ROMA, 05 Feb. 16 / 05:13 pm (ACI/EWTN Noticias).- Tras la
llegada de los restos de San Pío de Pietrelcina y San Leopoldo a la ciudad de
Roma (Italia) el fraile capuchino Helmut Rakowski, funcionario en lengua
alemana del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, los llamó “santos íconos de la Misericordia que llegaron por la
voluntad del Papa Francisco”.
En diálogo con ACI Prensa, el fraile recordó la intención del Santo
Padre de llevar los restos de ambos por el Año de la Misericordia: “en esta ocasión el papa Francisco desea promover
fuertemente el sacramento de la reconciliación, y precisamente ambos han sido santos del confesionario que
toda su vida se dedicaron a este
sacramento”.
Resaltó también los cerca de 60 años de vida sacerdotal en los que ambos
“tenían que sentarse en bancos de madera por más de
15 horas al día para escuchar a la
cantidad de feligreses que llegaban”.
Asimismo el capuchino comparó las personalidades del par de santos y
consideró que San Leopoldo “solía ser una persona
muy amable y un confesor generoso”, mientras que al padre Pío lo
calificó de “duro”.
“Pio pudo haber sido más duro en su comportamiento
en el caso exclusivo en que las personas realmente no tuvieran el deseo de
convertirse. Si ese era el caso él los mandaba de regreso sin la absolución,
sin embargo el 99 por ciento regresaba. Era una forma de ayudar a que las
personas tuvieran una conversión verdadera”, destacó.
Sobre el ejemplo que los santos dejan a la Iglesia Católica, el
fraile menciona que si bien estos no eran profesores ni teólogos y que no era
necesario abrir un libro con sus escritos o epístolas, los fieles sí debían “abrir el libro de la vida de un santo como Pío, el libro
de su cuerpo”.
“El libro del cuerpo de San Pío de Pietrelcina
empieza con los estigmas por donde recibió las heridas de Jesús, cuerpo que se
convirtió de forma invisible en la imagen de Cristo, que sufrió por su pueblo.
Y en su vida estos signos siempre hicieron que tuviera presente el deber de
estar dispuesto a recibir a los pecadores” añadió.
Recordó también que San Pío no solo confesaba sino que se colocaba a
merced de la acción de Dios: “él construyó la casa
Sollievo Della Sofferenza (alivio del sufrimiento)’, un gran hospital en San
Giovanni Rotondo que se encuentra en medio de la nada. Durante la guerra y
posterior a ella no se prestaba mayor atención a las necesidades de las
personas, por lo que Pio comenzó a hacerse
cargo de las necesidades básicas de la vida: la alimentación o la
atención sanitaria, y también otras obras de misericordia”.
Finalmente el fraile dijo que el sábado 6 de febrero el Papa Francisco
tendrá una audiencia con los dependientes de Sollievo Della Sofferenza y con
los grupos de oración del padre Pio.
"En el nombre del Padre Pío nosotros nos
pondremos a trabajar en la Misericordia. Para vivirla, para aceptarla en
nosotros, para convertir nuestra propia vida y luego ponerlo en práctica por
nuestras obras”, culminó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario