lunes, 27 de julio de 2020

VERÓNICA


Prepararse a la llegada del esposo.

Por: P. Horacio Bojorge S.J. | Fuente: Clínica del Buen Amor
10.- VERÓNICA
PREPARARSE A LA LLEGADA DEL ESPOSO


“Yo quiero para esposo
alguien que me ayude a conocer y amar más a Dios no alguien que me aleje de él y ahora casi todos los chicos son así […] hay uno que siempre me molesta y tiene todas esas características que no me gustan. A veces pienso que es imposible encontrar a un chico con las características que busco muchas personas se me burlan y me dicen que me haga monja…”

1. QUERIDO PADRE HORACIO:

Mi nombre es Verónica, soy de Ecuador, los motivos por los cuales le escribo son muchos. Primero para felicitarlo por el libro “La Casa sobre roca” lo estoy leyendo y me ha hecho comprender muchas cosas. Ahora padre estoy en un dilema yo no tengo enamorado, yo no salgo mucho, más bien prefiero estar en casa y me han dicho que salga más para conocer personas. No sé, Padre, eso me confunde. Es que, Padre, la mayoría de chicos que he conocido no son lo que yo espero. Por ejemplo: no creen en Dios, fuman, toman y eso yo no lo quiero.

Yo quiero para esposo alguien que me ayude a conocer y amar más a Dios no alguien que me aleje de él y ahora casi todos los chicos son así. Bueno, los que me han presentado son así. Pero hay uno que siempre me molesta y tiene todas esas características que no me gustan Padre.

A veces pienso que está como que imposible encontrar a un chico con las características que busco. Muchas personas se me burlan y me dicen que me haga monja mejor, porque dicen que soy muy exigente.

Discúlpeme Padre si he repetido las mismas cosas en diferentes formas. Lo felicito de nuevo por el libro y me encantaría que escriba otro igual a La Casa sobre Roca ¡gracias Padre! Envíeme su bendición desde lejos. Dios y la virgen lo cuiden padre, lo tengo en mis oraciones ¡muchísimas gracias!

Verónica

MI RESPUESTA

Verónica:
Hay un antiguo refrán español que dice “Matrimonio y mortaja, del cielo bajan”. El esposo se recibe de las manos de Dios. Mejor dicho Dios entrega a su hija como esposa a otro hijo suyo. ¿Recuerdas el testimonio de Ernesto desde el Paraguay que publiqué el 8 de mayo de este año 2010 en el Blog del Buen Amor? Él allí manifiesta su experiencia de que ha recibido de Dios a Dorita su novia.

No se trata de que tú salgas a buscar enamorado. Sino que te dispongas para ser encontrada. Busca a tu alrededor familias católicas como la tuya y trata de que haya relación entre una y otra. A veces entre familias de parentesco lejano existen jóvenes de cultura y religiosidad semejante. Y sin tener ya los inconvenientes de la consanguineidad cercana, tienen la ventaja de la religión y la cultura común. Leemos en la Sagrada Escritura que los patriarcas buscaban esposa para sus hijos dentro del clan, es decir, dentro de la misma religión y cultura.

Esos chicos a los que te refieres, no son de tu misma cultura, aunque sus antepasados quizás si lo fueran. Pero ellos, hoy, sido des-inculturados, trans-culturados y transformados en seres pertenecientes a otra cultura que no es la cristiana. Y por lo tanto tienen maneras de ver a la mujer y a la sexualidad que tú nunca lograrías aceptar y con las cuales serías eternamente infeliz. Para eso: más vale quedarte soltera que vivir mal casada. Esos jóvenes, cuyo modo de vivir y de relacionarse con la mujer tu corazón rechaza, son, al decir de san Pablo: “incircuncisos de corazón”.

Pero Dios, que es tu Padre, tiene miles de hijos y puede destinarte a alguno de ellos. No sabes cuál, ni debes buscarlo por ti misma. Pero sí estar atenta si eres encontrada por uno de ellos que reconoce en ti a su mujer. En La Casa sobre Roca, habrás leído la historia del filósofo argentino Alberto Caturelli y cómo Dios le hizo reconocer a la que le daba por esposa (páginas 58 a 61).

