Desde los primeros meses de su pontificado, el papa Francisco se ha refirido varias veces a la New Age, esa corriente a la que llamó "panteísta".
Por: . | Fuente: AICA
El 20 de junio de 2013 fustigó en una homilía al
"dios cósmico" de la "moda politeísta", que llega con "la cultura light". "Ni Jesús hubiera
creído en el dios New Age" de hoy, dijo. "La
oración no es magia", remató. El doctor Roberto Bosca, autor del
libro New Age, la utopía religiosa de fin de
siglo, explicó a Claudia Peiró, periodista de Infobae, por qué este "autismo espiritual" es contrario a la
doctrina cristiana.
No es la primera vez que S.S. Francisco se refirió al tema. Ya lo había hecho
en la reunión con un grupo de religiosos chilenos. Es evidente además que busca
retomar la iniciativa para frenar el avance de estas corrientes. En este marco,
el 16 de mayo de 2013 tuvo lugar en la Casa Santa Marta, precisamente donde
reside el Papa, un encuentro de expertos sobre los Nuevos Movimientos
Religiosos, convocado por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
En el centro de las preocupaciones estuvieron el neopentecostalismo y la New
Age, entre otros.
Todo esto hace evidente la preocupación del pontífice por afirmar las verdades
del Evangelio y de la doctrina católica de modo claro y discernible para poner
límite a ciertos sincretismos que se filtraron incluso en algunos ámbitos
católicos y a los que considera más peligrosos que una secta de contornos
definidos.
UNA CORRIENTE DIFUSA DE
ESPIRITUALIDAD
"No se puede definir a la New Age como una
religión, sino como una corriente de espiritualidad, difusa y bastante
inaprehensible porque toma elementos heterogéneos de diferentes lugares; es
como una constelación, y de ahí la dificultad de identificarla", dijo
Roberto Bosca, que es profesor de la Universidad Austral.
"Además -agregó-, la New Age no necesariamente se presenta como tal: adopta
distintas formas y nombres, por ejemplo, la revista "Uno mismo" es
una de las más importantes de esta corriente y la mayor proporción de elementos
de New Age no está en los libros o revistas específicos sino fuera de ellos,
podríamos encontrar en cualquier publicación contenidos New Age".
- ¿Cómo se explica la expansión y persistencia de este
fenómeno?
- Cuando publiqué mi libro, yo decía que la New Age era una moda cultural,
entonces me preguntaban: ¿esto va a pasar? Y
yo respondía que las modas culturales no son de una temporada para la otra como
las de la ropa. Sino que pueden durar años y hasta décadas. Son procesos muy largos.
Hemos visto cómo un fenómeno, que fue creciendo desde los años 60, sobre todo
en círculos intelectuales y expandiéndose en los 80 en los Estados Unidos,
hacia fines de los 90 ya se había difundido a toda la sociedad y lo que vi en
los últimos años es que dejó de ser un asunto de pequeños núcleos para ser
ahora un patrimonio, por llamarlo de algún modo, de toda la sociedad. Lo que
antes era cosa de algunos intelectuales, ahora está en la góndola de los
supermercados. Y la gente lo compra como lo más natural.
- ¿Sin saber de qué se trata?
- Me pasó una vez, dando una charla, que cuando terminé de explicar qué era la
New Age, unas chicas me dijeron: "yo soy
así", "lo que usted está explicando es cómo soy yo". Y no
tenían la menor idea de lo que era la New Age. Pero la respiraban porque es
algo vaporoso, que uno no percibe pero que se respira en la cultura, porque la
New Age recoge elementos de culturas ajenas a ella y los integra. La autoayuda,
por ejemplo, es un elemento que existe independientemente de la New Age pero
ésta la toma y le da una forma de espiritualidad, una forma de entender al
hombre y su relación con el mundo.
En referencia a la infiltración de esta corriente en la propia Iglesia
Católica, el Papa comentó que había sabido de una superiora que alentaba a las
hermanas de su congregación a no rezar en la mañana, sino a darse un baño
espiritual en el cosmos…
Y en una librería católica yo podría señalar los libros New Age que están allí
expuestos, y que algunos curas y monjas y catequistas usan encantados. En
algunos casos hasta hay retiros espirituales imbuidos de esos elementos. Una
vez en una clase definí la misa como sacrificio y dije que no es una fiesta
aunque tenga un aspecto de celebración. Y al rato una estudiante me pide
aclaración diciéndome que era catequista y que enseñaba eso a los niños. Y así
te podría dar muchos ejemplos de influencia New Age en la catequesis.
- ¿Hay también sincretismo?
- Sí, hoy sucede que hay personas que van a la iglesia católica pero también
participan de ritos umbanda o creen en la reencarnación. Massimo Introvigne, un
experto en estos temas, habla de una doppia pertenenza, una doble pertenencia:
uno no tiene que dejar de ser católico para ser budista, por ejemplo.
- Pero la Iglesia no lo permite…
- No, claro que no, pero actualmente estamos viviendo una cultura que es la de
la posmodernidad, sincretista, y eso que hace unos años era impensable, hoy es
bastante frecuente. Se da el caso de que personas que se enamoran de la
doctrina budista no sienten que deban dejar de ser católicos por eso. La
Iglesia no acepta eso, no se puede ser panteísta y católico al mismo tiempo,
pero en la cultura posmoderna caben los círculos cuadrados o sea que la
mentalidad actual no tiene ese principio de no contradicción, vuelve
conciliable lo contradictorio.
