Si no
media intervención de la Santa Sede, lo hará en septiembre
Pedir algo que va en contra de
una doctrina definida infaliblemente por el magisterio ordinario de la Iglesia
tiene premio. Es el que han logrado cuatro de las mujeres del colectivo «Todos apóstoles» que el pasado 22 de julio
pidieron formalmente recibir el sacramento del orden en todos sus grados. El
Nuncio en Francia las recibirá en septiembre
(InfoCatólica) Tras presentar sus candidaturas a
ser ordenadas, la secretaría de la Nunciatura Apostólica en París se puso en
contacto con ellas. El Nuncio, Mons. Celestino Migliore, desea conocerlas
personalmente al comienzo del próximo año escolar.
Tal y como informa La Croix, en la mañana del pasado lunes sonó el
teléfono móvil de Marie-Automne Thepot. ¿Quién estaba al otro lado
de la línea? Para su sorpresa, la llamada era de la secretaría del
Nuncio Apostólico. Thepot, de 42 años de edad y funcionaria del ayuntamiento de
París, fue una de las mujeres que pidió recibir el sacramento del orden. Ella
es una de las más discretas pues sólo quiere ser diaconisa y no Nuncia, como
otra de las solicitantes.
En un comunicado publicado el
22 de julio, las féminas aseguraron que su gesto era un «acto
de desodediencia a la tradición eclesial» y afirmaron que «a
ausencia de mujeres en cargo de responsabilidad es un escándalo».
LA SACERDOTISA
ESPAÑOLA
Entre las desobedientes figura
una española. Se trata de Cristina Moreira, casada
por lo civil desde
hace años con Victorino Pérez Prieto, quien fuera
sacerdote de la
diócesis de Mondoñédo-Ferrol.
Doña
Cristina está formalmente excomulgada por el
«delito de atentada ordenación
sagrada de una mujer», al haber aceptado participar
en una pretendida ceremonia de ordenación sacerdotal en Florida (EE.UU) en el
año 2015. Dos años antes, en el 2013, fue falsamente ordenada como diaconisa
por una supuesta obispa.
Todo ello implica que su
situación no es la misma que la del resto de mujeres que han pedido ser
ordenadas. Ella ya está excomulgada. De hecho, D. Carlos
Osoro, cardenal y arzobispo de Madrid, prohibió en abril del 2017 una charla de la señora Moreira programada
en la parroqua de San Estanislao de Kostka. En su comunicado dijo que «esta persona no está en comunión con la
Iglesia Católica».
INDUDABLE
REPERCUSIÓN MEDIÁTICA
En todo caso, la decisión del
Nuncio de recibir a quienes públicamente se oponen a la doctrina católica
supone, independientemente del contenido de ese futuro encuentro, un
espaldarazo mediático de primer orden a una causa que, doctrinalmente, está
zanjada por la Carta Apostólica Ordinatio
sacerdotalis, de San Juan Pablo II, Papa, cuyo
último penúltimo párrafo reza así:
Por tanto, con el fin de
alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma
constitución divina de la Iglesia, en
virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc
22,32), declaro que la Iglesia no tiene
en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres,
y que este dictamen debe ser considerado como definitivo
por todos los fieles de la Iglesia.
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