No faltes a la Misa dominical, y vístete y arréglate para Dios con pudor y modestia para la solemnidad de esa fiesta. El Padre da belleza y encanto a sus hijas y eso es una gracia que deben cuidar. No para envanecerse, ni para ensoberbecerse ni para competir con otras, ni para acosar sexualmente a los varones, sino para presentarse ante Dios como el Padre las hizo, cuidando el traje de belleza que les dio como una gracia divina que debe reflejar la belleza interior del amor divino, que es la belleza principal.

Frecuenta la parroquia y las procesiones, las grandes fiestas de la Virgen, del Señor o de los santos en los santuarios de tu tierra. Asiste a los grupos juveniles y los retiros espirituales. Fórmate para dar catequesis a los niños. Y estate siempre pronta, como las vírgenes prudentes, porque no sabes a qué hora vendrá el novio, en este caso el tuyo. Y tu buen deseo de ser hija del Padre celestial sea tu lámpara encendida que arda siempre en su presencia. Que la luz de tu lámpara sea ese deseo de ser ministro de su amor para tu esposo en el sacramento del matrimonio, y madre de hijos para Dios y para tu esposo, santos adoradores eternos.

Para eso te ayudará vivir religiosamente cada período mensual de tu fecundidad femenina. Meditando cómo en esos días Dios, tu Creador y Padre amoroso, que te creó para ser esposa y madre, obra en ti ese gran misterio por el cual ha puesto en tus entrañas la fuente de la vida. Que ese período mensual te recuerde tu vocación a dar la vida a adoradores eternos. No lo vivas como un hecho higiénico puramente natural Aprovecha para vivirlo “místicamente” como una vocación religiosa inscrita en tu naturaleza de mujer. Una vocación al matrimonio y a darle descendencia a un esposo, hijo de Dios, cuando lo disponga Dios, si Dios así lo dispone.

Durante esos días puedes hacer un pequeño retiro espiritual entregándote algo más intensamente que de costumbre a los ejercicios de piedad: adorar al Santísimo Sacramento, rezar el Rosario, hacer alguna lectura espiritual, como por ejemplo alguna vida de santos, en especial de santas mujeres. De esa manera tendrás tu lámpara encendida para cuando llegue aquél a quien tu Padre celestial te destinó como esposa. Y a la luz de esa lámpara reconocerás que él es el que viene portando el amor que Dios puso en él para ti.

Si quieres preguntarme más, estoy a tus órdenes.

Padre Horacio

“Voy a hacer todo lo que me aconsejó.
Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad y le dejaré las manos libres para que haga en mí maravillas”

2. QUERIDO PADRE:

Muchas gracias por esas palabras hermosas, tengo más claro todo. Esperaré en el Señor y dejaré que mi futuro esposo me reconozca. Leyendo el correo de nuevo, veo que usted me aconseja que asista a peregrinaciones y le cuento que mañana voy asistir a una peregrinación mariana eso ya lo tenía planeado desde hace dos semanas.

Usted me preguntó que cómo llegué a conocer su libro
La casa sobre roca” en Ecuador pues yo estoy en un grupo juvenil femenino y estábamos trabajando con el libro. Es muy hermoso, es una bendición tener el libro.

Mi hermano que se va a casar lo está leyendo con su enamorada. Quisiera saber también qué otro libro me aconseja leer.

Muchísimas gracias de nuevo padre que tenga un hermoso día. Dios lo bendiga.

Verónica

MI RESPUESTA

Querida Verónica:
Estamos en Mayo, que es un mes de María, un tiempo especial para hacerle una novena o dedicarle lo que queda del mes para pedirle a tu Madre Santísima, la gracia del encuentro con el esposo a quien el Padre Celestial y el Verbo eterno te tengan destinada.

Porque si Eva fue creada para Adán, eso quiere decir que toda mujer es destinada a un varón, a no ser que sea destinada a la virginidad consagrada, o que por otros motivos el Señor la mantenga soltera por motivos que solamente él sabe, pero que no escapan nunca a su divina y amorosa Providencia.

Y ora también por el que será tu esposo algún día aunque aún no lo conozcas.

A él encomiéndalo a San José. Reza por las dos intenciones todos los días de tu vida.

