Como católico creo firmemente en la existencia de los ángeles. Creo que es bueno orarles para que nos ayuden. Lo que la Iglesia advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos.
Por: P. Daniel Gagnon, OMI | Fuente: Mercaba.org
No se requiere mucho esfuerzo para darse cuenta
que los ángeles están “muy de moda” hoy día.
Los vemos mencionados en la música, el cine (“Tan
lejos, tan cerca” y “Michael”), en
series de televisión (“Camino al cielo”) y
exposiciones artísticas que se especializan en ellos (p.e. Vicky Nigri cuyo
ángel favorito es “Uriel” (nombre que no
está en la Biblia).
Existen clubes de personas interesadas en
compartir sus experiencias con ángeles y como comunicarse con ellos. Se pueden
comprar en las tiendas de los “Malls”, por
el correo y aun por el Internet todo tipo de adornos angelicales y hasta
altares completos para su casa. En los puestos de periódicos y librerías
encontramos muchos artículos sobre los ángeles en las revistas de la N.A.
En algunos países hay revistas especializadas
sobre ellos. Hasta se puede conseguir catálogos de venta por correo de cosas de
ángeles. Hay muchos centros de información que se especializan en este
fenómeno.
Cada vez más escuchamos testimonios por radio y
televisión de personas que han recibido visitas y mensajes de ángeles, y/o
experimentado milagros, y hasta han sido salvados por ellos.
LA
BIBLIA
Antes de ofrecer nuestra reflexión sobre la
enseñanza de la New Age en cuanto a los ángeles necesitamos saber qué es lo que
dice la Biblia de ellos.
Encontramos la palabra “ángel”
en 24 libros de la Biblia: 148 veces en el Antiguo Testamento y 74 en el
nuevo, sin contar con otras maneras de hablar de ellos. Viene de la palabra
griega: angelos, es decir “mensajero”. En al
A.T. la palabra es Malak que probablemente
significa “delgado” ó “embajador”.
ANTIGUO
TESTAMENTO
En todas sus formas el Antiguo Testamento
menciona a los ángeles más de trescientas veces y son llamados generalmente: Bene Elohim “hijos de Dios”, “ejercito del Señor”,
“estrella de la mañana”, “querubines”, “varones”, “príncipes”, etc. Para
el tiempo del Nuevo Testamento llegaron a ser llamados más como comúnmente como
ángeles.
En el Antiguo Testamento la corte celestial de
Dios fue entendida semejante a la corte de un rey en la tierra. Así estos “Concilios Divinos” fueron vistos por los profetas
como Jeremías. También ver 1 Re 22,19-23.
En el A.T. “El Ángel
del Señor” (Ángel de Yahvé) actuaba en forma a veces tan poderosa que se
identifica con el mismo Dios. Hablar con él
era hablar con Dios mismo, no siempre se distingue. (Ver Gen 16, 7 y 13; Ex 3,2-6)
La Biblia habla de diferentes tipos de ángeles:
los querubines son los que sostienen el trono de Dios o guardan la entrada del
Edén, los serafines, con sus seis alas, cantan la gloria de Dios (Sal 80,20; Is
6,2; Ez 10,1).
Los ángeles juegan diversos papeles: anuncian la destrucción de los enemigos de Dios, protegen
al pueblo de Dios (Ex 14,19-20), e intervienen para dirigir la vida o las
acciones de una persona (a Abrahám que vuelva a Sara, Gen 16,9). Ellos castigan
(Gen 19,11) y perdonan pecados (Ex 23,21-21).
EL
NUEVO TESTAMENTO
En el N.T. también los ángeles desempeñan varias
obras para Dios. Ellos aparecen y llevan mensajes a Zacarías, a María, a los
pastores en Noche Buena y a José en el sueño. Anuncian la resurrección y
explican la Ascensión de Jesús.
