Se lo
pide «como amado líder mundial de los católicos»
El ayatolá iraní
Seyed Mostafa Mohaghegh Damad ha
pedido al papa Francisco que intervenga para que su país se vea libre de las
sanciones que dificultan que pueda aprovisionarse de lo necesario para atender
a los enfermos de Covid-19.
(Fides) «Dado que toda la humanidad sufre por el
coronavirus, invitamos a hacer todo lo posible para revocar las sanciones
humanitarias contra Irán para que el pueblo iraní pueda disfrutar de la
asistencia médica que necesita. No queremos minimizar las profundas
diferencias entre los Estados Unidos y la República Islámica de Irán. Pero la
norma de comportamiento hacia los enemigos establecida por Jesús no es la de su
destrucción sino la de la reconciliación (Mateo 5, 21-26). La muerte de
muchos ciudadanos iraníes (ancianos, mujeres, niños, civiles) ciertamente no
contribuye a promover la paz. Es urgente iniciar las acciones más justas y
rezar»: así lo afirma el sacerdote católico estadounidense p. Elias D. Mallon,
fraile franciscano de la Expiación, especializado en el diálogo con el Islam,
nativo y residente en Nueva York.
En el mensaje publicado a
través de Fides, el padre Mallon informa que el ayatolá Seyed Mostafa Mohaghegh
Damad, un hombre comprometido desde hace décadas en tratar de colmar la
distancia entre Irán y otros países del mundo, ha escrito una sincera carta al
Papa Francisco, pidiéndole que intervenga para garantizar que se puedan
levantar las sanciones contra Irán, en particular las relativas a la atención
médica.
Durante el Sínodo
extraordinario en el Medio Oriente en octubre de 2010, el Papa Benedicto XVI
invitó a dos líderes musulmanes, uno sunita y otro chií, a participar: el
ayatolá Damad fue aquel líder chií.
En el texto de la Carta,
recibida por Fides, el ayatolá Damad, quien actualmente es Jefe del
Departamento de Estudios Islámicos de la Academia de Ciencias de Irán, dice: «En estos días en que los hombres de todo el mundo están
seriamente amenazados por la espantosa propagación de COVID-19, estoy
profundamente convencido de que el Santo Padre, con sincero amor y compasión,
sigue rezando para que esta tragedia internacional cese y el sufrimiento humano
encuentre alivio».
«En Irán - continúa el texto - con la rápida propagación de COVID-19, el
pueblo iraní - niños, ancianos, hombres y mujeres de pueblos y aldeas - luchan
dolorosamente contra la pérdida de seres queridos causada muy a menudo por la grave
falta de recursos médicos como consecuencia de las sanciones impuestas por los
Estados Unidos. Dichas
sanciones, han multiplicado enormemente los sufrimientos y las aflicciones de
la población musulmana iraní oprimida, y la han obligado a enfrentarse a
innumerables problemas que han tenido un impacto profundo y negativo en sus
vidas, en la paz y tranquilidad espiritual y que, además, la han privado de los
derechos humanos más básicos e inalienables».
Así, la carta dirigida al Papa
continúa: «Sin juzgar las causas profundas de estas
sanciones inhumanas impuestas por
los Estados Unidos, como estudioso islámico iraní, humildemente le pido, como
amado líder mundial de los católicos, que intervenga para que esas sanciones
sean eliminadas». Esto, concluye el líder chiíta, es una «acción humanitaria» propia de aquellos que creen
en Jesús que «para todo el mundo es un símbolo
universal de paz y amor».
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