NOVIOS TÓXICOS, RELACIONES BAJO PRESIÓN, FANTASÍAS SIN SENTIDO... LOS CURAS VEN DE TODO
Los curas de Red de Redes hablan del noviazgo cristiano y lo necesario
para casarse.
Son tiempos duros para el noviazgo cristiano, y no sólo por los retos
que siempre han existido ligados a la castidad o la fidelidad,
sino por el aumento de expectativas irreales, personas inmaduras o posesivas,
prisas y demoras exageradas, indecisiones e inmadureces y, en general, personas heridas que crean relaciones heridas. Hoy los curas que hablan con
parejas de novios y jóvenes cristianos escuchan de todo.
Los sacerdotes Patxi Bronchalo, Jesús Silva y
Antonio Maria Domenech abordan este tema en su serie de
catequesis desenfadada Red de Redes,
que difunde la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP)
en su canal de YouTube. Bronchalo y Silva han escrito libros sobre estos temas
de relaciones, noviazgo y amor de pareja.
¿Es posible vivir
un noviazgo cristiano? ¿Tiene la
Biblia algo que decir para que una pareja llegue a ser un matrimonio feliz? Son muchas las preguntas que abordan los tres amigos sacerdotes en este
vídeo.
Jesús Silva y Patxi Bronchalo
plasman algunas de sus experiencias acompañando novios y matrimonios en sus
libros, como Tensión en Pareja y El amor no se acaba (ambos en Nueva
Eva).
EL
MATRIMONIO ES UN INVENTO DE DIOS
El matrimonio es un invento de
Dios, y existe desde antes del pecado. Une a
hombres y mujeres y engendra hijos a los que cuida. Jesús Silva recuerda que en
Génesis Dios llamó al hombre y la
mujer a ser fecundos y multiplicarse.
“En el Paraíso había
animalitos, pero parece que los perrhijos no acababan de llenar al bueno de Adán”, ironiza
Bronchalo, y añade que Dios, “que es más bueno aún”
crea por ello a la mujer.
Además, los tres clérigos apuntan
que la Biblia comienza y termina con una boda: del
Génesis al Apocalipsis, donde tendrá lugar la boda del Cordero con su
esposa, la Iglesia. “Será el momento en que la
humanidad entera entrará en plena y perfecta comunión con Cristo, y viviremos
eternamente en ese amor esponsal con Cristo”, recuerda Silva. Bronchalo
añade que ver cómo ama Cristo a su Iglesia nos ilumina acerca de cómo tiene que
ser el amor humano: “Cristo se ha crucificado por
ella, y a eso estamos llamados, a amar en la debilidad”, dice.
PRIMER
CONSEJO: NO TENGAS PRISA
“El primer consejo que
yo daría es no precipitarse en empezar a tener novio, o novia”, señala Domenech cuando la conversación baja de la mística a la práctica.
Aporta una clave de
discernimiento: “Cuando tu novio te mejora como
persona -cuando te hace ser mejor hijo, mejor hermano, mejor estudiante…-, es tu
momento; si no, te has precipitado y es una demostración de que
no has madurado”, señala.
ES
NECESARIO “DESILUSIONARSE” DE TU NOVIO
Silva cita la encíclica Amoris Laetitia del papa Francisco, en la que se
insta a “desilusionarse” de la pareja. “A veces pedimos que el otro nos haga felices, pero
eso solo puede hacerlo Dios. Cuando te
das cuenta, con realismo, de los defectos del otro, te das cuenta también de que tu
corazón solo Dios lo puede llenar”, apunta Silva.
De ello se deriva, también, que
los novios lleguen al punto en que no se exijan mutuamente ser
perfectos, sino que se acepten en su realismo, dándose cuenta “de que el otro es
un instrumento por el que Dios me llena, pero no me llena él, o ella”.
LA
CLAVE DEL NOVIAZGO: PRINCIPIOS IRRENUNCIABLES
Silva elabora también otra clave
para discernir si es bueno seguir adelante con un noviazgo o no: los principios
irrenunciables. El párroco plantea que hay una serie de
principios que constituyen la base de nuestros valores personales, que pueden ir desde el número de
hijos que uno desea hasta la orientación política o la ciudad donde vivir, y
que uno no está dispuesto a renunciar.
“Si los principios
irrenunciables de uno y de otro no son compatibles, la personas no son
compatibles: por ejemplo, si uno quiere tener solo un hijo y el otro, cinco, y
ninguno está dispuesto a renunciar a ello”, explica. Hay otros principios,
añade, que están ahí pero que son negociables, aunque -dice- es importante también ponerlos encima
de la mesa y hablarlos. “Es muy importante que los novios sean muy
sinceros en el tema de los principios”, asevera.
UNA
COSA ES TENER CRISIS, Y OTRA ESTAR EN CRISIS PERPETUA
“Muchas de las
crisis de los matrimonios pueden venir por cosas que no se han hablado en
el noviazgo”, continúa Bronchalo, y añade que
en este sentido las crisis en el noviazgo son “necesarias,
porque sirven para purificar”.
¿Y las parejas
que funcionan en una crisis perpetua? “A quienes están crisis-beso-crisis-beso les digo que el
noviazgo solo tiene una cosa clara: que se puede dejar sin ningún problema y no
se acaba el mundo”, asegura Domenech. “¿Que no te hace feliz? Chico, déjala, punto. Chica,
déjalo, punto. Que estás insoportable desde que estás con él”, insiste.
LAS
3+1 EFES DEL AMOR
Bronchalo identifica también “tres efes” del amor: fuerte -para querer en la debilidad-, fiel
-hasta la muerte- y fecundo -acogiendo, por
ejemplo, los hijos que quiera Dios-, y Silva añade una efe más: freedom, libertad (en
inglés). “Hay gente que se ve encaminada a casarse como cuando entras en la M30 y
te saltas el desvío… pero se puede parar hasta el altar: la primera
cuestión es si has llegado allí de forma libre”, añade Domenech.
En este sentido, Silva advierte
sobre las “dependencias emocionales”. “Hay
personas que creen que hay enamoramiento donde solo hay dependencia: una
serie de heridas emocionales no sanadas que uno intenta colmar con el otro”, explica,
y señala que se trata de un comportamiento tóxico. “Necesito sanar
mis heridas para poder amar libremente
al otro”, añade.
LA
CASTIDAD, “UN REGALO MUY GRANDE”
Por último, Silva recuerda la
importancia de la virginidad antes del matrimonio. “La
castidad -dice- es un regalo muy grande, porque aprendo a amar al otro no por
lo que me da, sino por lo que es”, y apunta que cuando esto
se altera, el noviazgo se altera, y que es también la causa por la que muchas
parejas no se plantean casarse, especialmente por parte de los varones. “No conozco ninguna pareja que haya llegado
virgen al matrimonio y se haya arrepentido, pero sí al revés”, concluye.
Los conductores de Red de Redes terminan el episodio con
cuatro recomendaciones, empezando por dos matrimonios santos: san Isidro y santa María de la
Cabeza, por un lado, y
san Luis Martin y santa Celia Guérin, los padres de santa Teresita del Niño Jesús, por otro. Domenech
también recomienda la película El estudiante -que
muestra, dice, “cómo debería ser el noviazgo”- y
Bronchalo cita su último libro, El amor no se acaba,
editado por Nueva Eva.
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