza y tiene futuro. Muchas
gracias.
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