El N.T. les muestra alabando al Señor (Lc
2,13-14, Ap 5,8-14), pidiendo a Dios por nosotros (Ap 5,8; 8,3-4), atendiendo a
Jesús y a los cristianos (Heb 1,14, Mt 4,6 y 11) y celebrando el
arrepentimiento de un pecador (Lc 15,10). Los ángeles intervienen para rescatar
a los apóstoles (Hch 5,19-20; 12,6-11), guían a Felipe (Hch 8,26), dice a
Cornelio que busque a Pedro (Hch 10-11), informan a Pablo que llegara a
la corte del Cesar (Hch 27,23-24), etc. Aparentemente
no se casan (Lc 20,35-36).
Acompañaran a Cristo en su segunda venida (Mc
8,38; Mt 16,27; 2 Tes 1,7). Participaran en los acontecimientos apocalípticos
del fin del mundo (Mt 13, 41-42) en el juicio final (Mt 24,31; 25,31).
Su adoración es estrictamente prohibida. Los
ángeles se hacen visibles para confirmar su existencia y para demostrar que son
servidores de Dios y aliados nuestros cuando hacemos la voluntad de Dios. Ellos
vienen para ayudarnos, y cooperan con Dios en nuestra salvación están en la
presencia de Dios, listos siempre para servirle: “oran,
adoran, vigilan, cantan y alaban a Dios y pregonan sus perfecciones. Son, pues,
mediadores, custodios, protectores, y ministros de la justicia divina”.
LOS
QUE LLEVAN NOMBRE
Gabriel,
Miguel, Rafael
Gabriel: su nombre
quiere decir “Fortaleza de Dios” (Dios es mi guerrero, héroe, Dn 8, 16,
9,21). Gabriel ayuda al profeta Daniel a entender la última revelación dada por
Dios a Israel. Ayuda también a jeremías (25,11-12; 29,10) a entender que la
revelación de la “caída” de babilonia en 70
años trata sobre todo de la venida del reino de Dios después de 70 más 7 años.
Es Gabriel que aparece a Zacarías y a María.
Miguel: significa “Quien
como Dios” y es mencionado en varios lugares del Antiguo y Nuevo Testamento:
Dn 10,13 y 21; 12, 1; Jud 9; Ap 12,7. El protege y defiende a Israel y Miguel
en luchar contra el dragón (=Satanás) en Ap 12,9 donde defiende al nuevo
Israel: “La Iglesia de Cristo”. En judas 9
es llamado arcángel.
Rafael: quiere decir “Medicina
de Dios” (Dios sana), y encontramos a él
en el libro de Tobías (5,4; 5). Como su nombre indica, Rafaela restaura la
vista de Tobías, protege a Tobías en su viaje y le ayuda a encontrar su futura
esposa.
La Biblia también habla de los ángeles de la
Guarda. Deuteronomio 32, 8 dice que Dios asigna un ángel para cada país. Ellos
guardan a los individuos (Mt 18,10) y a comunidades enteras (Ap 1-3). (Ver Ex
23,23; Sal 91,11; Tob 5, y 12,12)
Los ángeles de la guarda están constantemente a
nuestro lado, no se separan de nosotros ni un momento, aun cuando estamos
durmiendo; y no nos ayuden solo cuando los necesitamos si no siempre están para
protegernos. Para que nuestra relación con nuestro ángel de la guarda sea más íntima debemos
tratarlo, llamarle, hablar con él, y debemos
agradecer a Dios por este compañero y protector que es una manifestación de su
divina providencia. Como aconsejo el Papa Juan XXIII, recordar que tenemos un
ángel que nos quiere y nos protege debe darnos mucha alegría (9 de agosto de
1961).
CRISTO
ES SU CREADOR
En el judaísmo antiguo había mucha especulación
en cuanto a los ángeles y demasiada preocupación con ellos. Algunos los
adoraban.
Para los cristianos, el intermediario entre Dios
y nosotros no son ángeles si no Cristo mismo. Es sobre el que los ángeles
ascienden y descienden (Jn 1,51). Los ángeles anunciaron el nacimiento del
Salvador (Lc 2,8-14). No son el Salvador.