Acerca de las procesiones como lugar de encuentro de esposos, me acuerdo de que conocí en el Paraguay, hace años, a unos esposos que se habían encontrado en una procesión de la Virgen. Él era un campesino muy humilde y siempre la había mirado a ella casi desde niña, sintiendo que ella iba a ser su esposa, aunque había diferencia social entre ellos. Se ve que Dios le daba a conocerla en su corazón como la que sería su esposa. Pero recién fue en aquella procesión donde se conocieron y comenzaron a tratarse.

Ella nunca había notado que él la miraba, porque lo hacía con mucha discreción y respeto y en el silencio de su corazón de varón santo y humilde. Él la miraba con admiración, como un ser inalcanzable y creía no merecerla, porque, además, había una gran diferencia social entre él y la familia de aquella joven.

Pero el Señor encaminó todo, porque era designio de su Providencia, para la felicidad de ambos. Así que bajo el manto de María se comunicaron y allí comenzaron a tratarse.

Creo que lo conveniente no es poner por delante el matrimonio y el encuentro con el futuro esposo, sino tratar desinteresadamente con todos los chicos y chicas por igual y cultivar el trato, la amistad, las actividades juntos, ya sea religiosas, deportivas, culturales, familiares, o vecinales.

Sí, tratar aún con chicos que están “en la pavada”, a los que se les puede siempre decir una palabra orientadora para sacarlos de los engaños y hacerles el bien diciéndoles la verdad acerca de las cosas con simpatía, dulzura y humildad, y sin miedo a ellos. Son muy desgraciados.

El trato no significa ningún compromiso cuando se guardan las distancias y no se coquetea creándoles falsas ilusiones, sino comportándose con seriedad simpática y simpatía seria. Mirándolos como hermanos, pues lo son cuando están bautizados, hijos del Padre celestial, y llamándolos a que tomen conciencia de lo que son y de cómo deben vivir y comportarse. Así, el buen trato, aunque no llegue a ser amistad, se convierte en una ocasión de evangelizarlos para la conversión.

Tú confiésate seguido, si es posible cada mes o cada quince días, pidiendo al Padre que te purifique el alma y te engendre como hija suya muy querida.

Que Él te prepare para ser una esposa y madre santa, santificar a tu esposo y a tus hijos con el ministerio de tu esponsalidad y la gracia de la maternidad.

Y en todo momento repite las palabras de María Santísima ofreciéndote al Padre y consagrándote a Ella y a su Santísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo: "Hágase en mí según tu Palabra".

Si dejas que Dios haga, hará en ti grandes cosas, como proclama María Santísima en el Himno del Magníficat. Hazlo así y tú también podrás decir, ya lo verás, "Mi alma engrandece al Señor porque hizo en mí grandes cosas, Santo es su nombre".

Las hazañas de Dios en nuestras vidas no las podemos ver da antemano. Las vemos después, mirando para atrás y contemplando el camino de nuestra vida; viendo lo que hizo con nosotros. Empezando por darnos la confianza en su obra, y una fe que, sin ver, creyó.

Así que grábate en la memoria y el corazón estas oraciones breves y díselas en todo momento al Padre, y a Jesús: "Hágase en mí", "Hágase en mí según tu palabra", "Obra en mí tus maravillas", "Que se cumpla en mí tu voluntad, maravillosa y divina", y todo lo que se ocurra decir de una manera y otra dándole vueltas en tu corazón.

No sabemos lo que hará contigo. Pero Él lo tiene determinado y proyectado. Él te amó desde antes de la creación del mundo y te destinó a ser santa e inmaculada en su presencia por la caridad. Sé humilde, obediente, dócil. Y Él tendrá las manos libres para obrar en tu vida.
Y después de los medios de gracia, también puedes ir poniendo los medios humanos para prepararte como ama de casa en tu futuro hogar. Ayuda a tu mamá, bajo su obediencia, a las tareas de la casa: cocina, limpieza, orden, cuidado de los niños. Estudia y prepárate para la futura maternidad. Puedes desde ahora entrar en una buena lista para ver lo que les pasa a las mujeres en un mundo enemigo de los hijos.

Te recomiendo por ejemplo que te asomes a la lista. Bendiciones.

Padre Horacio

3. PADRE HORACIO,

Muchísimas gracias por todos sus consejos, rezaré por las dos intenciones de ahora en adelante. Mañana voy a ver al Padre Párroco y le enviaré su saludo afectuoso. Voy a hacer todo lo que me aconsejó. Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad y le dejaré las manos libres para que haga en mí maravillas. Seré paciente y me preocuparé por prepararme más y por seguir mi plan de mi vida
.

