El Obispo de Almería (España), Mons. Adolfo González Montes, recordó la importancia de la responsabilidad ante la pandemia de coronavirus, alentó a ser responsables para evitar los contagios y a pedir la protección de la Virgen María.
Con motivo de la fiesta de la Virgen del Mar, patrona de Almería, dijo
que es la “luz maternal que refleja la poderosa luz
de Cristo, sol de Justicia que nace de lo alto iluminando el mundo”.
LA VIRGEN DEL MAR EN LA CATEDRAL DE LA ENCARNACIÓN
EN TIEMPOS DE PANDEMIA Y CRISIS SOCIAL https://t.co/zUxt0zXz8x
— Diócesis de
Almería (@diocesisalmeria) August 25, 2020
Este año esta festividad se celebró en medio de la pandemia de
coronavirus, que tras numerosos rebrotes ha vuelto a cobrar fuerza en España.
Por eso Mons. González recordó que esta pandemia que “no cesa” está “alentada por
conductas irresponsables de quienes creen poder vencer las leyes naturales. Después del confinamiento, la pandemia sigue
propagándose y extendiendo esta enfermedad infecciosa, de la que nos
hemos de defender cumpliendo las medidas sanitarias de seguridad que
nos ayuden a protegernos”, aseguró.
Ante esta situación, el Prelado animó a postrarse ante la sagrada imagen
de la Virgen de María y suplicarle su protección, “le
pedimos ser librados de la infección y
su maternal auxilio y compañía junto al lecho de los enfermos, confianza en su
consuelo y solicitud”.
Antes del inicio de la pandemia se decidió que la imagen de la Virgen
del Mar visitara la catedral de la Encarnación, con motivo del 500 aniversario
de la creación de la Hermandad de la Virgen del Mar.
Esta visita se mantendrá según lo previsto y por eso el Obispo recordó
que “la Catedral es un templo de grandes
dimensiones y admite una presencia de fieles debidamente ordenada por la
normativa de la pandemia que nos acosa”.
Y pidió a la Virgen “que nos proteja
intercediendo ante su divino Hijo, para que podamos superar los rigores de una
enfermedad infecciosa que ha venido a poner de manifiesto la debilidad que
acosa nuestra humanidad. Una debilidad que al ser humano le cuesta aceptar,
olvidando su doble condición de criatura y de pecador”.
“La Virgen María, Madre de Cristo y Madre de la
Iglesia, que es su Cuerpo místico, nos ayuda a sostener nuestra esperanza,
porque es María es la Madre de la esperanza y de la misericordia”, aseguró.
Redacción ACI Prensa
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