Los cristianos disminuyeron la cantidad de
especulación y enfoque. Dijimos que el N.T. prohíbe su adoración (Ap 19, 10,
22,8-9, Col 2,18). San pablo nos hace recordar que son solamente criaturas (Col
1,16) y que Cristo es el centro de nuestra fe. Él está encima de ellos
(Heb 1,4-6; Ef 1,21). Los ángeles le adoran a él (Heb 1.6, Ef 1,22-23).
La doctrina de la Iglesia enseña que los ángeles
son criaturas invisibles, personas finitas que no se ajustan al ámbito de los
sentidos. Son espíritus dotados de inteligencia y voluntad en estado puro que
relacionan con el mundo material. Por su naturaleza, los ángeles son superiores
a todas las demás criaturas, incluso los hombres, y poseen un intelecto,
voluntad y poder superior (2 Ped 2,12). Entienden las cosas de manera
completamente distinta a los hombres. Sin sus limitaciones materiales que los
hombres tienen, ellos captan la verdad total y completa de un asunto, viendo su
principio, y todas las consecuencias y aspectos al mismo tiempo. A pesar de
esto no son omnipotentes como lo es Dios. Su poder y conocimiento tienen límites (ver Dan 10,13; Mt 24,36; 1 Ped 1,12).
En cuanto a su naturaleza, los ángeles son
espíritus, son llamados “ángeles” por su FUNCIÓN. No son iguales a los espíritus de los
difuntos (los santos). Ellos anteriormente eran hombres de carne y hueso. Al
contrario, un ángel jamás fue un hombre.
Quizás sea difícil imaginar tal ser sin un
cuerpo. Por eso los representamos como estatuas porque nosotros somos
encarnados y nuestra imaginación se basa en cosas materiales.
¿CUANTOS
ÁNGELES SON?
En los evangelios se habla de miríadas y
miríadas, pero sin número exacto. Como dijimos, es dogma de fe que los ángeles
existen y que algunos protejan a naciones y a grupos.
Distintos autores de la Iglesia han hablado de
los “coros angelicales” (las jerarquías)
mencionados en la Biblia, pero sin que se puedan señalar las diferencias entre
unos y otros. El primero que catalogo estas jerarquías era (pseudo) Dionisio
Areopagita (del siglo V).
Además de los “ángeles” y “Arcángeles”
ya mencionados, encontramos:
“Serafines”, los
que arden con el amor (Is 6,2-6) y guardan la entrada al paraíso (Gen 3,24).
“Querubines”, la
figuras que Dios manda adornar el arca (Ex 25,18) y el templo de salomón (1 Rey
6,29-39).
“Virtudes”, Rom
8,38; 1 Co 15,24
“Potestades”, 1Cor
15,24; Ef 1,21
“Principados”, Rom
8,38; 1 Co 15,24
“Dominaciones”, Ef
1,21; Col 1,16.
“Tronos”, Col
1,16.
La Iglesia no ha definido exactamente en cuanto
a las teorías sobre la jerarquía, es decir no es dogma de fe saber el orden de
ellas ni cual ángel está en una jerarquía más “alta”,
o cuál es su función exactamente.
LA
"NEW AGE"
La New Age (Nueva Era) ofrece una angelología
radicalmente diferente a la doctrina
Bíblica Católica. Vemos esto claramente cuando salió a la venta en mayo de 1996
el primer tomo de Los grandes temas del Esoterismo llamado: “los ángeles, hijos de Dios y hermanos del hombre”. Para
el cristiano, no hay nada tan distinto, tan opuesto a su fe que el esoterismo
mezclado con los ángeles de Dios. Otro ejemplo típico, está en el libro “ángeles” del
ya fallecido teósofo C. W. Leadbeater donde promueve la creencia en los
ángeles, y a la vez la reencarnación y viajes fuera del cuerpo.