EL AUTISMO ESPIRITUAL
-¿La New Age es una exaltación del individualismo?
- Sí, una de las características de esta corriente que menciono en mi libro es
el subjetivismo, yo lo definía como un autismo espiritual, la New Age la
espiritualidad del hombre light, recoge lo que ya está, puede decirse que es la
principal religión porque recoge la sensibilidad que está en la mentalidad del
hombre y la mujer contemporáneos, la expresa religiosamente, por eso encaja tan
bien.
- ¿Qué falla en la Iglesia para que esto penetre tan
fácilmente?
- Bueno, viene un poco del período posconciliar [por el Concilio Vaticano II],
ahí empezaron a aparecer estas cosas y, pese a que en los últimos pontificados,
con Juan Pablo II y Benedicto XVI, hubo esfuerzos por enderezar las cosas y en
algunos casos se hicieron las cosas muy bien, quedó mucho de eso. Hay un
documento vaticano sobre este tema, Jesucristo, portador de agua viva. Una reflexión cristiana
sobre la New Age, en cuya redacción participó Benedicto incluso antes de ser
Papa, en 2003, que es muy bueno y muy completo. Pero cuando el jardín no está
bien cultivado, crece cualquier yuyo.
HAY DE TODO EN EL
SUPERMERCADO DE LA FE
En la New Age se encuentra de todo: espiritismo,
reencarnación, astrología, eros tántrico, medicina alternativa, macrobiótica,
yoga, umbanda, Tarot, budismo Zen, ovnis, karma, cábala, etc. Su
difusión es facilitada por la expansión de la red global, que permite un
vínculo virtual y light entre grupos con preocupaciones y temas comunes.
Es evidente que existe una búsqueda de respuestas a inquietudes trascendentales
que, en algún momento, las iglesias tradicionales dejaron de dar. En palabras
de Roberto Bosca, "los conversos de la New Age
parecen preocupados por la búsqueda de lo sagrado, una búsqueda abandonada por
una teología primariamente preocupada por los problemas seculares, con un
cierto descuido por la vida litúrgica y la oración, lo que ha dado lugar a una
búsqueda en otras fuentes".
En cierto modo, lo que el papa Francisco dice es que las respuestas a esa
búsqueda están en la doctrina católica, pero, para decirlo, no hace concesiones
doctrinarias a la moda neopanteísta, como se han visto tentados a hacer algunos
dentro de la propia Iglesia.
Pero no todos se dejan confundir: las declaraciones
del músico Bono sobre su fe y su convencimiento de que la llegada de Jesús pone
fin a un mundo regido por el karma están en la línea exacta de lo que el papa
Francisco quiere afirmar cuando dice que quienes adhieren a estas modas
"se saltan la Encarnación", es decir, Dios hecho hombre. El
llamado papal a ir a las periferias geográficas y existenciales del mundo, está
en las antípodas de la autocontemplación de moda.
EL DOCUMENTO VATICANO CONTRA
EL NUEVO GNOSTICISMO
Publicado en el año 2003, es un texto que busca alertar sobre el "narcisismo espiritual" mediante "una presentación buena y profunda del mensaje cristiano".
El objetivo es destacar los puntos en los cuales esta espiritualidad
contrasta con la fe católica. Estas corrientes surgen en un mundo en el cual "muchas personas oscilan entre certeza e
incerteza" y "miran dentro de sí
mismas en búsqueda de sentido y de fuerza", volviéndose "incluso hacia instituciones alternativas, en la
esperanza de que puedan satisfacer sus necesidades más profundas". La
New Age resulta "atrayente sobre todo porque
mucho de lo que ofrece satisface aspiraciones, frecuentemente no satisfechas
por las instituciones oficiales", admite el documento.
Los elementos de este movimiento "están
perfectamente en sintonía con los modelos de consumo de sociedades en las
cuales la diversión y el ocio tienen tanta importancia". El
documento considera a esta corriente más engañosa y preocupante que todas las
demás sectas, porque no está realmente organizada para hacer proselitistas y
permite por lo tanto a muchos creer que es posible mezclarlo con el
cristianismo.
Al presentar el documento, en enero de 2003, el cardenal Paul Poupard daba un
ejemplo: "La fe en la resurrección de los
muertos es sustituida por la "fantaciencia", con el contacto con los
seres queridos desaparecidos y la existencia de una vida suspendida entre cielo
y tierra". "Es un fenómeno típico de la cultura posmoderna, basada en
el pensamiento débil, el relativismo ético y el consumismo", agregó.
El Vaticano subrayaba en aquel entonces la dificultad para combatir la New Age,
por no ser ésta ni una religión ni una verdadera filosofía, sino más bien un "conjunto de creencias y prácticas
místico-esotéricas" que se presenta como un "ancla de salvación para todos los insatisfechos y desilusionados
que denuncian la crisis ecológica, la crisis de la ciencia y la del
racionalismo deshumanizante del mundo occidental".
Para ver más sobre la opinión del Papa Francisco sobre la Nueva Era
recomendamos leer el artículo: Mons. Bergoglio: Las Sectas y la Nueva Era
Fuente: Agencia AICA
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