*VALGO*
Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.
Toqué
tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.
Me
asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.
Tuve que
sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena
compañía.
Intenté
ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda.
Trate
siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan
imperfecto como debe ser (incluyéndome).
Hago solo
lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.
Vi tantos
perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
Aprendí
que en esta vida nada es seguro, solo la muerte… por eso disfruto el momento y
lo que tengo.
Aprendí
que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y
deban estar, y quien realmente está interesado en mi me lo hará saber a cada
momento y contra lo que sea.
Que la
verdadera amistad si existe, pero no es fácil encontrarla.
Que quien
te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas.
Que ser
fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño
de ti.
Eso es
vivir…
La vida
es bella con su ir y venir, con sus sabores y sin sabores… aprendí a vivir y
disfrutar cada detalle, aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos,
pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues,
hay errores irremediables.
Las
heridas fuertes nunca se borran de tu corazón pero siempre hay alguien
realmente dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios.
Camina de
la mano de Dios, todo mejora siempre.
Y no te
esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te
las esperas.
No las
busques, ellas te buscan.
Lo mejor está por venir.
Nadine Stair
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