El
perdón es uno de los componentes más importantes en toda relación de pareja. Como seres humanos,
debemos reconocer que no somos perfectos y nuestros errores pueden causar daño
a otros (aún cuando no tengamos esa intención). Pero, incluso en nuestra
imperfección, debemos buscar el perdón para evitar que estos daños se acumulen
y perjudiquen la relación.
Las mismas Escrituras nos
hablan sobre la gran relevancia de la confesión
y el arrepentimiento. En los Evangelios, el apóstol Juan dijo: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros
pecados, Él (Dios) es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda
maldad» (1 Juan 1, 8 – 10).
La Iglesia nos habla de la
confesión, entendiéndola como el admitir que lo que se hizo o no se hizo estuvo
mal. Y del arrepentimiento que significa darle la espalda al pecado e intentar
hacer lo correcto. Es así que, en Dios encontramos un gran consuelo,
confesándole nuestros pecados (en el sacramento de la confesión) y recibiendo
su perdón.
Pero, debemos aprender también
a resolver los conflictos que hemos causado en nuestras relaciones y, dado que cada cabeza es un mundo, esto podría tornarse complicado.
EL AMOR Y EL PERDÓN
Hace tiempo, asistí a un
retiro de novios en el que nos platicaron sobre el libro «Los 5 lenguajes del amor»,
de Gary Chapman. En esta obra, el autor (un pastor bautista
estadounidense con años de experiencia como consejero matrimonial), nos muestra
las diferentes formas o medios en que las personas nos sentimos amadas.
Por ejemplo, habrá algunos que
prefieran recibir un regalo a escuchar una palabra de cariño, y otros que
prefieran que su pareja pase tiempo de calidad con ellos a que les dé algún
obsequio. Todos tenemos preferencias y fue muy interesante descubrir cuál era
la forma en la que yo me podía sentir más amada por los demás.
Pero
aún más interesante fue saber cómo podría yo hacer sentir amados a mis seres
queridos. En definitiva, conocer estos
lenguajes fue una lección útil para el resto de mi vida, por lo que decidí
investigar más sobre el autor.
Debo aceptar que en las
relaciones, el pedir perdón me había resultado difícil por años. A veces,
incluso me era complicado decir «lo siento» cuando
sabía que había hecho sentir mal a mi pareja. Y aún cuando lo lograba, sentía
que no era suficiente, lo cual me llevaba a otros conflictos.
Así fue que, investigando más
sobre el perdón en las parejas, encontré que G. Chapman, tras años de estudio e
investigaciones, ¡también había logrado descifrar
algunos lenguajes del perdón! Estos lenguajes nos dicen cómo es que la
persona espera que los demás se disculpen para mostrar un verdadero
arrepentimiento.
Te los comparto:
1. ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD
La persona con este lenguaje
esperará que quien la hirió admita que se comportó erróneamente. En este lenguaje, un «lo siento» parecería no ser suficiente, habría que
empezar con «me equivoque».
Por ejemplo: «Me equivoque al no planificar correctamente mi rutina
laboral para llegar a tiempo a casa. Sabía que teníamos un compromiso hoy y me
equivoqué al no contemplar el tiempo indicado para llegar puntual».
2. EXPRESAR ARREPENTIMIENTO
Este es un lenguaje emocional
que podría iniciar con un «lo siento» y continuar con expresar la razón de ese
sentir. La persona necesitará saber que quien la hirió
comprende que lo hizo por su comportamiento.
Por ejemplo: «Siento haber alzado la voz. Sé que actué de forma ruda y
eso te ha herido. Debes estar muy dolido conmigo y siento mucho haberte causado
ese daño».
3. RESTITUIR
Este lenguaje exige una
reparación. La persona con este lenguaje buscará saber y sentir
que la otra aún la ama. Por esto,
la persona herida esperará que quien la hirió restituya su actuar con una buena
acción.
Por ejemplo: «Sé que te herí y no puedo dar marcha atrás. Pero quiero
resarcirte por ello, piensa en algo que pueda hacer para reparar el daño.
Podemos ir a cenar a tu lugar favorito».
4. EXPRESAR EL DESEO DE CAMBIAR SU COMPORTAMIENTO
La persona con este lenguaje esperará que la disculpa venga acompañada por un compromiso de evitar que
el mismo mal comportamiento se repita, de otra forma no la considerará como una verdadera disculpa.
Por ejemplo: «Lamento haber tirado tu libreta a la basura, sé que la
apreciabas y fue un total descuido de mi parte. De ahora en adelante, me
comprometo a no tirar tus cosas sin antes preguntarte».
5. PEDIR PERDÓN
Para las personas con este
lenguaje, el decir «¿me perdonas, por favor?» será
lo único necesario para reconocer un sincero arrepentimiento. Para ellos, tú los has herido y quieren saber que realmente quieres ser
perdonado.
Por ejemplo: «Cariño, lamento no haber contestado el celular cuando me
llamaste. Sé que eso te preocupó. ¿Podrías perdonarme?».
Es así, que como cristianos y
católicos somos responsables, ante Dios, de buscar y otorgar el perdón. Para
ello, estos cinco lenguajes podrían ayudarnos
mucho a comprender cómo espera nuestra pareja que actuemos para devolver la paz
a nuestra relación.
En lo personal,
estas tres preguntitas también me han ayudado mucho para entender el lenguaje
de los demás:
1. ¿Recuerdas la
última vez que alguien te pidió disculpas?
2. ¿Te pareció
sincero?
3. ¿Por qué?
Con sus respuestas he logrado
comprender un poco más qué es lo que esperarían para otorgar su perdón si
alguien buscara una reconciliación.
Para terminar, recordemos ser
buenos y compasivos unos con otros, y perdonarnos mutuamente, como Dios nos
perdonó en Cristo (Efesios 4, 32). Que la gracia y el amor de Dios reine en sus
relaciones de pareja y sea Cristo, junto con la Virgen María, quien los guíe en
el camino a la santidad.
Corre a compartirle este
artículo a tu novio u esposo y anímense a descubrir cuál de estos lenguajes es
el suyo. ¡Oro por todos ustedes!
Escrito por Myriam Ponce
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