Gracias de todo corazón Padre. Para mí es una bendición enorme que me haya contestado los correos porque sé que el Señor me aconseja a través de usted.

Quisiera saber si le puedo escribir contándole mis cosas o cuando tenga alguna duda le prometo que no le voy a molestar tanto.

Gracias por su bendición también Padre Dios lo bendiga.

Su hija en Cristo Verónica.

MI RESPUESTA

Querida Verónica:
Gracias por adoptarme por Padre en Cristo. Es un honor para mí compartir esa paternidad con tu párroco.

Me alegran muchísimo las disposiciones interiores que hay en ti. Son fruto de la gracia. Y son un augurio de que el Padre terminará en ti la obra comenzada.

Por supuesto que te ruego que me tengas al tanto de lo que vaya obrando el Padre en tu camino. Es un soberbio espectáculo poder ser testigo de las obras de Dios en las almas. Te pido permiso para publicar tu pregunta. Bendiciones

Padre Horacio

4. QUERIDO PADRE:

No hay ningún problema puede subir mi pregunta. Sé que mi pregunta y su respuesta pueden ayudar a muchas jóvenes que se encuentran con la misma inquietud y eso me da mucha alegría. Y le prometo que lo mantendré al tanto de todo lo que suceda de ahora en adelante. Le envié su saludo al Padre Párroco y le dio mucha alegría al saber de usted; me dijo que le deseaba lo mismo.

¿Sabe? Siempre que leo sus correos me llenan de mucha felicidad.

Me gusta mucho lo que dice que el Señor terminará en mí la obra comenzada.

Cada vez que leo esa parte me lleno de mucha alegría y de ilusión; y eso me da fuerza para seguir luchando por agradarle al Señor.

Le voy a contar algo: antes yo estaba alejada de Dios. ¡Qué tonta fui! ¡Desperdicié mi tiempo! Pero luego regresé y desde ahí no quise alejarme más de Él y entré al grupo de las Mensajeras de la vida. Empecé a conocer más a Dios me confesé y comulgué. Todo hasta ahora ha sido maravilloso. Y lo que es mejor aún: siento que Dios me ha escuchado. Porque antes de entrar al grupo de las Mensajeras de la Vida, siempre le pedía al Señor que me preparara para ser una buena mujer, esposa y madre como la Virgen. ¡Y mire! Llegó a mi vida esta hermosa agrupación quiere decir que es una señal verdad. Igualmente, siempre dejo todo en sus manos porque de cualquier forma en la que Dios me llame lo voy a servir.

Padre solo le pido una última cosa... rece por mí por favor
.
Padre gracias de nuevo por dejar que le escriba estoy inmensamente agradecida.
Dios lo bendiga a usted también. Que Dios y la Virgen lo cuiden siempre.

Su hija en Cristo, 
Verónica

MI RESPUESTA

Querida Vero:
¡Claro! No solamente me "puedes" escribir, sino que yo te pido que lo hagas y me cuentes lo que el Señor siga haciendo en tu vida. Déjalo hacer y vive en paz confiada.

Y por supuesto que oraré por ti.

Padre Horacio

5. ¡PADRE!

¿Cómo está? ¿Se acuerda de mí? ¡Soy Verónica de Ecuador!

Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que le escribí. Bueno, tengo muchas cosas que contarle
.

¿Se acuerda de que le comenté de que había un chico que me molestaba? ¿Y que yo no lo quería porque él tiene todas las características del tipo de chico que no espero?, Bueno le cuento que en estos días me ha estado buscando para que le diera otra oportunidad. Es que yo antes de estar en el grupo de jóvenes le di una oportunidad pero padre él no la aprovechó. Nunca me tomó en serio y ahora dice que está arrepentido. Pero sabe que a veces me confunde no sé si creerle, Padre. Pero yo no quiero darle nada de oportunidad. Pero a veces lo noto sincero y él me ha invitado al cine quisiera ir para decirle en la cara que ya no quiero nada, porque las veces que él me ha llamado o me ha escrito se lo he dicho. Pero él no comprende o no sé si piensa que así yo voy a decir que sí. Tampoco quiero estar con él para no sentirme sola ni nada de eso.

