Definir lo que es un corazón de padre puede ser un reto. Podemos usar una de las parábolas más bonitas del Maestro: el hijo pródigo. San Lucas nos narra que se trata de un padre cuya misericordia excede no solo la comprensión del hombre, sino también la fe del creyente.
En la parábola del hijo
pródigo encontramos un corazón de padre que supera el simple concepto de
misericordia, y que incluye el de la ternura: la alegría que
Dios experimenta al perdonar a sus hijos, el hecho
portentoso de que unas criaturas puedan afectar así al Creador.
Mucho se habla de que María
fue escogida como la llena de gracia, pero san José también fue un
escogido de Dios, recordemos que
se le presentó un ángel, el que le confió el nombre de «Jesús».
Un humilde carpintero, un
hombre justo, san José fue un hombre valiente que salió
desde Nazaret hasta Belén para ver nacer a su hijo. ¡Cuánta
ternura reposaba en el interior de este santo hombre que lo dio todo por su
familia!
En este video te
explico más a profundidad estos puntos según la Carta Apostólica «Patris Corde»:
LA TERNURA Y LA VALENTÍA
En principio, parece que no
son conjugables, pero son los elementos fundamentales cuando hablamos de tener
un corazón de padre. Es todo un arte, pero es muy necesario hacer coincidir la
exigencia con el cariño.
Solo
cuando se ama verdaderamente a los hijos se llega a conocer la imperiosa
necesidad de ser exigentes con ellos, para que aprendan a querer, a
adquirir virtudes y a discernir principios y valores.
SAN JOSÉ Y LA TERNURA QUE LO CARACTERIZÓ
Una de las características
principales de san José es que era tierno, vio a Jesús progresar día a día en
sabiduría, en estatura, en gracia ante Dios y ante los hombres, nos dice el
Evangelio.
José
le enseñó a caminar, lo tomaba entre sus brazos. Cuando un
padre ve a su hijo, siente ternura, y José, al ver a Jesús, también la sintió,
también se conmovió con él.
Pero es interesante dar la
vuelta a esta misma consideración, porque Jesús vio la ternura de Dios en
san José.
Como dice la «Patris Corde»:
«Como un padre
siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por los que le
quieren», por los que
nos sentimos hijos suyos.
HABLEMOS DE LA TERNURA DE CRISTO
Jesús Hombre, aprende gracias
a José, que la ternura es una virtud esencial. Recuerda la ternura de Cristo al
fijarse en las personas que no son las más importantes, pero sí son las que más
lo necesitan.
Jesús
fue reconocido por su amabilidad, su tono humano. Adquiere su
fama no solo por los grandes milagros que hace, sino por su forma de ser, que
encuentra y ayuda a la gente necesitada, a los que Dios más quiere. Así nos los
recuerdan esta meditación que te recomiendo sobre la fama de Jesús.
Él siempre encuentra al más
débil. Entra en la piscina de Betsaida y se da cuenta que hay muchos enfermos,
pero que hay uno que ha estado 38 años ahí sin que nadie le ayude.
Jesús es capaz de darse cuenta
de quién es el que más lo necesita, la ternura que desborda su
corazón lo motiva a acercarse misericordiosamente al que más lo necesita.
Y eso lo aprendió de sus
padres. De ejemplos concretos, como el de María que va a ver a su prima santa
Isabel cuando la necesita y seguramente, innumerables veces en distintos
acontecimientos con san José.
¿QUÉ PAPEL JUEGA LA TERNURA EN LAS DIFICULTADES?
La ternura se vuelve fuerte
cuando atraviesa dificultades, es como un resorte que nos mueve a buscar
soluciones a los problemas. Y fue el caso de san José, que tuvo que enfrentarse
a cosas muy complicadas: persecución del rey, huir
como inmigrante a un país vecino, etc.
Pero recordemos que el Señor
tiene sus propios planes, y que debemos pasar por el claroscuro de la fe. A
través de la angustia de José pasa la voluntad de Dios, su historia, su
proyecto.
Así, José nos enseña
que tener fe en Dios incluye creer que Él puede actuar incluso a través de
nuestros miedos,
de nuestras fragilidades, de nuestra debilidad.
Nos enseña que, en medio de
las tormentas de la vida, no debemos tener miedo de ceder
a Dios el timón de nuestra barca.
A veces, nosotros quisiéramos tener todo bajo control, pero Él tiene siempre
una mirada más amplia.
LA VALENTÍA CREATIVA
El corazón de padre busca
soluciones y san José tuvo que ser creativo y valiente a la vez. Nosotros
también debemos ser valientes en medio de las dificultades y buscar la forma de
adaptarnos.
Sobre todo en estos tiempos
donde Dios nos regala nuevamente un espacio para estar confinados en familia, conociéndonos, colaborándonos, queriéndonos, soñando juntos
que el futuro será mejor, porque nosotros seremos mejores.
Hoy tenemos que tener claro
que la ternura es una virtud a conquistar, que hay que ser más valientes,
creativos, y que debemos acompañar en solidaridad a las familias más
vulnerables de nuestra sociedad.
Nos toca entrar a nuestras
máquinas del tiempo y soñar como lo hizo san José, para que podamos planear,
inventar y encontrar con valentía creativa tiempos mejores.
Escrito por Padre Juan Carlos Vásconez
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