A continuación unos ejemplos de cómo algunos
autores de la New Age presentan a los ángeles (resaltemos de antemano que todas
las teorías presentadas en estos ejemplos son totalmente erróneas y anti cristianas).
El ángel de la guarda al que se refieren las
religiones es la propia chispa de luz que cada hombre lleva consigo y que debe
guiarle siempre en su vida. Cada persona tiene un gran ángel interior y
comunicarse con el es comunicarse consigo mismo, con sus posibilidades y sus
deseos de crecer espiritualmente. Ese ángel interior CRECERÁ
mientras busquemos expandir nuestra conciencia… “(Leonor Alazraki en Jarque y
Rivas, p. 98 Énfasis mío). Ella distingue entre ángeles interiores y los mensajeros
exteriores de Dios.
La New Age es casi politeísta en su
entendimiento de ellos: Dice Jarque y Rivas
(apéndice dos) que los ángeles no solamente tiene países bajo su protección si
no que también ciertos ángeles se encargan de los meses (p.e Gabriel es Enero,
“Barchiel”, Febrero, “Uriel” es Septiembre) días de la semana (Gabriel es
lunes, Miguel es Miércoles), y aun ¡los doce signos del Zodiaco (Tauro es
“Amodel”, Libra es “Uriel” y Acuario es “Gabriel”)!
“Los ángeles atraen la
suerte, dan suerte, son la suerte. Nadie que este rodeado de ángeles podrá
tener mala suerte…” (Cruz, p.10).
Otros autores dicen que los ángeles son como
extraterrestres (ovnis) (ver Genn williston “UFO’s
and Ángels”). En la revista “Angel times” (Tiempos
de Ángeles, aug/sep, 1996) el autor Michele Gold (“Ángels
of the Sea”) escribe que “las delfinas y las
ballenas son ángeles del mar”. Su gurú dice que las delfinas nos están
enseñando el amor sin condiciones.
MÉTODOS
ANTICRISTIANOS PARA ESTABLECER COMUNICACIÓN CON LOS ÁNGELES
Comunicarse con los ángeles es parte del
fenómeno de la Nueva Era Si uno necesita consejo sobre algo en la vida, ¿Por qué no preguntar a tu ángel de la guarda? ¿Quién te
conoce mejor?
H.C. Moolenburgh, un médico holandés, dice que
podemos comunicarnos con los ángeles a través del autocontrol y la meditación
además del sueño y la oración. Los autores dicen que tenemos que orar con la
actitud de que lo que pedimos es un hecho ya.
Para la New Age, la persona vacía la mente para
conseguir una conciencia alterada, un estado como de trance para “comunicarse” con un ángel. Hasta se puede repetir
la palabra “ángel” como mantra para este
fin. La médium-canalizadora (“channeler” en
ingles), pata Rodegast ha estado recibiendo mensajes de “un ángel” llamado Emmanuel desde que ella comenzó a practicar
la Meditación Trascendental de Maharishi hace más de treinta años. “Emmanuel” enseña la reencarnación. Se supone que
anteriormente era un hombre “muy rico” que
se evoluciono a un ángel en el año 1500 D.C. “yo
soy tú, sin tu miedo” dice Emmanuel… Es monismo.
Otra manera de ponerse en contacto con los
ángeles -según la Nueva Era- es por la visualización (o la imaginación guiada).
En esta la persona imagina algo para que le ayude a alternar la conciencia por
ejemplo: “En ojo de la mente imagina una calle. Imagínate
caminando por ella. Llegas a un lugar de mucha paz y tranquilidad. Allí están
los ángeles. Una vez que has llegado allá saluda a los espíritus”.
