miércoles, 22 de julio de 2020

CUANDO TE SIENTAS AGOBIADO Y NECESITES CONSUELO, OFRÉCELE A DIOS ESTA ORACIÓN


En la vida de todos hay momentos donde solo queda mirar al cielo y pedir a Dios su auxilio y consuelo. Recordar a Bartimeo y con él decir: «Jesús Hijo de David, ten compasión de mí», con la total confianza de que seremos escuchados
Hoy quiero compartirte esta oración que nació luego de un retiro espiritual que hice y en el que reflexioné varios salmos. Estuve tratando de encontrar las palabras precisas para expresar esta hermosa experiencia que tuve y esto fue lo que logré.
Una oración de consuelo para pedir al único que es capaz de hacer nuevas todas las cosas, que nos regale su auxilio, su fortaleza y su amor. 
¿A quién he de ir Señor sino es a ti?
Cuando la tormenta de la enfermedad arrecia, cuando llega el temor a los fuertes vientos de la duda, cuando el corazón siente que necesita más fuerzas, cuando el dolor hace sucumbir en desesperación, cuando no sé qué más hacer, cuando la mirada se desvía de ti, ¿A quién iré?
Protégeme Señor, solo Tú eres mi auxilio, Tú mi Creador, sáname, Tú mi fortaleza, no me dejes tambalear, Tú el sumo bien, no permitas que me olvide de hacer siempre el bien, Tú que eres la roca, da firmeza a mi voluntad, Tú el Dios vivo, enséñame a confiar. 
Cuando lleguen los sinsabores de la vida, recuérdame que mi misión es ser sal, cuando no encuentre una sonrisa, permíteme ofrecer una, cuando todo esté absorbido por la oscuridad, auxiliame con tu luz.
Mi alma te busca, pues solo me bastas tú.
Ante el dolor, ven.
Ante el temor, ven.
Ante la tristeza, ven.
Ante la falta de amor, ven.
Ante la enfermedad, ven.
Ven Señor y muéstrame el camino que debo de seguir.
Quiero ir a Ti, estoy cansado…
Dame tu mano, dame tus fuerzas, en ti quiero encontrar lo que siempre he buscado…
Quiero estar en ti, pues sin ti no encuentro consuelo, tómame Señor y no permitas que me pierda. 
Señor, no olvides que soy tu pequeño, estoy dispuesto a que actúes en mí, en ti, solo en ti puedo vivir, llévame contigo al lugar donde pueda contemplarte, solo quiero ver tu mirada fijamente, recordar que estás conmigo.
Aquí estoy Señor, mira mis pobres manos y haz de ellas lo que tu desees, solo tengo mis débiles fuerzas, pero sé que en ellas puedes actuar, solo tengo un corazón dispuesto a darse, tómalo Señor, toma este corazón…
Amen.
Espero que esta oración de consuelo de verdad te ayude a afrontar esos momentos en los que sientes que ya no puedes más. Déjanos saber en los comentarios qué tal te pareció o qué otras oraciones te gusta hacer en épocas de tribulación.
Escrito por Mauricio Montoya

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