AYUNO, LIMOSNA Y ORACIÓN... PERO LA LIMOSNA ES YA UNA FORMA DE ORAR
Este personaje parece poco generoso y no muy abierto a la lógica de la
limosna de Cuaresma
En Cuaresma se espera de los
cristianos que se ejerciten en el desprendimiento mediante
la oración, el ayuno
y las limosnas u obras de caridad.
San Pedro Crisólogo, arzobispo de
Rávena (Italia) en el s.V, ya escribió en sus sermones que la oración, el ayuno y la limosna (que
él llamaba "misericordia", actos de caridad) deben ir siempre juntos.
"La oración llama, el ayuno intercede, la
misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una
sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente", insistía.
"El ayuno no
germina si la misericordia no lo riega, el ayuno se torna infructuoso si la
misericordia no lo fecundiza: lo que es la lluvia para la tierra, eso mismo
es la misericordia para el ayuno. Por más que perfeccione su
corazón, purifique su carne, desarraigue los vicios y siembre las virtudes,
como no produzca caudales de misericordia, el que ayuna no cosechará fruto
alguno. Tú que ayunas, piensa que tu campo queda en ayunas si ayuna tu
misericordia; lo que siembras en misericordia, eso mismo rebosará en tu
granero. Para que no pierdas a fuerza de guardar, recoge a fuerza de repartir", exhortaba.
En la Biblia, recuerda el
teólogo Mike Aquilina,
sólo hay un pasaje en que las tres cosas se mencionan juntas, en el libro de Tobías (12, 8-9):
"Buena es la oración con ayuno; y
mejor es la limosna con justicia. Mejor es
hacer limosna que atesorar oro. La limosna libra de la muerte y purifica de
todo pecado".
Aquilina explica que la limosna
es "una oración que también requiere ayuno. Dar limosna es una forma de oración porque es dar a Dios y no mera
filantropía. Es
una forma de ayuno porque exige dar con sacrificio: no sólo dar algo,
sino renunciar a algo, dar hasta que duela".
También tiene una dimensión
social, como recuerda la carta de Santiago (2,15): "Si un hermano o una
hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les
dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo
necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?".
Pero, ¿a
qué dedicar la limosna -el dar pensando en Dios- esta cuaresma? Repasemos
algunas posibilidades y necesidades.
1.
AYUDAR A NUESTRA PARROQUIA
Debido al coronavirus y los confinamientos, muchas parroquias redujeron sus ingresos. Hay feligreses
que han fallecido, otros han perdido el hábito de la misa semanal. En 2022 y
2023 además han subido los precios de muchas cosas, incluyendo los gastos de
transporte para llevar chavales a campamentos católicos, los alimentos para
familias necesitadas, la luz, gas. Vale la pena dar a nuestra
parroquia. ¡Quizá no lo has hecho este año como solías!
2.
AYUDAR A LOS POBRES CERCANOS
Entre el coronavirus y la crisis
económica por la guerra de Ucrania, ha aumentado la cantidad de
gente empobrecida. A algunos
quizá los conoces de cerca, son vecinos o parientes, y puede estar bien que les
ofrezcas una ayuda extra. Otros están cerca y tú no los conoces, pero la
iglesia sí, a través de Cáritas parroquial
o Cáritas diocesana, o la Cáritas nacional. También hay ONGs cristianas que trabajan con los más necesitados del
barrio, quizá en tu parroquia.
3.
AYUDAR A LOS POBRES LEJANOS
El deber del cristiano alcanza
hasta los confines de la tierra y Dios ama a todos los hombres. Desde siempre
los cristianos se han esforzado en apoyar a los hombres que sufren incluso si
son de países y culturas lejanas, igual que el Buen Samaritano curaba a un
desconocido de otro grupo o etnia.
En España, la
Iglesia coordina esto a través de Manos Unidas,
la ONG católica que lucha contra el hambre y la miseria, coordinada con otras
asociaciones católicas similares de otros países en la plataforma CIDSE. También se puede hacer a través
de las ONGs vinculadas a órdenes religiosas y
misioneras o a movimientos de la Iglesia.
4.
AYUDAR A LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS
Son muchos los cristianos perseguidos.
Uno de cada 8 cristianos en el mundo sufre hostilidad por el hecho de serlo, en
países musulmanes, regímenes comunistas o zonas controladas por mafiosos y
bandas criminales, según el informe Puertas Abiertas de 2020.
Los cristianos que
sufren persecución "alta, muy alta o extrema" son 260 millones. No
van a recibir ayuda de las autoridades locales ni de los
vecinos, que suelen ser hostiles. Suelen ser muy pobres y dependen
especialmente de la generosidad de otros cristianos. Una entidad especializada
en trabajar con ellos es ACN - Ayuda a la Iglesia Necesitada.
