La «cruz», por más pesada que sea, no es una desgracia que hay que evitar lo más posible, sino una oportunidad para seguir a Jesús.
Por: SS Benedicto XVI | Fuente: Catholic.net
Queridos hermanos y hermanas:
Este miércoles, con el ayuno y el rito de las cenizas, entramos en la Cuaresma.
PERO, ¿QUÉ SIGNIFICA "ENTRAR EN LA CUARESMA"?
1. Significa
comenzar un tiempo de particular compromiso en el combate espiritual que nos
opone al mal presente en el mundo, en cada uno de nosotros y a nuestro
alrededor.
2. Quiere decir
mirar al mal cara a cara y disponerse a luchar contra sus efectos, sobre todo
contra sus causas, hasta la causa última, que es Satanás.
3. Significa no descargar el problema del mal sobre
los demás, sobre la sociedad, o sobre Dios, sino que hay que reconocer las
propias responsabilidades y asumirlas conscientemente. En este sentido, resuena
entre los cristianos con particular urgencia la invitación de Jesús a cargar
cada uno con su propia «cruz» y a seguirle con humildad y confianza (Cf. Mateo
16, 24).
La «cruz», por más pesada que sea, no es
sinónimo de desventura, de una desgracia que hay que evitar lo más posible,
sino una oportunidad para seguir a Jesús y de este modo alcanzar la fuerza en
la lucha contra el pecado y el mal.
Desde esta perspectiva, la Cuaresma es verdaderamente una ocasión de intenso
compromiso ascético y espiritual fundamentado sobre la gracia de Cristo.
Palabras que pronunció SS Benedicto XVI después de
rezar la oración mariana del Ángelus, el domingo, 10 febrero 2008.
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