“Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora
creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y
gloriosa que no pueden expresarla con palabras” I Pedro 1:8
Mi vida fue profundamente impactada por el amor
del Señor que he quedado sin palabras para expresar el impacto de su amor en mi
solitario corazón. EL Arzobispo de Cambray, Francois Fenelon, también fue
impactado por el amor de Dios y por ello en 1713 escribió: “Usted podrá
preguntarme, cómo es posible que un hombre se entregue a algo que no ha sentido
y especialmente cuando se trata de un objeto que no ve y con el cual no tiene
ninguna familiaridad?
Pues bien, todos los días de su vida usted ama
cosas que no ve. Por ejemplo, acaso ve usted el ingenio de sus amigos? Ve acaso
su sinceridad, su desinterés, su virtud?. Usted no puede ver estas cosas con
los ojos del cuerpo y, sin embargo, usted las valora y aprecia hasta el grado
de que prefiere verlas en sus amigos antes que las riquezas o la hermosura
externa o cualquier otra cosa que sea muy llamativa a la vista.
Ame pues la sabiduría y la suprema bondad de
Dios, así como es capaz de amar el ingenio y la imperfecta bondad de sus
amigos. Y si no puede actualmente experimentar el sentimiento del amor por lo
menos puede tener un deseo y una voluntad de amar, lo cual constituye el punto
esencial.
William Law dijo: “Yo no entiendo el amor como
una ternura natural que la tiene más o menos toda la gente común según su
constitución o temperamento, sino la tendencia más profunda del espíritu que,
fundada en la razón y en la piedad, nos hace delicados, bondadosos y amables
con todas las criaturas de Dios, por amor a él a quien amamos sin haberle
visto”.
Epíteto en el año 60 antes de Cristo dijo: “Eres
una porción distinta de la esencia de Dios y contienes una parte de él en ti
mismo. Por qué, pues, eres tan ignorante acerca de tu noble origen? Por qué no
consideras de dónde vienes? Por qué no
recuerdas, cuando estas comiendo, a quien estás alimentando? No sabes acaso que
estás alimentando lo divino? Lo divino que tu representas? Llevas a Dios
contigo y tú, pobre infeliz, no lo sabes”. Estas palabras fueron escritas
muchas años atrás en la historia y la Biblia
lo recuerda, En Señor está hoy en mí.
Señor, Gracias por vivir en mí. Por darme la persona de tu Espíritu para guiarme y
enseñarme. En este día te amaré más aunque no te haya visto. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
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