Padre, es que siento que si me arriesgo de nuevo con él voy a perder la oportunidad de conocer al hombre que realmente Dios me tiene preparado. Mis amigas dicen que le dé una oportunidad más. Y eso me confunde y yo realmente no quiero dársela. Padre: ¿qué hago? ¿usted cree que el realmente esté arrepentido? ¡No quiero sufrir por amor de nuevo!

Le pido que rece mucho por mí para que sea firme en mis decisiones
.

Su hija en Cristo, Vero

MI RESPUESTA

Querida Vero:
Lo mejor en estos casos es aconsejarte con tus padres. Ellos te dirán la palabra justa. De mi parte, no conozco al chico. Pero si no estudia, no trabaja y anda de diversiones, si no va a misa ni se confiesa ¿qué padre puede ser para tus hijos? ¿Qué hará con los hijos que le puedas dar? ¿Y qué vida te dará? Yo creo que estás bien aconsejada en tu corazón, cuando piensas que darle una oportunidad a él es quitársela al que esperas y para el que te preparas. Vales mucho para regalarte.

Padre Horacio

6. ¡PADRE!

Es verdad muchísimas gracias, no me dejaré influenciar por comentarios de los demás; yo seguiré defendiendo eso de que me voy a conservar y a preparar para mi futuro esposo. Y con respecto a lo de mis padres sólo puedo contarle a mi mamá porque mis padres están divorciados.

Padre hoy fui a la procesión del Corpus Christi. Fue hermoso. Me llené de mucho amor y de emoción. Ahora quiero comulgar siempre para estar cerca del señor Jesús.

Otra cosita que le quería pedir Padre es que rece por mi salud ¡por favor!

Dios y la Virgen lo cuiden siempre

Su hija: Vero

MI RESPUESTA

Querida Verónica,

Me acordaba hoy de ti y de tu última pregunta, y hasta durante la misa me venía el pensamiento en ti con el deseo de escribirte más ampliamente sobre el tema de cómo discernir el amor en un "pretendiente" como es el caso de ese chico que te pide "una oportunidad".

Creo que tanto lo que te aconsejé como lo que hiciste es acertado. Porque si empiezas a tratar con un chico, la mayor parte de las veces nacerán en ti sentimientos de afecto, que pueden ser "de protección", o de "compasión", o etc. etc. y que no son buen fundamento para un matrimonio, pero que se convierten en impedimentos para cortar la relación una vez iniciada.

Además, algunos varones, consideran que si la chica ha comenzado a tratar con ellos, ellos han adquirido una especie de derecho sobre ella, que ya les pertenece y no le reconocen la libertad para cortar la relación.

Así que lo que has hecho está muy bien. Pero pienso en otras situaciones, o en el caso de que el mismo chico vuelva "a la carga" pidiéndote otra oportunidad.

En algunos cuentos de niño de los que leía cuando era chico, se leía que la princesa o el Padre de la princesa le ponía alguna condición al príncipe que pretendía su mano. Una condición muy difícil, como traerle la cabeza de un dragón, la cola de un león y el colmillo de una cobra. Cumplir con esa condición implicaba que el príncipe debía poner el amor por la princesa por encima del amor por sí mismo. Y de esa manera, la princesa podía discernir la autenticidad del amor del príncipe hacia ella. Si era un amor egoísta o dispuesto a la abnegación de sí mismo y al sacrificio. Si era un simple deseo de poseerla, o si estaba dispuesto a perderse a sí mismo por ser aceptado.

Bueno, ese cuento de niños contiene una enseñanza muy sabia. Cuando un chico como ese le pide una oportunidad a ella, ella le puede poner condiciones para dársela. Le da la oportunidad de cumplir con una serie de condiciones antes de entablar la relación. Que no tome, que no ande de bailes y juergas nocturnas, que se aparte de malas compañías, etc. etc. Que tenga una vida de fe católica. Que estudie, que trabaje, que se haga una posición, que le brinde una casa. Que el noviazgo ha de ser casto, y que para eso no puede haber manoseos ni contactos físicos excitantes, ni besos apasionados antes del matrimonio, para que crezca una amistad protegida contra el crecimiento canceroso de las pasiones lujuriosas.

