El Foraster es un interesante programa de TV3 que
puedo ver gracias a TV3 a la carta. Nos presenta pequeños pueblos de Catalunya,
en los que el Foraster pasa 48 horas. Lo que le interesa es presentarnos el
lado más humano y más curioso de cada pueblo. Fue en uno de esos programas,
donde vi lo que titulo aquí como el mejor regalo. Entrevistaba en el campo a un
anciano campesino y este le decía que aquel día era el 60 aniversario de su
boda. Entonces el Foraster le preguntó que qué le había regalado a su esposa.
El anciano se quedó entre perplejo y pensativo. Pero luego respondió enseguida:
- Como mi mujer está muy mal de los pies, al
levantarnos se los he lavado, le he cortado las uñas, le he puesto crema...
El que quedó perplejo entonces fue el Foraster. Y
sólo se le ocurrió decirle:
- Ya me gusta este regalo, pero además, le ha
salido muy barato.
Yo me pregunto: ¿por qué hemos de asociar el valor
de un regalo a su valor crematístico? ¿Acaso no es el más bello de los regalos
el amor de un marido, que, tras 60 años de matrimonio, piensa en el bienestar
de su mujer y le lava los pies y le corta las uñas? También dijo aquel anciano,
que, aunque las alcachofas de su huerto ya estaban a punto, las dejaba porque a
su mujer le hacía mucha ilusión recogerlas ella.
Pienso en aquel artista de Holliwood que está en
litigio con su ex, para que le devuelva el anillo de bodas que le costó un
pastón. Y es que en nuestro mundo hemos perdido el valor que tienen las cosas
pequeñas, los detalles. Y hemos olvidado, que el mejor regalo no es el que
cuesta más, sino el que lleva nuestro corazón con él.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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