Teresa de Calcuta, pude verla una vez, en Lima, de ¿pura casualidad? en el aeropuerto, tal cual en las fotos, su figura pequeña, arrugada, bondadosa pero muy segura. Ya desde el hábito conmovía, un sari hindú de origen pagano envolvía a la monja católica; fuerte y decidido su mensaje. Dios está más allá de las diferencias culturales.
Cuando
las monjas inteligentes y brillantes decidieron que, ante la modernidad, se
dejaba los hábitos antiguos y austeros, eliminaron el rosario y modernizaron su
cruz de pecho, apareció esta pequeña mujer con el rosario entre las manos,
orando y bregando por -los pobres entre los más pobres-, creando hospitales
para el bien morir. Fue Premio Nobel de la Paz en 1979; lo que las otras
brillantes mentes consagradas, no alcanzaron.
Su nombre
de pila fue Agnes, a los 12 años decidió la vocación de toda su vida. Falleció
a los 87 años. Teresa era una mujer recia, muy inteligente y nacida para la
vida consagrada. Con 40 años, después de ser monja formadora de profesas en
Albania, fundó en Calcuta (India) la congregación Misioneras de la caridad.
Madre
Teresa no permitía a los periodistas alabarla por su obra de hospitales y
comedores para los más pobres que por amor de Dios se diseminaron en todo el
mundo; en Lima se instalaron por La Parada. Ella solo hablaba de la obra, de su
proyección y necesidades. Sus respuestas siempre fueron inteligentes y exentas
de banalidad, muy recta ella, casi severa. Si ella hubiera sido hombre, ella
daba para cardenal dada su sólida formación teosófica.
Por el
relato de mi amiga italiana, enfermera, Laura Bonetto, quien fue cooperante de
su obra en sus hospitales de Nueva Delhi, supe que madre Teresa desde el
amanecer estaba en la iglesia rezando varias veces su rosario, antes de la
oración en comunidad. Fue todo su contacto. No se podía acceder a ella, era
mucha la gente que la pedía. Fue suficiente verla a diario, a lo lejos, entre
su ejército de monjas variopintas señalando esplendor para la iglesia de Cristo
en la tierra. Laura es enfermera, apoyó a la obra, por poco tiempo, en dos
hospitales, no solo atendiendo a los numerosos enfermos, sino apoyando a traer
el agua de lejos, en cadena humana y hasta en la lavandería, que toda la ropa
se lavaba con ceniza; y en los años de 1990. Después ella vivió una anécdota,
como sacada de la fantasía de Almodóvar para terminar su viaje de cooperante
europea en países en desarrollo, y demostrarse a sí misma que: La vida es
bella.
Madre
Teresa fue canonizada hace cinco años, el 4 de setiembre de 2016. Almas grandes
que iluminan el mundo, que no deje haberlas, eso te pido santa Teresa de
Calcuta que otras y otros como tú muevan las inteligencias hacia el bien.
Alejandro Smith Bisso.
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