Sin la participación
presencial del pueblo
La Oficina de las
Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha publicado una actualización de
las celebraciones de la Semana Santa presididas por el Papa, «tanto en lo que
respecta al calendario como a los modos de participación».
(VaticanNews) El Papa Francisco «celebrará los ritos de
la Semana Santa en el Altar de la Cátedra, en la Basílica de San Pedro, de
acuerdo con el siguiente calendario y sin la participación del pueblo», es lo
que se afirma en el Comunicado del Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del
Sumo Pontífice, Monseñor Guido Marini, publicado este viernes, 27 de marzo de
2020.
CAMBIOS EN EL CALENDARIO Y EN
LA PARTICIPACIÓN
La decisión y actualización
del Calendario de las próximas celebraciones litúrgicas presididas por el Santo
Padre se dan «como consecuencia de la situación extraordinaria que se ha
producido, debido a la propagación de la pandemia de COVID-19, y teniendo en
cuenta las disposiciones previstas por la Congregación del Culto Divino y la
Disciplina de los Sacramentos, con el Decreto de fecha 25 de marzo de 2020, era
necesaria una actualización –se lee en el Comunicado– en relación con las
próximas celebraciones litúrgicas presididas por el Santo Padre Francisco:
tanto en lo que respecta al calendario como a las modalidades de
participación».
DOMINGO DE RAMOS Y DE LA
PASIÓN DEL SEÑOR
Por lo tanto, se comunica, que
el Papa Francisco celebrará los ritos de la Semana Santa en el Altar de la
Cátedra, en la Basílica de San Pedro, de acuerdo con el siguiente calendario y
sin la participación del pueblo. La celebración de la Conmemoración de la
entrada del Señor en Jerusalén y Santa Misa, en el Domingo de Ramos y de la
Pasión del Señor, será el 5 de abril, a 11 horas.
TRIDUO PASCUAL
Por lo que se refiere al
Triduo Pascual, la celebración de la Santa Misa en la Cena del Señor, tendrá
lugar el Jueves Santo, 9 de abril, a las18 horas.
Mientras que el 10 de abril,
Viernes Santo, a las 18 horas, tendrá lugar la Celebración de la Pasión del
Señor. Ese mismo día, a las 21 horas, el Pontífice presidirá el Via Crucis en
el parvis de la Basílica de San Pedro.
La Vigilia Pascual en la Noche
Santa se celebrará el Sábado Santo, 11 de abril, a las 21 horas.
DOMINGO DE PASCUA Y BENDICIÓN
Finalmente, la Oficina de las
Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice dio a conocer que la Santa Misa del
día, del Domingo de Pascua y de la Resurrección del Señor se celebrará el 12 de
abril, a las 11 horas. Al final de la Santa Misa el Santo Padre impartirá la
bendición «Urbi et Orbi».
¿CÓMO
OBTENER INDULGENCIA PLENARIA CON EL URBI ET ORBI DEL PAPA FRANCISCO?
Este 27 de marzo el Papa Francisco dará a las 6:00
p.m. de Roma la bendición Urbi et Orbi –a la ciudad y al mundo– ante una Plaza
de San Pedro que estará vacía debido a la pandemia del coronavirus, pero que
será una oportunidad para los fieles de obtener la indulgencia plenaria si
siguen la transmisión por los medios de comunicación.
“Presidiré un momento de oración en el atrio de la
Basílica de San Pedro. Con la plaza vacía. Desde ahora invito a todos a
participar espiritualmente a través de los medios de comunicación. Escucharemos
la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo
Sacramento, con el cual al término daré la bendición Urbi et Orbi y a la cual
se añadirá la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria”, indicó el Papa el domingo 21.
Se tratará de una bendición Urbi et Orbi extraordinaria, pues esta los
pontífices suelen impartirla solo el 25 de diciembre y el Domingo de Pascua.
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que la indulgencia “es la remisión ante Dios de la pena temporal por los
pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y
cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la
cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el
tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.
Las indulgencias, que pueden ser parciales o plenarias, pueden obtenerse
para uno mismo o para el alma de un difunto. No se puede ganar una para otra
persona viva.
Para ganar la indulgencia plenaria hay que cumplir tres condiciones:
confesión de los pecados, recibir la Sagrada Comunión y orar por las
intenciones del Papa.
Sin embargo, debido a la emergencia del coronavirus, la Penitenciaria
Apostólica publicó el 20 de marzo un decreto para conceder “el don de Indulgencias
especiales a los fieles que sufren la enfermedad de COVID-19, comúnmente
conocida como coronavirus, así como a los trabajadores de la salud, a los
familiares y a todos aquellos que, en cualquier calidad, los cuidan.
Tras recordar la preocupación de la Iglesia por cuidar a los enfermos,
la Penitenciaría Apostólica, ex auctoritate
Summi Pontificis, concedió el don de las Indulgencias de acuerdo con
la siguiente disposición:
- Se concede la Indulgencia
plenaria a los fieles enfermos de coronavirus, sujetos a cuarentena por
orden de la autoridad sanitaria en los hospitales o en sus propias casas
si, con espíritu desprendido de cualquier pecado, se unen espiritualmente
a través de los medios de comunicación a la celebración de la Santa Misa,
al rezo del Santo Rosario, o del himno Akàthistos a la Madre di Dios, a la
práctica piadosa del Vía Crucis, o del Oficio de la Paràklisis a la Madre
de Dios o a otras oraciones de las respectivas tradiciones
orientales, u otras formas de devoción, o si al menos rezan el Credo, el
Padrenuestro y una piadosa invocación a la Santísima Virgen María,
ofreciendo esta prueba con espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los
hermanos, con la voluntad de cumplir las condiciones habituales (confesión
sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del
Santo Padre), apenas les sea posible.
- Los agentes sanitarios, los
familiares y todos aquellos que, siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano,
exponiéndose al riesgo de contagio, cuidan de los enfermos de Coronavirus
según las palabras del divino Redentor: "Nadie
tiene mayor amor que éste: dar la vida por sus amigos" (Jn 15,13),
obtendrán el mismo don de la Indulgencia Plenaria en las mismas
condiciones.
- Además, la Penitenciaría
Apostólica concede, en las mismas condiciones, la Indulgencia Plenaria con
ocasión de la actual epidemia mundial, también a aquellos fieles que ofrezcan
la visita al Santísimo Sacramento, o la Adoración Eucarística, o la
lectura de la Sagrada Escritura durante al menos media hora, o el rezo del
Santo Rosario, o del himno Akàthistos a la Madre di Dios, o el ejercicio
piadoso del Vía Crucis, o el rezo de la corona de la Divina Misericordia,
o el Oficio de la Paràklisis a la Madre de Dios u otras formas
de las respectivas tradiciones orientales de pertenencia, para implorar a
Dios Todopoderoso el fin de la epidemia, el alivio de los afligidos y la salvación
eterna de los que el Señor ha llamado a sí.
El decreto afirma que “la Iglesia reza por
los que estén imposibilitado de recibir el sacramento de la Unción de los
enfermos y el Viático, encomendando a todos y cada uno de ellos a la Divina
Misericordia en virtud de la comunión de los santos y concede a los fieles la
Indulgencia plenaria en punto de muerte siempre que estén debidamente
dispuestos y hayan rezado durante su vida algunas oraciones (en
este caso la Iglesia suple a las tres condiciones habituales requeridas).
Para obtener esta indulgencia se recomienda el uso del crucifijo o de la cruz
(cf. Enchiridion indulgentiarum, n.12)”.
Redacción ACI Prensa
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