(Insistimos todas estas teorías son totalmente
anticristianas. los cristianos sabemos que el único medio de comunicación con
los ángeles es la oración)
LOS
FALSOS CRISTALES ANGELICALES
Según la Nueva Era también se pueden utilizar
cristales y gemas para comunicarse con los ángeles. Existe lo que la New Age
llama “cristales querúbicos”. Son cristales
que uno activa durante la meditación y luego son “cargados”
de energía por los mismos ángeles. Uno toma el cristal en ambas manos,
pide en voz alta para que el poder y la sabiduría de los querubines pase por
uno y llegue al cristal para que este pueda ser cargado por las vibraciones de
los querubines. Tiene su poder. Catalina Tapia habla de utilizar piedras de
estaño y cobre para invocar a los “Ángeles Mágicos”
que son “Dagiel, Abriel, Uriel, Verechiel y Uriel”.
Se puede ser contacto con los ángeles por medio
de coordinar los colores de la ropa. Por ejemplo a los ángeles de la guarda les
gustan los colores de tinta rosa, a los ángeles de sanación les gusta azules
fuertes, a los serafines les gusta el rojo. Al arcángel Miguel le gusta los
verdes, oro y rosa, y a Gabriel los colores cafés y beige. Para atraerlos hay
que vestirse según su color favorito.
Otra manera de comunicarse con los ángeles es
escribiéndoles cartas. Se comienza la carta saludando a un ángel de la guarda,
y luego se deja que las palabras “salgan” por
si misma. Y si quieres que los ángeles te escriban, toma una pluma o el teclado
de la computadora y “rinde tu mente al mundo
angélico”, dejando las palabras fluir por si mismo. (Con tal de que tu
mente sea pura). Es un tipo de escritura automática común en el espiritismo
especialmente.
La creencia de la N.A. es que todos los Ángeles
son suaves. Pero la Biblia dice que esto no es verdad. Según la Biblia existe
dos formas en el cual aparecen los ángeles: Vienen
como seres gloriosos como los que se les aparecieron a los pastores en Noche
buena y más como los que se aparecieron a Isaías (Cap. 6). También aparecen
como seres humanos (Gn 18). Pero para la N.A. los ángeles aparecen como
intuiciones, luces encima del agua, en nubes, en el arco-iris, y hasta en aves,
cuando uno esta leyendo un libro y una brisa hace voltear la página para que
los ojos se concentren en una frase. Pueden comunicarse por medio de
palabras de una canción por la radio. En fin son todas experiencias subjetivas.
La Biblia nos recuerda que no todas las
experiencias con los ángeles son verdaderas. Pablo dice que el diablo se
disfraza como ángel de luz (2 Cor 11,14).
Y a Timoteo escribió que: El espíritu dice claramente que en los últimos tiempos
algunos se apartaran de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas
que viene de los demonios (1 Tim 4,1).
La misma autora esotérica, Catalina Tapia
advierte: “Antes de trabajar con seres de luz,
ángeles y entidades Superiores, debemos tomar conciencia de que es abrir
nuestro corazón… debemos saber cuáles son los riesgos y porque crisis espirituales podemos
atravesar y que obstáculos se nos van a presentar antes de poder contactar a
esas entidades luminosas” (p. 38.
Énfasis mío).
CONCLUSIÓN
Yo, como católico creo firmemente en la
existencia de los ángeles. Creo que es bueno orarles para que nos ayuden. Jesús
mismo fue servido por ellos en el desierto (Mt 4,11) y en su agonía (Lc 22,43).
Lo que la Iglesia advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a
ellos. Basta por ejemplo con que nuestro ángel de la guarda nos haga recordar
la Providencia de Dios que nos cuida aún
mucho más que a las aves del cielo (Mt 6,26). Y, por supuesto jamás puede el
cristiano creer, y aún menos practicar el
esoterismo.
Dios creo a los ángeles para hacer su voluntad.
Quizá no actúan en manera tan espectacular como en la Biblia pero siguen
haciendo su voluntad. Dios nos quiere proteger por medio de nuestro ángel de la
guarda y nos defiende del mal por la oración a San Miguel Arcángel. Le damos
gracias por habernos dado estos hermanos espirituales para ayudarnos a llegar
con ellos al cielo y, así gozar eternamente en la presencia del Padre.
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