Y esto le hará bien al joven, lo hará bueno y purificará su deseo, acendrando su amor y purificándose de sus egoísmos que quisieran gozar gratis del bien de una mujer. La quieren regalada los inconscientes. Tienen que demostrar que se pueden convertir en conscientes y darse cuenta de que ella tiene un precio a pagar, un precio que implica muchos sacrificios desde ya, porque implicará muchos sacrificios toda la vida. Y sólo el que se hace digno de ella, puede ayudarla.

Esas exigencias se las ponía en otros tiempos y aún hoy en ambientes santos, el papá de la novia, al pretendiente que venía a pedirle la mano de su hija. Porque tampoco era la hija la que daba su mano al que se la pidiera. En tu caso, como no hay papá, el chico viene a pedírtela a ti. Y no debería ser así. Debería hablar con tu mamá. Y tú deberías poner a tu mamá por medio. Y oír lo que ella opine del pretendiente que venga por tu mano.

Si el chico es capaz de cumplir con las exigencias religiosas, materiales, amorosas que tú le pongas, entonces su amor parece ser tal que se pueda empezar una relación de noviazgo para un mayor y más profundo discernimiento. Si no, ni empezar, como bien has hecho.

Bendiciones

Padre Horacio

Puede inspirarte. Es conveniente que la mujer sopese bien las cualidades del amor con que se le aproxima un pretendiente. Y que no se engañe, pensando que el amor que hay en ella es el que hay en él. La mujer se ilusiona fácilmente y se engaña cuando el amor que hay en su corazón hacia un hombre, le impide verlo como en realidad es.

Pero ese es un asunto delicado, porque también el amor que hay en un varón puede ser una semilla que ella tiene que cultivar. Por eso, en asuntos de gracia, hay que aconsejarse con Dios y con la propia familia de sangre y de fe, especialmente con quienes están en gracia.

7. QUERIDO PADRE

He leído muchas veces sus correos y tiene toda la razón con lo que me dice, le cuento algo: yo hace tres meses sí le quise dar una oportunidad para que me demuestre que realmente ha cambiado y le puse esas condiciones las mismas que usted me escribió y me acordé de eso pero él nunca las cumplió. Él se iba a las discotecas los viernes, sábados y los domingos se emborrachaba con los amigos y yo siempre pensaba que con él jamás sería feliz y le dije que ya me había demostrado que él realmente no quería estar conmigo y me alejé.

Y ahora mire vuelve a aparecer después de eso y según él va a cambiar de verdad. Pero yo no le creo realmente. Yo sí quiero esperar por el hombre que Dios me tiene preparado. Así pase mucho tiempo no importa, seré paciente y esperare y me seguiré formando.

Gracias padre de todo corazón, Ahora estoy más segura de que he tomado la mejor decisión. Dios y la Virgen lo cuiden, su hija en Cristo: Verónica

MI RESPUESTA

Vero:
Pues ya le diste la oportunidad y no la aprovechó. Y tú tienes el recibo firmado por él de que si le dieras otra, quedarías atada para darle otra y otra y otra y otra más. ¡Qué bien hiciste en borrarlo! Yo ya no recordaba eso que me habías contado.

Ponte a orar todos los días una oración a San José por el Adán a quien el Padre te destina.

Padre Horacio

8. ¡PADRE!

Aquí estoy de nuevo escribiéndole, primero porque quiero desearle ¡feliz día! Usted con sus consejos me ha ayudado mucho y sé que a muchas personas también.

Padre tengo que contarle algo, es que yo conocí a un chico. Hace seis meses somos amigos pero a mí me estaba empezando a gustar porque tenía todas las cualidades que yo estaba esperando en un chico. Le voy a decir la verdad: me ilusioné que hasta pensé que él era la persona que Dios me tenía preparada.

Y ahora me cuentan que él ha dicho que no le gusto porque se ha dado cuenta de que soy muy tranquila y que no le gustan las "santas" padre me siento mal dígame usted ¿qué hay de malo de que yo no sea como las demás chicas? ¡Estoy triste! No quiero sentirme así ni tampoco pensar de que es malo seguir a Cristo porque me rechazan, pero tengo tantas cosas en la cabeza, ayúdeme padre y disculpe si lo molesto tanto. Su hija en Cristo. Vero

MI RESPUESTA

Verónica:
Lo primero: que no sabes si "lo que dicen que dijo" es verdad y si eso lo dijo él verdaderamente. O alguien lo inventa con alguna otra intención. Así que no des por cierto lo que no es seguro. No te precipites. Si quisieras saber si es verdad lo que él dijo, se lo tendrías que preguntar a él. "Oye, me han dicho que has dicho esto de mí".