5.
AYUDAR A LAS MISIONES Y MISIONEROS EN GENERAL
Un tercio de las diócesis y
territorios de la Iglesia Católica están en zonas de misión, zonas muy pobres o
donde la Iglesia es muy joven y frágil. Allí trabajan los misioneros. En muchos países de África o zonas de
Hispanoamérica, incluso con Gobiernos
amistosos, simplemente la mera pobreza hace difícil proclamar la Palabra de
Dios y crear comunidades
cristianas fuertes.
Los misioneros ayudan a formar
comunidades eficaces centradas en Cristo. Es posible ayudarles a través de sus
congregaciones, de las ONGs ligadas a
las congregaciones o a través de OMP (Obras Misionales Pontificias), que
reparte lo recibido para proyectos misioneros de todo el mundo.
6.
AYUDAR A LAS ASOCIACIONES PROVIDA, PROFAMILIA Y DE BUENA ÉTICA MÉDICA
Las asociaciones provida y profamilia ofrecen asistencia
directa a muchos bebés y embarazadas en apuros y a familias en riesgo de
ruptura. También luchan por defender los valores de la vida y
la familia a través de la educación, la formación de jóvenes, los medios de
comunicación...
Con las leyes
que fomentan el aborto, la eutanasia, la ideología de género y la ruptura
familiar, se crea un entorno antihumano apoyado por ricos millonarios, grupos
mediáticos y tecnológicos, casi todos los partidos políticos y muchos
Gobiernos. Las asociaciones provida y profamilia necesitan donativos y afiliados para poder responder y crear una cultura de la vida.
7.
AYUDAR A LAS ASOCIACIONES DEL CATOLICISMO EN LA VIDA PÚBLICA
Hay fuerzas poderosas que quieren
quitar de la vista la fe cristiana. ¿Es normal que
el presidente del Gobierno felicite a menudo
Ramadán y las "fiestas del 15 de agosto" pero nunca
mencione las palabras "Navidad" o "Pascua" o
"Semana Santa"? Hay entidades que rechazarán cualquier
aportación de un cristiano simplemente porque "suena
cristiano".
MUCHOS POLÍTICOS DIRÁN "NO QUEREMOS NADA
QUE SUENE CRISTIANO".
Mientras tanto, hay ayuntamientos
que arrancan cruces (en
España, en la China comunista) o esconden símbolos cristianos, mientras financian espectáculos blasfemos contra
el sentimiento religioso de los cristianos.
Hay asociaciones cristianas que
denuncian estos abusos del laicismo más grosero
y otros ataques a la Iglesia.
También hacen propuestas en positivo, ideas eficaces para la vida pública. ¿No vale la pena conocerlas, asociarse y apoyarlas?
8.
AYUDAR A LOS RELIGIOSOS DE CLAUSURA
El coronavirus y
los confinamientos golpearon especialmente la economía -siempre precaria- de
los religiosos y religiosas de clausura, que solían realizar trabajos artesanales perjudicados al
limitarse negocios y visitas. Muchos se han logrado reinventar y encontrar
nuevas formas para sostenerse, pero siempre dependen de los fieles que
adquieren sus productos.
Hay fundaciones especializadas en
ayudar a los conventos y monasterios de clausura y también es posible intentar
visitarlos o ayudarles directamente (muchos tienen web o al menos teléfono).
9.
AYUDAR A TODO LO ANTERIOR DESDE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN CRISTIANOS
La buena prensa cristiana habla
de Cristo, del mensaje de Cristo que transforma vidas, de la obra del Espíritu
Santo en las personas, familias y sociedades, y apoya a los que trabajan en
todo lo anterior. Es importante que circule la
información: las cosas buenas, para inspirarnos y edificarnos; las malas, para
denunciarlas, prevenirlas
y combatirlas.
La prensa generalista y los
grandes grupos mediáticos no difunden el mensaje
cristiano. Sólo puede hacerse con donativos de cristianos que mantengan el trabajo continuado de
auténticos profesionales. En este sentido, quizá quieras apoyar con donativos a ReligionEnLibertad u otros medios católicos que veas eficaces.
Quizá lo que Dios pide en esta
época atribulada es ir más allá del
donativo y hacer un paso más: el compromiso, afiliarse, apuntarse a una entidad buena, asociarse...
Son tiempos especialmente duros,
y por eso es más necesario ser generosos con lo importante.
(Publicado originariamente en ReL en febrero
de 2021, con modificaciones posteriores)
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