El Hogar de la Madre Teresa de Calcuta en la India logró que 45 mujeres pobres y sin vivienda se recuperen del coronavirus COVID-19 en solo tres semanas, gracias al cuidado de religiosos y laicos.
Pese a que el COVID-19 se ha extendido de forma veloz en la India, con
casi 3 millones de casos de infectados y más de 50 mil muertes, “todas las mujeres [indigentes] en el Hogar Madre Teresa
en Pune ahora están libres de coronavirus ¡Gracias a Dios!”, dijo el
Obispo de Pune, Mons. Thomas Dabre a AsiaNews.
El Hogar de la Madre Teresa de las Misioneras de la Caridad, ubicado en
Tadiwala Road, tiene tres instalaciones en la Diócesis de Pune (India) donde
atienden a los pobres, indigentes, huérfanos y personas con discapacidad.
Actualmente, religiosas, sacerdotes y voluntarios ofrecen vivienda y cuidados a
70 mujeres pobres sin hogar.
El 1 de agosto se reportó el primer caso de coronavirus COVID-19 en el
centro. Debido a ello se realizaron pruebas de detección de la enfermedad a las
residentes y se descubrió que 45 de las 70 mujeres también estaban infectadas.
Para evitar la propagación del nuevo coronavirus, la mayoría de mujeres
que dieron positivo fueron puestas en cuarentena en el mismo edificio; mientras
que el resto fueron internadas en el hospital.
De forma sorprendente, su recuperación fue rápida, pues en tres semanas
todas sanaron y dieron negativo al COVID-19.Asimismo, la superiora del Hogar de
la Madre Teresa no enfermó y pudo seguir ejerciendo sus labores y cuidando a
las mujeres enfermas, con apoyo de religiosos y fieles.
“Ciertamente es una bendición especial del Todopoderoso
que la superiora del Hogar escapara de la ira del coronavirus y permanezca
hasta ahora sana y salva y negativa al coronavirus”, dijo Mons. Dabre.
“Es un hecho que se trata de un acto de la Divina
Providencia, que le permitió cuidar el Hogar en una situación tan difícil”, agregó.
El Prelado también destacó el trabajo conjunto de sacerdotes, religiosas
y creyentes para atender las necesidades de las residentes enfermas durante la
cuarentena. “Siempre hay muchas personas en el
mundo dispuestas a ser generosas y apoyar estas buenas obras”, señaló.
“Su presencia y misión en la diócesis son una gran
bendición de Dios”, dijo el Prelado sobre las
Misioneras de la Caridad del centro. Proporcionan “apoyo
espiritual y son una poderosa inspiración para llegar a los necesitados y
marginados”, concluyó.
Redacción ACI Prensa
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