Segundo: Supongamos que es verdad y que lo dijo. Puede ser que haya dado una razón explicativa que no sea necesariamente la verdadera. Quizás lo dijo así para no herir diciendo directamente, "no es mi tipo", o no "me gusta".

Tercero: Se confirma la lección de que, habitualmente, no es ella la que reconoce al futuro esposo, sino él quien, por lo general, se fija y reconoce a su futura esposa. Las chicas muy comúnmente se equivocan. Tratan de conquistar al chico que les gusta ¡y así les va! A veces pagan un precio que no hubieran debido dar por algo que no vale.

Cuarto: Creo que de este hecho debes sacar una conclusión y una buena lección: y es que te equivocarás si miras a los chicos por lo buen mozos y su aspecto exterior. Fíjate y atiende al que se fija en ti con buenos ojos, aunque de pronto su exterior no sea lo que tú tienes como ideal. Lo que pasa es que las personas tienen un aspecto y por dentro son otra cosa. Tú miraste la cáscara y no veías el corazón. Menos mal que te enteraste a tiempo.

Quinto: cada vez que te ataquen los pensamientos sobre tu futuro, debes volverte al Señor y entregarte a Él para que Él obre en tu vida. No debes ceder a la desconfianza que te lleva a querer tomar tu vida en tu mano y controlarla. Cuesta mucho que el corazón de la hija de Eva entienda esto, porque ella quiere ser como Dios. No me canso de repetirlo, pero a veces me viene la tentación de cansarme y me parece inútil decirlo porque no lo entienden. Lo oyen y al minuto no lo practican más. Ya no recuerdo si te lo dije, pero te lo debo haber dicho. ¿Vas a dejar ese asunto en manos de Dios? Pues hazlo ya. Y no vuelvas a querer tomarlo de nuevo en sus manos porque el Señor no actúe pronto. No somos quiénes para ponerle plazos ni exigirle con impaciencia. La gracia no se exige. Se pide humildemente. ¿Le darías limosna a un mendigo exigente? Y toda la vida es una limosna de la magnanimidad divina. Pero los soberbios, los exigentes, no se la merecen.

Sexto: el esposo que Dios te mande te reconocerá y le encantará tu modo de ser. Y esa será la señal de que es el esposo a quien Dios te destina. Porque es Eva para Adán y no Adán para Eva. Así que deja de mirar modelos en las vidrieras y espera en paz. Arréglate y vístete, con modestia pero con buen gusto. No salgas a provocar ni tampoco te escondas. VIVE, ESTUDIA, TRABAJA, ALTERNA CON TODOS, pero olvídate de la obsesión del esposo. Es del demonio.
Bendiciones y paz
Padre Horacio

Pasados unos meses le pregunté a Verónica cómo iban sus cosas y me escribió:

9. QUERIDO PADRE:

Padre le cuento que en estos meses he estado pensando mucho que a lo mejor no voy a conocer el hombre indicado para mi cada día me voy dando cuenta que los chicos ahora sólo quieren jugar con los sentimientos de las chicas. Padre, sé que me ha faltado fe no sé qué me pasa. Siento que me he alejado de Dios. A veces siento un vacío en mi corazón que me pone triste. Rece por mí padre
Su hija en Cristo, Vero

MI RESPUESTA

Querida Verónica:

Te aconsejo que repases mi último correo electrónico y trates de ponerlo en práctica. Eso te ayudará a resistir las tentaciones de tu enemigo. Pero es verdad que hay una terrible agresión cultural contra el varón. Se lo arrastra y sumerge en la lujuria y en las adicciones. Y la lujuria despoja al varón de su dignidad, de su capacidad para el sacrificio por amor y por las causas grandes. Así se destruye en nuestros jóvenes la capacidad “caballeresca” de luchar y dar la vida por grandes causas, pero sobre todo por los seres que ama: esposa e hijos.

Padre Horacio

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